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Thursday, November 21, 2024
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Libia: Gadafi desafía a la ONU bombardeando Bengasi

Una aeronave bombardera libia se estrella tras su derribo en Bengasi, el 19 de marzo de 2011

Gaddafi se burla de la
ONU y masacra Bengasi

 

■ Líbano denuncia el asalto a su embajada en Trípoli.

■ Al menos 26 muertos y 40 heridos por los enfrentamientos en Bengasi, según Al Jazeera.

■ Los aliados contra el dictador preparan una intervención inmediata

■ El dictador ignoró el ultimátum. Sus tropas atacaron la ciudad por tierra y por aire. Miles de personas huyeron.

■ Los rebeldes afirman haber echado a las fuerzas de Gadafi de Benghazi.

BENGHAZI (LIBIA), 19 Mar. (Reuters/EP).- Un portavoz de los rebeldes ha asegurado este sábado que las fuerzas disidentes han conseguido echar a las fuerzas leales al líder libio, Muamar Gadafi, que había conseguido entrar en Benghazi, situada en el este del país y principal bastión de los sublevados.

“Los revolucionarios hemos tomado el control de cuatro tanques dentro de Benghazi. Las fuerzas rebeldes han echado a las fuerzas de Gadafi de Benghazi y están buscando a sus tropas en el área de acceso occidental” de la ciudad, según ha explicado Nasr al Kikili, un abogado que trabaja en el centro de prensa rebelde en Benghazi.

Minutos antes, cientos de residentes han festejado en las calles con disparos al aire el éxito de las fuerzas rebeldes. Un tanque con decenas de personas encima ha celebrado también la victoria de los rebeldes con un desfile por las calles de Benghazi. “Somos los vencedores, somos los vencedores”, han proclamado las personas subidas al carro de combate.

El líder libio Muamar el Gadafi no ha respetado el “alto el fuego inmediato” que este viernes anunció su ministro de Exteriores, después de que la ONU aprobara una zona de exclusión aérea. Sus tropas han atacado por tierra y aire la ciudad de Bengasi durante varias horas, tras lo cual se han replegado.

Testigos citados por Al Yazira aseguran que, desde primeras horas de la mañana, se han escuchado explosiones y el vuelo de aviones de combate en varios puntos de la ciudad y sus alrededores. Los rebeldes afirman que han matado a 19 soldados leales al regimen, que han capturado a varios prisioneros y que han logrado frenar el avance de las tropas y recuperar numeroso material militar.

Pero ellos también han sufrido bajas. Según las informaciones de la televisión catarí, 26 insurgentes han fallecido durante los bombardeos y 40 personas están heridas.

Desde ayer, las tropas de Gadafi han avanzado 100 kilómetros. Durante su ofensiva, un avión de combate insurgente ha sido derribado. El aparato se incendió y se precipitó sobre una zona de viviendas del sur de Bengasi, donde explotó provocando una nube de humo negro.

Los soldados también han asediado Bengasi desde el mar y han atacado desde el oeste y el sur de la ciudad, aunque los combates no han llegado al centro de esta urbe, la segunda del país.

Ante la violencia del ataque, miles de residentes han huido hacia el este, una zona que parece más segura por la presencia de fuerzas rebeldes.

Las personas que dejan la ciudad hacen largas colas ante gasolineras y panaderías, para aprovisionarse de combustible y alimento antes de tomar la carretera que lleva hacia Tobruk, ciudad situada a de 350 kilómetros de Egipto.

 

 

Dispuestos a combatir hasta la muerte:

El gobierno libio ha negado estos ataques y acusa a los insurgentes de haber violado el alto el fuego que decretó ayer de forma unilateral.

En su estrategia por desprestigiar a los rebeldes, la cadena estatal difundió la noticia de que el ex ministro del Interior Abdel Fattah Younes al Abidi, que encabeza las fuerzas opositoras, había regresado junto a Gadafi, lo que ha sido desmentido por las autoridades insurgentes.

La ciudad de Misrata, la tercera del país y cercana a Trípoli, también ha sufrido bombardeos, así como Ajdabiya, en el oeste y muy próxima a Bengasi. Y sigue cortado el suministro de agua y de luz en la zona.

A la espera de la intervención de las fuerzas internacionales, los rebeldes en Bengasi intentan resistir con baterías antiaéreas y han levantado barricadas de cemento en los caminos que llevan al edificio de los tribunales, donde el Consejo Nacional Libio tiene su base.

Los combates han tenido lugar casa por casa. Los jóvenes utilizan piedras, sables, ametralladoras y bombas caseras y están dispuestos a combatir hasta el final. La ciudad está desierta.

Residentes en Bengasi:

Los rebeldes que defienden Bengasi han denunciado que están han sido atacados por las tropas leales a Gadafi, lo que les ha obligado a retirarse hacia el interior de la ciudad. La cadena de televisión Al Yazira ha asegurado que tropas de Gadafi han entrado en algunos suburbios de la ciudad, a la que intentan acceder desde el sur y desde el mar. El Gobierno de Gadafi, sin embargo, niega que esté atacando la ciudad y asegura que son sus tropas las que han sido atacadas. Según fuentes médicas citadas por Al Yazira, la violencia ha causado ya 26 muertos y más de 40 heridos, que han sido llevados al hospital de Jala de la ciudad. No han dado más detalles. Poco antes, los rebeldes aseguraban haber abatido a 19 leales a Gadafi.

Testigos y milicianos rebeldes han informado de que tropas del dictador habían entrado en la ciudad desde el oeste, el sur y desde la costa. Se han podido escuchar explosiones en varios puntos de la ciudad, entre ellos un cuartel de los insurgentes. “Están entrando en Bengasi desde el oeste. ¿Dónde están las fuerzas occidentales?”, se preguntaba el portavoz rebelde Khalid al Sayeh. “Las explosiones comenzaron sobre las dos de la mañana. Las fuerzas de Gadafi están avanzando, hemos oído que están a unos 20 kilómetros de Bengasi”, ha declarado Faraj Ali, residente en Bengasi, a Reuters. “Es fuego de artillería. Hemos visto un avión”, ha dicho. En otros puntos de la ciudad, otras personas han informado de ataques aéreos: “Varios cazas han bombardeado la carretera del aeropuerto y ha habido un ataque en el distrito de Abu Hadi, en las afueras”, ha relatado Mohammed Dwo. También ha habido bombardeos en algunos puntos del centro, según Al Yazira. No obstante, el bombardeo aéreo no ha podido ser confirmado.

También se ha informado de que un avión militar -un caza- ha sido abatido sobre la ciudad. El corresponsal de Reuters en la ciudad ha relatado que ha visto “un avión que sobrevolaba en círculos la ciudad, salir de las nubes, dirigirse aparentemente sobre un objetivo y entonces ha sido alcanzado y se ha ido derecho al suelo en llamas y una enorme columna de humo negro se ha levantando”. “Parecía que estaba atacando unos cuarteles militares en Bengasi”, ha dicho. Los propios rebeldes han reconocido ya que el aparato estaba encuadrado en sus filas y pilotado por un militar unido a su causa.

El líder del Consejo Nacional Libio, el Gobierno rebelde, ha pedido a la comunidad internacional que actúe rápido para proteger a los civiles. “Están bombardeando todos los distritos de Bengasi”, ha dicho Mustafa Abdel Jalil a Al Yazira. “La comunidad internacional llega tarde para salvar a los civiles de las fuerzas de Gadafi. Si no ponen en práctica la resolución de la ONU, habrá una catástrofe en Bengasi hoy”, ha sentenciado”. Miles de personas han huido o están tratando de abandonar Bengasi ante lo que parece una asalto inminente de las tropas leales a Gadafi.

Pese a la información de los reporteros y los testimonios de los testigos, el Gobierno libio sostiene que no ha iniciado ninguna acción militar sobre Bengasi. Un portavoz del Gobierno, Mussa Ibrahim, ha declarado que “en absoluto hay ataques sobre Bengasi. Como dijimos, estamos respetando el alto el fuego y queremos que vengan observadores internacionales. Hay rebeldes atacando pueblos y ciudades intentando instigar una intervención militar extranjera”. La televisión estatal decía que grupos de Al Qaeda estaban atacando a las tropas.

El ataque sobre Bengasi se produce pese al alto el fuego anunciado ayer por el Gobierno de Gadafi. Fue la respuesta del dictador a la resolución de la ONU que autoriza el uso de la fuerza para establecer una zona de exclusión aérea que impida a la aviación Libia bombardear a los rebeldes. Hoy, una cumbre en París de líderes políticos decidirá la organización de la intervención militar aliada. Pese a todo, ya ayer muchos desconfiaban de las intenciones de Gadafi.

Alto el fuego sin credibilidad

La embajadora de EE UU ante la ONU, Susan Rice, aseguró ya anoche que el avance de las tropas del régimen continuaba hacia Bengasi, la capital de los rebeldes, lo que violaba el alto el fuego exigido por Naciones Unidas para no intervenir militarmente. En respuesta, el viceministro de Exteriores libio, Kaled Jaim, aunque admitió los movimientos de las tropas, aseguró que ello no supone una violación del cese de la violencia, algo que, según él, sí han hecho los rebeldes al atacar en la región de Al Magrun, a unos 80 kilómetros al sur de Bengasi. Además, invitó a observadores de Malta, China, Turquía o Alemania a comprobarlo sobre el terreno.

La medida había sido anunciada horas antes por el ministro de Exteriores, Musa Kusa, en una conferencia de prensa en uno de los hoteles de la capital donde se alojan los periodistas. Duró poco más de diez minutos y no hubo preguntas. Kusa leyó un comunicado con el gesto serio y la voz muy baja. El Gobierno, dijo, se veía obligado a aceptar la resolución y a respetar las zonas de exclusión aérea. “Libia protegerá a todos los extranjeros y sus posesiones y abrirá todas las vías de diálogo con quienes estén interesados en la unidad territorial de Libia”, señaló el ministro, que lamentó que la resolución vaya a “aumentar el sufrimiento del pueblo”. Luego invitó a los Gobiernos y a las ONG a “enviar misiones a Libia para comprobar los hechos sobre el terreno”. Posteriormente, un portavoz de Exteriores mencionó en concreto a las autoridades turcas y maltesas, a las que pidió ayuda para aplicar y supervisar el alto el fuego.

Los contrarios al régimen, difíciles de ver en las calles de la capital y mucho más apagados en los últimos días que sus compatriotas pro-Gadafi, interpretaron las palabras del ministro como un síntoma de la debilidad del régimen tras el anuncio de los ataques aéreos y navales. También eso fue lo que entendieron algunos afines al régimen. Gente que estos días expresaba su lealtad al líder dándose golpes en el pecho, manifestaba ayer su preocupación por las declaraciones del ministro y requería información de los periodistas para averiguar la mejor manera de huir del país.

El anuncio del cese de la violencia contrastó con las duras palabras que había pronunciado el propio Gadafi en una entrevista con la televisión pública portuguesa, la RTP: “Transformaremos la vida de los que nos ataquen en un infierno y destruiremos el Mediterráneo”. En la misma línea, el Ministerio de Defensa había advertido en un comunicado que atacaría a los extranjeros más allá de sus fronteras.

Derriban un avión militar Mig-23 en Bengasi:

Un avión militar, al parecer un Mig-23, fue derribado este sábado por la mañana en Bengasi, bastión de la rebelión en el este de Libia, y cayó a tierra, constataron periodistas de la AFP.

El aparato, que llevaba varios minutos sobrevolando la ciudad y su parte trasera derecha estaba en llamas, se estrelló en una zona residencial del sur de Bengasi, provocando una explosión seguida de una humareda.

Por el momento no se ha podido determinar cómo fue abatido el avión pero su caída desató gritos de júbilo en Bengasi.

El piloto consiguió eyectarse del aparato antes de que se estrellara. Según periodistas de la AFP, se trata de un Mig-23.

Según el think thank IISS (International Institute for Strategic Studies), el ejército del coronel Muamar Gadafi dispone de varios Mig-23.