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Thursday, November 21, 2024
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Ricardo Fernández Barrueco ¿víctima de una conspiración?

En 2009 Fernández compró la empresa Digitel GSM del empresario Oswaldo Cisneros por más de u$ 800 millones.

La fiscalía pidió que siga detenido

 

Ricardo Fernández Barrueco, empresario detenido en la sede de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM), desde noviembre de 2009, por hechos irregulares ocurridos en los banco liquidados Banpro, Bolívar, Canarias y Confederado, no es, ni fue un banquero como se ha señalado en reiteradas ocasiones, si no un venezolano de negocios que inició su carrera hace más de 18 años, como dueño de una pequeña compañía de camiones, que con el paso del tiempo logró la obtención de empresas como Maicera Proarepa Industria Venezolana C.A., Industria Venezolana Maicera Pronutricos C.A., Venarroz RSA C.A., Monaca Molinos Nacionales C.A., Derivados de Maíz Seleccionado Demaseca C.A., Productos y Financiamientos Agrícolas C.A. Profinca, Consorcio Agropecuario Venezolano Coave C.A., Ríos Algodonera del Sur C.A., la Corporación Agropecuaria Integrada CAICA C.A. y Grasas GRASOCA de Oriente C.A., entre otras correspondientes a la agricultura, servicios, pesca comercial y marítimo naval.

A través de dichas empresas, durante el paro alimentario ocurrido en Venezuela en 2002-2003, Fernández Barrueco saltó a la fama al prestar sus vehículos para apoyar los intentos del Gobierno Nacional por mantener la distribución de los productos de la cesta básica en todos los supermercados, abastos, bodegas y demás locales destinados al expendio de alimentos, cuando empresas privadas acapararon y se deshicieron de toneladas de comida.

Es decir, valiéndose de ser sociedades con la mayor capacidad de distribución, se aseguraron de que los alimentos no llegaran a los anaqueles del país, apoyados por la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras). Hoy en día, esto podría verse como un plan conspirativo para haber debilitado el gobierno del presidente Hugo Chávez, con caos económico, social y destrucción del aparato productivo nacional, en el que además de las empresas privadas, altos funcionarios del gobierno e importantes banqueros tuvieron participación.

Esto ocurrió cuando el Gobierno Nacional, buscó un mecanismo alternativo para que el sector productivo del país no estuviera en manos de un solo grupo que en cualquier momento decidiera acaparara nuevamente los productos de la cesta básica generando otro paro alimentario. Fue entonces, cuando Ricardo Fernández Barrueco, atendió el llamado del Ejecutivo que necesitaba empresarios honestos que no jugaran con el hambre del pueblo.

En 2002 prestó la infraestructura de sus negocios, para que la comida que se importaba llegara a la calle Primero de Mayo de La Vega, al barrio Santa Ana de Antímano, al barrio La Dolorita de Petare, El 23 de Enero, Blandín y todos los sectores más necesitados del país, pues también estaba convencido de que era necesario crear una organización alimentaria que sustituyera el monopolio existente.

Para ello, el productor mediano agroindustrial dedicado a la azúcar, maíz y arroz organizó, junto a un grupo de empresarios nacionalistas, un programa completo de alimentación orientado a distribuir de 8 a 10 productos básicos, que llegaran a más de 16 millones de personas, apoyados por el Gobierno Nacional, hoy conocido como Mercal. Esto, sin interés alguno en competir ni destruir la empresas privadas establecidas, si no fortalecer junto a ellas la producción y comercialización de alimentos.

Las acciones de Fernández Barrueco fueron vistas por muchos como heroicas, pero por otros fue fuertemente cuestionada al tildarlo de aliado del Presidente o testaferro de altos funcionarios, así como también se dudó de la procedencia de su patrimonio que previamente había sido auditado y demostrado que era de empresas con gran importancia y larga data.

Más adelante, a mediados de 2009 Fernández compró la empresa Digitel GSM del empresario Oswaldo Cisneros por más de 800 millones de dólares, compañía que tenía una participación del mercado de 19,9% al cierre de 2008, lo que lo convertía en además de partícipe del mercado alimentario a también en el telefónico.

No obstante, Ricardo Fernández también quiso incursionar en la banca al intentar la compra de las cuatro entidades financieras Bolívar Banco, Banpro, Canarias y Confederado, a las que les inyectó capital proveniente de su patrimonio, posteriormente intervenidas y liquidadas por la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (Sudeban). Nunca fue oficializado su nombre como dueño o principal accionista de los bancos, por los que hoy permanece privado de libertad por una variedad de cargos.

¿Quiénes se benefician con la detención de Fernández Barrueco?

Con la detención de Ricardo Fernández, muchas de sus empresas fueron saqueadas para disminuir la capacidad operativa de las mismas, acción con la que se beneficiaron las empresas privadas que volvieron a manejar, aproximadamente, el 60% de producción y distribución de alimentos en el país.

Asimismo, importantes banqueros del país recibieron con satisfacción la migración de los ahorristas de los bancos Canarias, Banpro, Confederado y Bolívar, pues con la compra de los mismos se verían afectados con las intenciones de Fernández Barrueco de otorgar microcréditos a los ahorristas y apertura de numerosas sucursales.

Es decir, Ricardo Fernández al tener participación en la agroalimentación, en la banca y la telefonía, se convertía en un amplio empresario, que pudo haber sido visto como competencia por muchos.

Por ello, su detención es vista como una conspiración de los principales empresarios del país y altos funcionarios de gobierno, para eliminar un obstáculo para poder presentar a Venezuela como un país como desolado y sin posibilidades de inversión para generar caos nuevamente al país.

Por: Lic. Stephanie Arrieta
Judicial  | Económia