@VVperiodistas: pases de factura
Linea editorial en su programación informativa ha levantado opiniones en los televidentes y actores políticos oposicionistas.
A lo largo de los últimos 50 años, el canal de la colina se ha adaptado entre los cambios gubernamentales y circunstancias sociales que ha afrontado el país. La última década no ha sido la excepción.
Más allá de un reconocido aporte a nivel artístico y de entretenimiento, el tema que circunda en el boca a boca actualmente es el manejo de un pregonado “equilibrio informativo”.
El cambio de línea editorial dejó sorprendido a un sector de la opinión pública, sobre todo ligado al sector no oficial, quienes no desaprovecharon la oportunidad de acusar al canal de haber pactado con el alto gobierno.
El tema referente a la autocensura emergió con contundencia. Paralelamente, en 2009, sale a relucir la cuenta de Twitter @VVperiodistas, donde supuestos comunicadores dentro del canal denunciaron órdenes directas de directivos del canal para silenciarlos.
De acuerdo a una entrevista concedida al diario TalCual por estos periodistas, los pases de factura se evidenciaron con la salida de Efraín Castillo, Rafael Garrido y el exilio a Luis Alfonso Fernández quienes fueron desplazados del canal por ser “rostros comprometidos”.
Por otro lado, se habla de un intento por excluir a la periodista Ana Vacarella y Unai Amenabar de los programas de entrevistas y opinión. El último de ellos avivó la polémica tras su salida del canal por un “refrescamiento” de su antiguo programa Primer contacto.
Ambos, según los administradores de la cuenta, eran de los personajes más resteados con la línea combativa de Venevisión durante el 2002.
Sin embargo, es importante mencionar que aún fuera de la nómina del canal, ninguno de los periodistas salientes ha emitido declaraciones contundentes que confirmen esta situación.
Aún así, los administradores indicaron que “el sentir mayoritario de obreros, técnicos y periodistas es de miedo, indignidad y pena por el otrora canal comprometido con la información oportuna y veraz. Estamos viviendo nuestro propio cierre pero a la realidad y problemas del país”.
VERSIÓN EXTRAOFICIAL
No obstante, de acuerdo a fuentes extraoficiales dentro de Venevisión, el sentimiento en canal es muy distinto a lo que se ha señalado por la cuenta clandestina de Twitter.
Los comentarios que recorren los pasillos de la planta desmienten muchas de las denuncias que se presentan en @VVperiodistas. Las medias verdades, incluso, son secretos a voces que se sabrían al tener conexiones precisas.
La teoría que se maneja entre los trabajadores es que los supuestos periodistas que administran la cuenta ni siquiera son profesionales de la comunicación. Un contraste de intereses personales entre altos directivos, más allá de lo político, podría estar en medio de la creación de la cuenta.
Con respecto a las denuncias de autocensura, la fuente considera que son acusaciones mal intencionadas y de doble moral. Venevisión ha cambiado a una línea editorial que establece un balance entre las noticias relacionadas al chavismo y la oposición.
Sin embargo, un hecho que no se puede negar es que el cambio de línea editorial vino acompañado de la falta de contraste en las informaciones que salen al aire, la falta de profundidad en temas críticos, así como el abandono del periodismo de investigación.
La línea que define el significado de autocensura y cambio de línea editorial es bastante delgada. El deber de precisar si hay restricciones a la libertad de información o un esfuerzo de equilibrio informativo lo tienen principalmente los televidentes.
¿Por qué recurrir a la clandestinidad? Es una pregunta que se hacen tanto los detractores como aquellos que los apoyan por medio de la red social.
“Nosotros creemos que en dictaduras el anonimato es clandestinidad y cuando el periodismo se trasforma en una carrera de resistencia por llevarle la verdad a los venezolanos, cualquier herramienta es bienvenida, así lo manda la Constitución y el código de ética”, explicó el aministrador de la cuenta.
Por: Erick Barráez