El propietario MKG falsificó bonos así
como cartas de bancos de inversión
Francisco Illarramendi, dueño de la firma Michael Kenwood Group (MKG), admitió ante un tribunal en Estados Unidos, que desde el año 2006 estuvo realizando operaciones fraudulentas.
Illarramendi en febrero se declaró culpable ante una Corte del Distrito de Connecticut por haber cometido fraude de valores, fraude electrónico y engaño a la SEC (Comisión de Valores de Estados Unidos) y entre los afectados por las transacciones está el Fondo de Pensiones y Jubilaciones de los Trabajadores de Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
De acuerdo a las declaraciones efectuadas ante la Corte, una de las operaciones fraudulentas fue la inversión que hizo en un fondo de cobertura y cuyas pérdidas fueron ocultadas. Illarramendi sugirió a algunos inversionistas participar en ese fondo, pero las colocaciones generaron millones de dólares en pérdidas, las cuales no se revelaron.
El propietario de MKG engañó a los inversionistas y acreedores para que las pérdidas no fueran informadas y como consecuencia de ello, los fondos y entidades asesoradas por él ahora tienen que enfrentar obligaciones que superan el valor de sus activos.
Entre 2006 y 2011 engañó a los inversionistas, acreedores y la SEC con documentos falsos que incluyeron instrumentos de deuda, cartas de bancos de inversión y verificaciones de activos de unos de sus fondos. El Fondo Short Term Liquidity (manejado por MKG) tenía al menos 275 millones de dólares en préstamos, los cuales Illarramendi y sus socios sabían que no existían. En ese período, las autoridades recibieron información falsa sobre los rendimientos y las transacciones que se estaban efectuando.
Más engaños:
De las declaraciones efectuadas en los tribunales, destacan los detalles sobre las operaciones del año 2008.
En ese período, Illarramendi falsificó una carta que pretendía ser la representación de un banco de inversión, ese documento decía que los activos de los fondos y las entidades (administradas por él) estaban separados. De igual manera, falsificó otras cartas con membretes del banco de inversión que fueron entregadas a inversionistas extranjeros.
En ese mismo año, el propietario de MKG envió por correo electrónico un instrumento de deuda falso emitido por un banco de inversión por un valor de 30 millones de dólares.
En 2010, Illarramendi utilizó 53 millones de dólares de dos fondos que gestionaba, sin revelar las operaciones a los inversionistas. Las transacciones se hicieron en un esfuerzo por obtener rendimientos para cubrir los problemas con los activos de los fondos. Los 53 millones de dólares fueron invertidos en empresas privadas a nombre de los entes vinculadas con MKG.
El caso:
¿Qué?
– Michael Kenwood Group, conocida como MKG y que agrupaba entre otras firmas a MK Capital Management, es una corporación constituida en 2006 en el estado de Delaware, en Estados Unidos. Su base principal operaba en Stamford, ciudad estadounidense en Connecticut. Allí Francisco Illarramendi inició la gestión de varios fondos de inversión (conocidos en inglés como Hedge Funds) que transformó en esquemas fraudulentos Ponzi hasta su acusación y captura por la SEC y el FBI en febrero de 2011.
– MKG había creado varias firmas y fondos relacionados entre las que se encuentran Michael Kenwood Asset Management, Michael Kenwood Energy and Infraestructure, Michael Kenwood EI Solar, Michael Kenwood Venezuela Fund, y Short Term Liquidity Fund. Todos operaban bajo la dirección de Francisco Illarramendi. Según la SEC, MKG ofrecía a los inversionistas rendimientos que se materializarían en el muy corto plazo.
– La Comisión de Valores de Estados Unidos (conocida como SEC, siglas de Securities and Exchange Comission), inició en el último trimestre de 2010 una investigación por las actividades de Illarramendi, que con los fondos de inversión que administraba compró acciones de empresas particulares como NuScale (de energía nuclear) y Proterra (de transporte público eléctrico) “sin el conocimiento de los inversionistas”.
– El mercado paralelo fue uno de los terrenos en los que se movió Illarramendi. Captó bolívares que negoció “a un tasa de cambio acordada a cambio de dólares”, relacionándose con los antiguos clientes de los corredores de bolsa del desaparecido mercado permuta venezolano.
¿Quién?
Francisco Illarramendi de 42 años, trabajó para Credit Suisse First Boston a finales de la década de los 90. Alrededor de 1999 fue asesor del Ministerio de Finanzas, cuando el titular del despacho era José Rojas. Posteriormente, cuando Rojas era vicepresidente de Finanzas de Pdvsa, Illarramendi asesoró a la petrolera estatal en la operación de recompra de bonos en 2004, todavía laborando para Credit Suisse First Boston. Al trasladarse a Estados Unidos y constituir Michael Kenwood Group en 2006, lo hizo sin registrarse ante la Comisión de Valores de Estados Unidos bajo ninguna figura de consejero o asesor de inversión.
Juan Carlos Guillén Zerpa, de 43 años, es contador público. Suministró, con Horna, una carta a la SEC certificando activos de MKG por $275 millones, que las autoridades norteamericanas determinaron como fraudulenta, pues los activos ni siquiera existen. El Gobierno norteamericano constató que Guillén Zerpa y Horna, envueltos en el engaño a la SEC, recibieron al menos $3 millones de Illarramendi para elaborar los documentos falsos. En Venezuela Guillén Zerpa aparece registrado ante la Superintendencia Nacional de Valores como director de BDO Guillén, Martínez y Asociados, una sociedad de corretaje.
Juan Carlos Horna Napolitano, de 40 años, fue capturado esta semana junto con Juan Carlos Guillén Zerpa por el FBI de Estados Unidos por su implicación en el caso de fraude y conspiración para obstruir a la justicia que se le sigue a Illarramendi. Se informó que Horna es residente de Pembroke Pines, una ciudad en Florida considerada entre las mejores para vivir en Estados Unidos. Horna se encuentra en el sistema de captura de Interpol desde enero de 2010, al ser solicitado por la Fiscalía 53 nacional de Venezuela, por presunto fraude cometido desde las directivas de Baninvest y Central Banco Universal.
Eudomario Carruyo, es contador público egresado de la Universidad del Zulia, en 1972. Tiene cursos de especialización y postgrado en finanzas y gerencia en las universidades de Columbia y Michigan en Estados Unidos. La página web de Pdvsa indica que “tiene 40 años de experiencia en la industria petrolera y petroquímica nacional” trabajando desde 1964 hasta su jubilación en 1997. Se reincorporó a la industria en 2000 y en 2004 fue nombrado miembro de la junta directiva de Pdvsa. Ejerce como presidente de la Junta Administradora de los Fondos de Pensiones y de Previsión de Trabajadores de Pdvsa.
¿Cómo?
– En 2006 empezó la pirámide Ponzi de Illarramendi con MKG, que se mantuvo hasta febrero de 2011. Según la investigación de la SEC ese mismo año inició su esquema fraudulento tipo pirámide Ponzi. En este mecanismo, un gestor ofrece a los inversionistas rendimientos muy altos y atractivos, pero que cumple solo al captar dinero fresco de otros inversionistas. Con los nuevos recursos, que en principio deberían destinarse a capital de inversión, el gestor paga los rendimientos del primer grupo de inversionistas. El ciclo se repite a medida que nuevos inversionistas deciden participar, aportando capital.
– El Fondo de Pensiones de Pdvsa y el Fondo de Previsión de los Trabajadores Petroleros, decidieron invertir en el fondo de Michael Kenwood. Del dinero proveniente de los trabajadores de Pdvsa, que se calcula en $540 millones, Illarramendi usó $53 millones en comprar acciones de las empresas NuScale (para desarrollar proyectos asociados a energía nuclear) y Proterra (sector transporte público eléctrico). Además Illarramendi le ofreció al Fondo de Pensiones canjearles bonos 2027 y 2037 por otros papeles de 2014, pero aunque recibió las notas nunca entregó los bonos 2014.
– MKG se mantuvo con su esquema Ponzi hasta febrero de 2011, cuando Illarramendi se declaró culpable ante una corte de distrito en Connecticut. El ex asesor de Pdvsa cometió cinco crímenes: fraude de valores, fraude electrónico y conspiración para obstruir a la justicia y engañar a la SEC. Fue apresado junto con dos cómplices venezolanos. Además, MKG reconoció que conducía operaciones de compra-venta de bolívares a cambio de dólares, y que solo en enero debía pagar $15 millones a terceros en Venezuela.
EL UNIVERSAL | ECONOMÍA
lunes 14 de marzo de 2011