Fueron transferidos
a la Zona 7 en 2010

■ Pertenecen a un grupo conocido como la Legión del Mal, sobre el que hay denuncias de plagio.

El Grupo Antiextorsión y Secuestro de la Guardia Nacional en el Comando Regional 5 continuará las averiguaciones en torno a un grupo de agentes activos de la Policía Metropolitana sobre el que recaen denuncias por secuestro y extorsión.

Esa organización es conocida en la PM como la Legión del Mal, y estaría integrada por varios agentes. Contra ellos hay señalamientos de plagios en la urbanización Montalbán y extorsión a los comerciantes de Catia, que datan desde 2009.

También se les vincula con el robo de un lote de armas en el puesto policial de la institución en Tacagua, en marzo de 2010.

Las pistolas eran negociadas en un edificio invadido de la avenida Fuerzas Armadas, donde residen funcionarios que forman parte de ese grupo.

Los uniformados desistieron de entrar a la Policía Nacional o fueron rechazados en las primeras pruebas. En julio de 2010 fueron transferidos a la Comandancia General de la institución y a la Zona 7, que opera en el este de Caracas.

Desde entonces, la policía judicial y la GN comenzaron a recibir denuncias sobre extorsiones a los industriales y comerciantes de El Marqués y de Boleíta Sur.

Como medida preventiva la dirección de la PM emitió una orden que prohibía el uso de las motos en horarios que no correspondieran a las guardias de los funcionarios. Eso explicaría por qué los agentes intentaban las extorsiones cuando estaban en su jornada laboral.

El Ministerio Público imputará a los agentes Johanker Gregorio Santos, Eleazar Luis Contreras y Arnoldo José Núñez que serán imputados por extorsión agravada, uso indebido de arma de fuego y abuso de autoridad, entre otros delitos.

Fueron detenidos el miércoles a las 3:00 pm luego que tomaron un dinero que les entregó una víctima. Los militares los persiguieron con apoyo de Polisucre hasta la calle Cuyuní de El Marqués. Allí se produjo el tiroteo en el que salieron heridos dos guardias.

Agente destacado:

En el centro comercial La California, donde se inició el procedimiento que permitió la detención de los agentes, hay un policía del mismo cuerpo policial asignado todo el día. El funcionario es conocido por los dueños de locales y vigilantes del lugar. Ayer vestía de civil y estaba desarmado. Al hablar con él fumaba un cigarrillo frente a una heladería de la planta baja, pero no quiso emitir comentarios en torno a la persecución que comenzó frente a la entrada del bowling Pin 5. Ese local, por cierto, está cerrado por reparaciones.

En el centro comercial también hay más de 15 vigilantes privados. Este contingente no ha impedido los embates del hampa. El 15 de febrero a las 8:30 pm Humberto dos Santos recibió un disparo en el brazo derecho de un hombre que iba de parrillero en una moto y se metió hasta el estacionamiento para robarle una cadena.

A la víctima le hicieron otros seis tiros hasta que el arma se encasquilló.

Por: JAVIER IGNACIO MAYORCA
jmayorca@el-nacional.com
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