Entonces, ¿dizque
revolucionarios?
Los indolentes que presiden el gobierno y Petróleos de Venezuela (PDVSA), están permitiendo el uso indebido e ilegal del dinero del Fondo de Pensiones perteneciente a más de 23 mil jubilados de la empresa petrolera.
No se encuentra manera amable de decirlo. No puede ser respetuosa la denuncia que se haga sobre este desmán, cuando la contraparte la conforma un grupo inefable que sistemáticamente miente e inclusive ríe su fechoría, mientras sus funcionarios asaltan Venezuela amparados en que no hay en el país castigo que se les aplique y -en este caso particular- se desentienden ante solicitudes de información que sobre la administración de ese dinero ha venido haciendo por lo menos desde hace cinco años la Asociación de Jubilados de la Industria Petrolera y Petroquímica (AJIP).
Hay que ser espeso…
Y es que no se puede tener respeto por un funcionario como Rafael Ramírez, quien frente a la Asamblea Nacional y ante el país que lo escuchó a través de una red de comunicación oficial montada para intentar maquillar las consuetudinarias falsedades del régimen, a la pregunta que sobre el tema hizo el diputado Julio Montoya, respondió así:
—El Fondo de Pensiones no es administrado por la empresa sino por los trabajadores. Sobre esos recursos PDVSA no tiene decisión alguna, no manda en cómo se manejan y cómo se colocan.
¡Tamaña embuste!
Se tiene que ser muy espeso para mentir sobre una realidad administrativa que es conocida por los jubilados petroleros, y de la que de algún modo deben estar enterados igualmente los casi 100 mil trabajadores que hoy tiene PDVSA, que los dineros de ese Fondo de Pensiones son y siempre han sido administrados por PDVSA.
Los trabajadores actuales si no lo saben deberían conocerlo, puesto que cotizan mensualmente con el tres por ciento de sus salarios para nutrir ese fondo y adueñarse de una futura pensión.La de Ramírez es otra más de sus mentiras.
Esta última esconde el hecho de que, con conocimiento de PDVSA, cuantiosos recursos de ese fondo fueron utilizados en inversiones especulativas de alto riesgo por Francisco Illaramendi, antiguo asesor de la empresa petrolera, y quien ha sido demandado en los Estados Unidos por la SEC (U. S. Securities and Exchange Comission), organismo cuya función principal es proteger a los inversionistas y mantener la integridad de los mercados y valores.
¿Chávez y Ramírez cómplices?
Pero si alguien por fuera del mundo petrolero venezolano tuviera dudas, si en el PSUV lo desconocen y en Aporrea igualmente, y si alguna gente honrada que de buena fe votó por el comandante Chávez, continúa hoy creyéndole “al líder” después de tanta evidencia de que representa la barbarie, pues entérense de lo que recientemente han dado a conocer los siguientes voceros:
- Irma Sosa Brandt, ingeniero químico, abogado egresada de la UCV, y ex gerente de recursos humanos de la antigua operadora Lagoven, hizo un resumen comentado sobre algunos artículos del estatuto del Fondo de Pensiones APJ-PDV. Ella concluye que si bien PDVSA y APJ-PDV son personas jurídicas distintas, sí están estrechamente vinculadas y es responsabilidad de PDVSA velar por la buena marcha del Fondo de Pensiones.
- César Delgado, ingeniero y presidente de AJIP envió el 22 de este mes de febrero una correspondencia a Rafael Ramírez, presidente de PDVSA, donde expresa textualmente:
Respetado señor, en su comparecencia ante la Asamblea Nacional el día jueves de los corrientes, usted señaló que el Fondo de Pensiones de los Jubilados de PDVSA era manejado por los trabajadores sin injerencia de la empresa que usted preside.
Llamó nuestra atención su afirmación ya que estatutariamente es Petróleos de Venezuela, S.A. la responsable de ese fondo desde su creación en 1993 y hasta la fecha, la empresa ha ejercido la potestad de operarlo, tal como lo establece el estatuto del mismo.
No podemos creer que cuando se establecen los planes de inversión o se escogen los intermediarios financieros que los manejan, PDVSA esté ajena a los mismos, ya que es ella quien escoge los miembros de la Junta Administradora y cancela a los empleados de la misma, así como todos los gastos inherentes al proceso.Hacemos de su conocimiento nuestro parecer en el caso porque hemos recibido innumerables comunicaciones de nuestros asociados reclamando sea clarificada nuestra posición ante todos los jubilados de la industria petrolera.
De allí que copia de ésta será enviada a todos ellos a la brevedad, para que nuestro nombre no sea asociado equivocadamente con la administración del fondo.Muy respetuosamente le solicitamos una declaración suya que establezca la situación del manejo del Fondo de Pensiones, así como la verdadera relación de los jubilados con el mismo.
Solicitar al más alto nivel de dirección de PDVSA su debida atención y consideración de los siguientes aspectos en beneficio de una mejora sustancial a la gestión del Fondo de Pensiones (APJ-PDV) y por consiguiente de la distribución del total de los excedentes de cada ejercicio fiscal.
-Certificación del monto de la Reserva Actuarial.
-Reducción significativa del alto volumen de Ganancias Acumuladas por Distribuir mediante la revisión de la política que registra una importante cantidad de Ganancias sin distribuir en cada ejercicio económico.
-Aprobar la incorporación a las ganancias del fondo de las Ganancias por Valoración de Inmuebles hasta ahora no reconocidas.
-Confirmar los esfuerzos para lograr la recuperación de la inversión en INVERUNIÓN (intervenida) y de las acciones de CEMEX (estatizada).
-Revisar las medidas que permitan evitar los elevados montos por pérdidas financieras.
-Utilizar los ingresos financieros extraordinarios como fuente adicional de ingresos del fondo y reducir su función como elemento para compensar pérdidas financieras.Concluye Marín sus recomendaciones indicando que “de nuestro examen podemos concluir que es posible mejorar, significativamente, las ganancias y la distribución de excedentes”.
Quebrando el alma de los jubilados:
Clarificado el punto sobre a quién corresponde la administración del Fondo de Pensiones de los Jubilados de PDVSA y respecto a las ganancias que éste puede generar para sus beneficiarios, el país debe conocer que desde 2006 éstos no reciben ajustes en sus pensiones para superar las cotas inflacionarias nacionales o para nivelarse con los altos costos de vida actual.
Desde el año citado, el monto de las pensiones continúa siendo exactamente el mismo que cada jubilado tenía entonces. Por otra parte, según estadística que data del 31 de diciembre de 2009, el 90 por ciento de ellos actualmente recibe la pensión mínima, mil 600 bolívares mensuales. Dejando claro que esta es una información que AJIP no tiene actualizada porque PDVSA no se la facilita.
Mientras tanto, funcionarios que se hacen llamar socialistas, negocian con el uso de dinero que corresponde a esos jubilados, como se desprende del hecho de que desde la misma fecha de 2006 éstos tampoco reciben el bono anual que se les otorgaba por las ganancias legales que producía el fondo.
Fue precisamente la búsqueda de la solvencia económica la razón de la creación de ese fondo, de forma que permitiese que el trabajador, una vez jubilado y desprovisto de los ingresos provenientes de su salario, asegurase una sólida pensión para vivir sin privaciones en la tercera edad. En resumen, la felicidad de vivir sin tribulaciones dinerarias y existenciales que ahora “la revolución bonita” se las arrebata a hombres y mujeres de entre 60 y más de 80 años de edad que laboraron productivamente durante 25, 30, 35 y hasta 40 años con la industria petrolera transnacional y venezolana.
La conclusión es obvia, alguien se ha estado embolsillando esa plata para hacer negocios por propia cuenta. ¡Y eso no tiene perdón! Menos aún que personeros del gobierno y PDVSA sea hagan cómplices y quién sabe si usufructuarios.
Entonces, ¿cómo escribir respetuosamente sobre la atrocidad de este hatajo de irresponsables, dizque revolucionarios?