Leche, no hay…
Es miércoles. Son las 8:00 de la mañana y Soraida Gutiérrez, ama de casa y madre de dos niños, espera que abran la puerta del supermercado —con el menor de sus hijos en brazos— para comprar una bolsa de leche en polvo.
Es así como cada semana, Soraida, al igual que muchos consumidores venezolanos, se somete a la “odisea de la leche”, a la cola perenne que ha tenido que padecer y se ha “acostumbrado” desde hace cuatro años (2007), cuando inició la escasez del rubro en polvo en el país, a raíz del repunte en los precios del producto en el mercado internacional y la alta demanda de China, quien es líder importador mundial del alimento.
“Esta cola, la madrugonada y la visita a varios comercios para conseguir la leche lo hago por mis hijos, por necesidad, porque yo no tengo para pagar 35 o 50 bolívares por un kilo de leche que cuesta en Las Pulgas”, justificó Soraida, con tono de conformidad.
A este descontento se sumó, Raiza García, ama de casa de 34 años, quien estaba de quinta en la fila.
“Ahorita no hay cola pa’ las que se forman porque la gente no se ha enterado; pero esperá un ratico pa’ que veais que no cabe la gente”. Mientras Raiza hablaba, de repente fue interrumpida por un traseúnte que pasaba en un carro y gritó: ¿Qué están vendiendo?, a lo que Raiza respondió: “Leche, mijo no veis la cola”, haciendo alusión de que ya es sabido que cuando se ve una cola en un supermercado es porque hay leche.
Y es que el lácteo en polvo es un alimento sensible y vital en la canasta alimenticia del venezolano que ha creado una cultura alimenticia tan arraigada y dependiente de este producto, a tal punto que este rubro es el alimento lácteo más consumido en el país, con una ingesta per cápita de cinco kilos al año, triplicando el promedio de un argentino o de un estadounidense.
El panorama del 2007 persiste hoy en los anaqueles del país. Altos precios internacionales, control de precio local, retrasos en licencias de importación y poco incentivo a la producción nacional aunado a la especulación, son las gotas que derraman el vaso de la escasez, a juicio del fuentes del sector lácteo.
“Los precios internacionales tan altos, en 4.400 dólares la tonelada de leche en polvo, están provocando la escasez del producto. La industria láctea importadora se le hace muy difícil costear esta cantidad cuando el precio final del producto está regulado en 16,82 bolívares. Además, antes era importado con el dólar a 2,60 y ahora se compra a 4,30 . Aún estamos a la espera de un ajuste en el precio final”, explicó al diario una fuente del sector importador lácteo, que prefirió no identificarse.
Ante tal escenario, el sector público es el que está asumiendo, en un 75% la importación de la leche (unas 145 mil toneladas/año), y la está suministrando al sector privado.
Ayer, Soraida corrió con la suerte de que en el supermercado que visitó muy temprano estaba dejando sacar cuatro paquetes por persona que le durarán 15 días o un poco más, hasta que vuelva a iniciar el ciclo de la “odisea de la leche”.
Texto: Agencias
