Los rebeldes resisten el ataque
de la fuerzas de Gadafi
Las fuerzas leales a Muammar al Gaddafi han contraatacado en varias ciudades en el este libio, la zona controlada por los rebeldes desde casi el inicio de las protestas y convertida este miércoles en escenario de cruentos combates.
El enclave petrolero de Briqa, a unos 200 kilómetros al oeste de Bengasi y en poder de los revolucionarios, fue objeto este miércoles de un feroz ataque militar repelido por los rebeldes, en tanto que aviones militares bombardearon la cercana Ajdabiya, donde fue derribado uno de los aparatos de los leales a Gaddafi, según las cadenas árabes.
Mientras Gaddafi negaba en la televisión estatal que hubiera manifestaciones en su contra e insistía en que no iba a dimitir, su Ejército hacía su primer intento serio de reconquistar una población de la zona oriental del país en Briqa, donde los rebeldes lograron expulsar a las tropas del líder.
Residentes consultados por Al Arabiya y Al Yazira dijeron que el ataque del Ejército, con apoyo aéreo, comenzó la madrugada de este miércoles y en él participaron dos batallones de las tropas leales a Gaddafi, ayudadas por mercenarios.
Un testigo dijo que unos 200 vehículos militares llegaron a la ciudad, apoyados por tres aviones militares, mientras que, según otro, la resistencia de los grupos rebeldes obligó a las fuerzas de Gaddafi a “escapar” de la ciudad y concentrarse en el aeródromo.
Fuentes militares de Bengasi, la ciudad más importante en poder de los rebeldes, también dijeron a Efe que sus tropas habían logrado rechazar el ataque y expulsar a las fuerzas del régimen de Briqa.
Un periodista de Al Yazira afirmó que para recuperar el control de Briqa fueron desplazadas fuerzas desde Ajdabiya, que este miércoles era escenario también de violentos combates entre las fuerzas de Gaddafi y los rebeldes. Allí, las fuerzas revolucionarias derribaron un avión militar de las brigadas leales a Gaddafi que estaba bombardeando la ciudad, indicó la cadena catarí.
El contraataque de las fuerzas del régimen en el este del país coincide con el anuncio de que la coalición rebelde de esa zona tiene previsto ofrecer una “importante” rueda de prensa, tras la formación ayer de un Consejo Militar en Bengasi.
El exministro libio del Interior, el general Abdel Fatah Yunis, aseguró hoy que están dando pasos para formar un Ejército cuyo cometido será “proteger la revolución” y no descarta que puedan solicitar ayuda internacional.
Si la situación se deteriora, “pediremos en primer lugar una intervención de los hermanos árabes y a continuación de las organizaciones internacionales”, dijo en una entrevista al diario electrónico Quryna.
En las últimas horas, los dos buques de guerra enviados hacia Libia por el Gobierno de EEUU, con unos 2.000 marines, han entrado en el Mediterráneo con la misión de ayudar en las operaciones humanitarias y de evacuación, según el Pentágono.
También este miércoles Canadá ha enviado al Mediterráneo la fragata HMCS Charlottetown, dotada con 240 marineros y un helicóptero, tras coordinar con EEUU su respuesta a la crisis en Libia.
Mientras tanto, los refugiados se hacinan en la frontera y ya son 73.000 los que han cruzado hasta hoy -15.000 de ellos las últimas veinticuatro horas- el puesto fronterizo de Ras el Jedir, según la ministra tunecina de Sanidad, Habiba ben Romdhane.
“La ayuda internacional es muy importante”, “las organizaciones están aquí”, pero se precisa aún más, estimó Ben Romdhane, para quien “la situación ahora está controlada”, aunque no quiso aventurar cuánto tiempo si el flujo de refugiados continúa.