Jhasmit Vélez aparece en afiches de
propaganda de la guerrilla comunista
■ Durante su presunta participación en estas tomas guerrilleras, alias “Felina” era menor de edad, pues habría sido reclutada por las Farc cuando tenía 15 años.
■ La acusan de participar en acciones terroristas que no confesó cuando se desmovilizó en 2007
Las FARC llevan 46 años de lucha contra el Estado colombiano y cuentan con unos 9 mil combatientes, según los datos oficiales. El sábado, el presidente Juan Manuel Santos señaló que en lo corrido de 2011, más de 340 guerrilleros se han desmovilizado y acogido a los beneficios que el gobierno les otorgam, entre ellos, grandes beneficios judiciales, tal como los que recibió Vélez en 2007 tras confensar sus delitos.
Sin embargo, según la delataron otros ex guerrilleros desmovilizados, la ex rebelde omitió contar algunas acciones insurgentes en las que habría sido parte y en las que murieron militares colombianos.
“Al momento de su desmovilización, Vélez omitió haber participado en (algunos) atentados. Por esta razón, y luego de un proceso de judicialización, pierde todos los beneficios y es capturada por delitos de toma de rehenes, homicidio agravado en persona protegida y lesiones personales”, aclaró el DAS, el servicio secreto colombiano, en un comunicado.
Vélez era una de las pocas caras conocidas de las FARC puesto que “es la mujer-imagen de exhibición para la propaganda subversiva impresa en distintas piezas publicitarias del grupo armado ilegal que ha sido utilizada en diversas actividades dentro y fuera de Colombia”, añadió el DAS.
Por otra parte, los ex guerrilleros Jorge Abel Ibarguen Palacio y Yarlei Bañol Ramos, que fueron detenidos en 2008 tras un espectacular tiroteo con la policía en la costa de Panamá, reconocieron su colaboración con las FARC -como miembros del frente 57- ante un Tribunal de los Estados Unidos, a donde fueron extraditados en 2009. Y se declararon culpables de los cargos que penden sobre ellos relacionados con el “apoyo material” a un grupo terrorista, detalló el fiscal de Nueva York Preet Bharara.
Mujeres, sexo fuerte en las Farc:
Las mujeres suelen ingresar a las Farc ligadas por el amor, pero muchas de ellas llegan a desempeñar cargos de decisión en esa organización. No son todas, pero fuentes de la Policía reconocen que “el papel de las mujeres en las Farc ha sido determinante para el cumplimiento de las proyecciones de orden organizativo, seudo político y terrorista de los máximos cabecillas”.
Casos como los de alias Sonia, Nubia Calderón Trujillo, alias Esperanza, alias Nury y hasta alias Karina dan cuenta de que la mujer ha escalado posiciones en la guerrilla, al pasar de formar anillos de base, a cargos de mando como cabeza de frentes y comandantes de la seguridad de miembros del Secretariado de las Farc.
Evidencias recientes del poder femenino en las Farc son Magally Grannobles, alias Mayerly, cabecilla de la columna Héroes de Marquetalia, abatida en un bombardeo el 10 de julio en Planadas, Tolima. “Era una mujer de mando, sanguinaria, temida y respetada dentro de la subversión”. Incluso la apodaban ‘La inmortal’, porque en cinco ocasiones la habían dado por muerta.
Otro caso es el de alias Araceli, cabecilla del Frente 66 ‘Joselo Lozada’, miembro del tercer anillo de seguridad de alias Alfonso Cano y de los 20 guerrilleros de las Farc más buscados. Fue capturada por el Ejército el pasado 18 de julio en Páez, Cauca.
Una fuente de inteligencia de la Policía atribuye esta tendencia al “nivel de confianza y las relaciones sentimentales que se establecen entre las mujeres y los jefes guerrilleros, dándole mayor relevancia al género femenino en las Farc”. Se calcula un promedio de 30 mujeres por frente.
“Cada cabecilla del secretariado mantiene una mujer con la que, en la mayoría de los casos, sostiene una relación afectiva y se convierte en su persona de más confianza. Ellas son las que administran sus comunicaciones y se encargan de sus anillos de seguridad”, sostiene la fuente.
Por ejemplo, el principal anillo de seguridad de alias Iván Márquez está conformado por mujeres: Adriana Hernández Ramírez, alias Lucía Sáenz está a la cabeza. Lucía, radiofonista, cercana a los jefes del Estado Mayor del bloque Caribe, es cabecilla de la compañía Efraín Guzmán (‘Martín Caballero’) y participó en el video ‘La Insurgencia del Siglo XXI’.
Otra fuente de la Policía Nacional afirma que “la mujer más importante en las Farc es alias Victoria o alias La Costeña. Hija de campesinos de Tolima, entró a las Farc desde niña hace 28 años –tiene unos 50– y es muy cercana a Alfonso Cano”.
Su nombre de pila sería Victoria Palmera Sandino, coordinadora de cuadrillas del Frente 21 y el terror en un amplio sector del Tolima: amenaza a los que impiden que sus hijos sean reclutados. Es ideóloga para el adoctrinamiento de los menores.
Las de menor rango ingresan, en su inmensa mayoría, “para huir del maltrato de que son víctimas, por parte de su madre, o de su padrastro o de su padre”, dice la escritora Patricia Lara, autora del libro Las Mujeres en la Guerra.
Lara considera que los casos de Mayerly o Aracely son excepcionales y que las Farc son una organización con un “enorme machismo” en la que el rol que la mayoría de ellas desempeña sigue siendo el tradicional: buscar la leña o cocinar. “Las mujeres en la guerrilla ocupan posiciones menores, la mayoría se encarga de la cocina o labores así”, dice.
Pero los hechos parecen demostrar que el papel de las mujeres guerrilleras ha ido cambiando y se ha ampliado a actos seudopolíticos, ideólogos, relaciones internacionales (Nubia Calderón Trujillo, alias ‘Esperanza’), comunicaciones (radistas), manejo de información sensible, observación y ejecución de actos terroristas.
Alias Karina y ‘Olga Lucía Marín’ llegaron como compañeras sentimentales de jefes de frente o bloque. Igual ocurrió con alias Nury, del Frente Manuel Cepeda Vargas, quien ingresó a las Farc en 1998 con su novio alias Narices. Era radiofonista, tuvo contacto con los jefes de las Farc, hizo un curso de mando y obtuvo figuración, según fuentes de la Policía.
Mano derecha de ‘JJ’, jefe del Frente, cuando ‘Narices’ la dejó en 2007 por Enit Paternina, alias La Rola (capturada), ‘J.J.’ la relegó a comandante de escuadra. Pero como jefe de comunicaciones y coordinadora de milicias urbanas, jugó un papel decisivo en atentados como el apagón en Cali (2005) y el secuestro de los diputados del Valle. Se cree que es caucana, ronda los 35 años, sin hijos, que sobrevivió al bombardeo en el que el Ejército dio de baja este año a alias ‘Narices’. Por ello fue incluida entre los delincuentes más buscados.
‘Alfonso Cano’ parece sentirse más seguro rodeado de mujeres. Pero para el Bloque Oriental, de alias Mono Jojoy, no parecen ser tan importantes, cumplen una función secundaria. “La participación de la mujer en algunos frentes de las Farc es muy discreta”, dice la fuente policial.
Otras guerrilleras activas:
Tanja Anamary Nijmeijer, alias Eillen: Ingresó a las Farc en 2002, vinculándose al Frente Antonio Nariño, de Bogotá, donde ha participado en actos terroristas. Su dominio de otros idiomas le han permitido ser cercana al ‘Mono Jojoy’. Al parecer, sirvió de intérprete con los tres norteamericanos que estuvieron secuestrados por las Farc.
La quinta cabecilla del Frente 57 de las Farc, con influencia en Beté, Chocó, es alias Gloria, con 35 años en la guerrilla. Según inteligencia militar, su amplia formación armada y castrense le ha permitido ascender a cargos de importancia en el Bloque Iván Ríos, donde es parte del Estado Mayor, encargada de las comunicaciones y es la ‘jefe de personal’ de las Farc.
La compañera sentimental de ‘Tirofijo’, ‘Sandra’, era la encargada de las comunicaciones del cabecilla guerrillero. A pesar de la muerte de éste goza de amplio respeto.
En las ‘fuerzas especiales’ de las Farc, Luz Élida Guevara, alias La Pequeña o La Chiqui, es responsable de las comunicaciones de ‘El Paisa’, cabecilla de la Teófilo Forero, donde ocupa un mando medio. Es de amplia confianza en la planeación de acciones terroristas de impacto.
Por su formación militar y seudo-política, desde 1998 Gloria Emilse Padierna Cartagena, alias Otilia Ruiz o La abuela es la tercera cabecilla del Estado Mayor del Frente Aurelio Rodríguez de las Farc, con influencia al sur del Chocó. Tiene 45 años, 25 en las Farc. Integró el Frente 5º en Antioquia y por su prontuario, manejó la logística del secuestro y custodia del ex representante Óscar Tulio Lizcano.
En el sur del país:
El Comando Conjunto Pacífico del Ejército Nacional ofrece de 200 a 500 salarios mínimos de recompensa por:
Alias Mireya Andrade, compañera sentimental de ‘Pacho Chino’, cabecilla del Comando Conjunto Occidente de las Farc. En 21 años en la organización ha pertenecido a los frentes 6, 8, 21, 29 y 30 y a la Comisión Simón Rodríguez. Es la responsable de la propaganda de los frentes 6 y 30, de la comisión de organización de masas y reclutamiento, de la emisora Voz de la Resistencia e instructora en comunicaciones, enfermería y explosivos.
Desde 1990 ha participado en asaltos a tropas Ejército, la Armada y atentados contra la Policía y tomas a los puestos de Policía de Cauca y Valle. Este prontuario la hizo partícipe activa del secuestro de diputados de la Asamblea del Valle en 2002.
Otra de las más buscadas en el Suroccidente es alias Marcela, la número 2 al mando de la Compañía Ambrosio González de las Farc, donde lleva 18 años. Encargada de la política, la Revista Resistencia y ex escolta de alias Alfonso Cano.
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