Saif al-Islam al-Gadafi se mudó en Londres
a una casa valorada en US$17 millones
■ El pasado domingo, Saif al-Islam al-Gadafi, el hijo del líder Libio, Muamar Gadafi, apareció en la televisión estatal para decirles a los que participaban en las protestas que abandonaran las calles o se enfrentarían a ríos de sangre.
Londres.- Unas palabras que contrastan fuertemente con su alocución en la London School of Economics (LSE, por sus siglas en inglés) hace dos años.
Tras donar más de US$2,5 millones a la universidad, fue presentado de forma muy elogiosa por el profesor David Held, que dijo de él: “He llegado a conocer a Saif como alguien que busca su núcleo de inspiración en la democracia, la sociedad civil y los valores liberales profundos”.
Pero ni siquiera Saif al-Islam al-Gadafi pudo mantener el tono serio cuando comenzó a dar su discurso sobre la democracia en su país. “En teoría Libia es el Estado más democrático del mundo”, dijo provocando las risas de la audiencia y añadió, en tono jocoso, “en teoría, en teoría”.
Estos días, el profesor Held está consternado por el mensaje televisado de de Saif al-Islam al-Gadafi, los estudiantes del LSE ocuparon algunas de las oficinas del centro en forma de protesta y la universidad, avergonzada, rechazó la mayor parte de aquella donación.
Para colmo, la escuela universitaria ha tenido que abrir una investigación ante las denuncias de plagio de ciertas partes del doctorado del hijo de Gadafi. La ironía del título de la tesis “El papel de la sociedad civil en la democratización de las instituciones de gobierno globales”, no se le escapa a nadie.
Aprendizaje fallido:
Para el examinador de Gadafi, el prestigioso economista Lord Desai, Gadafi se ganó su título de doctorado y la escuela estuvo acertada cuando aceptó esa donación.
Su único pesar, según dijo el jueves, es que Gadafi no aprendió suficiente sobre la democracia.
“He leído la tesis, la examiné con otro profesor, la defendió muy bien, no había nadie más presente allí y no creo que haya ninguna razón para pensar que no la hizo él”, aseguró.
Y añadió que “están exagerando, este hombre es lo suficientemente malvado, no hace falta añadir que también es un plagiador”.
El LSE no es la única institución británica en la que ha sonado el nombre de Saif al-Islam al-Gadafi.
El segundo hijo del líder libio describió a Tony Blair como un amigo de la familia, aunque el ex primer ministro británico asegura que sólo se reunió con él una vez desde que dejó su cargo y no mantiene ninguna relación comercial con Gadafi.
Vida de multimillonario:
El enviado británico en Asuntos de Comercio, el Duque de York, ha alojado a Saif al-Islam al-Gadafi en el Palacio de Buckingham, aunque según un portavoz del palacio no son amigos.
Por su parte, el ex secretario de Comercio, Lord Mandelson, se reunió con él en varias ocasiones, una de ellas en una villa en Corfú propiedad del ministro de Finanzas británico, Nat Rochschild.
Tanto Roschild como su socio, el oligarca ruso Oleg Deripaska fueron invitados a la fiesta del 37 cumpleaños de Saif al-Islam al-Gadafi en Montenegro.
En Londres, llevó el estilo de vida de un millonario. Hace dos años se mudó a una casa de más de US$17 millones que tiene hasta un cine en su interior y está próxima a un área del norte de Londres conocida como el barrio de los multimillonarios.
La Autoridad de Inversiones de Libia también tiene propiedades en céntricos lugares de la capital británica como Oxford Street o Trafalgar Square.
“Estrangulamiento económico”
Siempre hubo una delgada línea de separación entre el dinero de Gadafi y el dinero de Libia, una de las razones por las que Saif al-Islam al-Gadafi se convirtió en alguien tan influyente.
“La familia Gadafi controla todo en Libia, donde no se cierra ningún negocio de inversión interna o externa sin su aprobación”, explicó a la BBC el diputado del Partido Conservador británico Daniel Kawczynski, autor de un libro sobre la familia del líder libio y que lidera el Grupo de Todos los Partidos por Libia.
“Ellos han tenido la economía estrangulada hasta ahora en Libia. No he visto nada igual en todo el mundo”, añadió.
Pero el hecho es que siempre había alguna buena razón para suavizar las relaciones con el hombre que hasta hace poco era considerado el heredero del trono en un país saludable y rico en petróleo.
Tarde o temprano, el coronel Gadafi iba a marcharse y su hijo, abiertamente prooccidental y reformista, iba a tomar las riendas del país. Pero parece que las cosas no serán así y los que han estado de su lado ahora se dan cuenta de los costos.