Actual situación genera preocupación
en el sector comercial y hotelero
A tan solo dos semanas de iniciarse la fiesta de Carnaval en el pueblo de Higuerote aún no se respiran aires de temporada vacacional, sino todo lo contrario: los empresarios y comerciantes temen no poder recuperarse de los efectos que les dejó la tragedia de diciembre.
Y es que de los ochos principales complejos hoteleros que hay en el litoral barloventeño, aún quedan cinco que sirven de refugios para damnificados. El 40% de las 400 habitaciones que son la capacidad hotelera de la zona, no pueden utilizarse.
Esta situación ha generado preocupación en el sector comercial del pueblo que se declaró en emergencia y decidió la semana pasada solicitar a las autoridades municipales de Brión que agilice la desocupación de la red hotelera, por cuanto temen que las ventas sigan bajando, que hasta la fecha ha descendido en más de 30%, “porque la gente no tiene donde hospedase”, dijeron en una asamblea de comerciantes con propietarios de los hoteles.
“Perdimos la temporada navideña y ahora también la de Carnaval. Nos prometieron que para el 20 de diciembre ya serían desalojados los hoteles, y que nos iban a exonerar el pago de los servicios y nada de eso se ha cumplido. Mas bien me llegó una comunicación de Hidrocapital que me iban a cortar el servicio de agua por moroso. Que la corten, yo estoy prácticamente quebrado”, afirmó Rolando Menega, gerente del Hotel Barlovento.
De las 48 habitaciones que tiene el hotel, se mantienen ocupadas 20 con 17 familias, que equivale a 46 personas entre adultos y niños. En similares circunstancias se encuentran los hoteles Agua Marina (95 personas), Centro Turístico Higuerote (26 familias), Bahía de Los Piratas (300 personas) y Agua Sal , entre otros.
Recuerda Menega que cuando ocurrió la tragedia de diciembre, que llovió en el pueblo por casi tres semanas seguidas, las autoridades militares le exigieron la colaboración y “le dimos alojamiento bajo ningún compromiso de pago por las habitaciones, pero ya a casi tres meses, es inaguantable”.
Relata que ha tenido que rechazar reservaciones para Carnaval, porque no tiene ni capacidad hotelera ni los servicios para cumplir con los clientes.
Playeros afectados
Mientras a los comerciantes que tienen los puestos a la orilla de la playa también les ha afectado la situación. La playa Los Cocos, donde operan cerca de 10 puestos, es una de las más afectadas. Yadira Guzmán, propietaria de uno de los puestos afirmó que desde diciembre no ha podido recuperarse, “porque la gente no tiene donde quedarse. Yo no me hago muchas ilusiones con el Carnaval porque sigue igual”.
En la playa Los Totumos, Wilmer Chirinos, presidente de la asociación de comerciantes, dijo que además del tema de los hoteles “tenemos deficiencia en los servicios como agua , seguridad y vialidad que deben ser bordados cuanto antes”.
MIGDALIS CAÑIZALEZ V. | EL UNIVERSAL
domingo 20 de febrero de 2011
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