Ben Ali en coma y Mubarak
se está dejando morir
Los dictadores derrocados en Túnez y Egipto no viven sus mejores días. Mubarak y Ben Alí, no sólo están unidos por sus totalitarismos, sino también por el precario estado de salud que atraviesan. Ambos ex mandatarios permanecen ingresados desde la caída de sus respectivos imperios.
Nicolas Beau, un periodista francés especialista en Túnez, informó ayer de que el ex presidente de Túnez, Zine al Ben Ali, de 74 años sufrió hace tres días un derrame cerebral y podría estar en coma.
El rotativo francés Le Monde se ha hecho eco de este dato que Beau comunicaba en su propio blog citando “fuentes de plena seguridad” en Túnez.
También fuentes en Arabia Saudí, donde el ex dictador tunecino y su familia encontraron refugio tras ser derrocado hace un mes, confirmaron más tarde la noticia. “Entró en coma hace dos días. Está en un hospital de Jedah”. “Tuvo un accidente cerebrovascular. Está muy grave”.
La agonía de Mubarak. Mientras tanto, el otro líder árabe derrocado por una revuelta popular, Hosni Mubarak, de 82 años, sigue siendo fuente de rumores sobre su ánimo y su estado de salud.
Una semana después de su renuncia como presidente, el estado psicológico de Mubarak, derrocado tras 30 años en el poder, es “muy difícil”; podría incluso padecer una depresión, según el diario Al Gumhuriya.
Según este periódico, Mubarak rechaza tomar medicamentos, a pesar de que está enfermo. Además, el ex presidente insiste en que no abandonará el país “bajo ninguna circunstancia”.
El pasado marzo, el egipcio de 82 años fue operado en Alemania por un pólipo en el intestino delgado y la vesícula biliar. El 13 de febrero la web francesa JSSNEWS aseguraba que Mubarak estaba en fase terminal de cáncer y que estaba “entre la vida y la muerte”.