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En el limbo edificios expropiados

La desinformación ronda a los inmuebles en construcción expropiados por el Gobierno. Los dueños de los apartamentos siguen acercándose a las oficinas a preguntar cuándo empezarán a trabajar.

Propietarios de El Encantado esperan
que inicien la construcción

 

El único sonido que se escucha en los predios del desarrollo habitacional expropiado El Encantado, en Macaracuay, es el del viento. El avance de las obras tomadas por el Gobierno ha sido nulo desde que se aplicó la medida, en noviembre del año pasado.

Aún cuando a los propietarios de las residencias en construcción se les dijo que los obreros y la junta interventora (compuesta por funcionarios de Indepabis) retornarían de vacaciones el 17 de enero, este miércoles 19 no había rastros de ellos.

Al contrario, un perro correteaba solitario entre la maquinaria y las montañas de arena, mientras dos funcionarios de la Guardia Nacional mataban el tedio de no tener nada que custodiar jugando chapitas.

Otto Barrios, propietario y miembro de la junta administradora permanente, aseguró que en reunión con funcionarios de Indepabis, el acuerdo había sido iniciar la “preparación de las máquinas” esta misma semana. A pesar de la inactividad que se observa en la obra, Barrios llamó a los propietarios a tener tranquilidad y comprensión: “Llegamos el 15 de diciembre y enseguida vinieron las vacaciones de los obreros, claro que estamos trabajando. El Estado está aquí como supervisor de una obra con dos años de retraso”.

Para Antonio Álvarez, dueño de un apartamento en la torre N, es difícil estar tranquilo: “Yo sigo pasando para ver cómo está avanzando esto. He venido varias veces desde el lunes, pero todavía nada. Dejo esto a Dios, pero lo que veo es que los edificios que están haciendo en frente (Petare) están a cargo del Gobierno y no han avanzado en nada. Si ellos no tienen material, imagínate…”.

Gustavo Pérez, propietario de la primera etapa (los únicos que la constructora logró entregar), asegura que fue afectado igual por la medida: “Los estacionamientos no están terminados. Además esto iba a ser un complejo urbanístico que integraba seguridad en las cuatro etapas, y muchas otras ventajas que ahora dudo que se cumplan. Nuestras propiedades perdieron valor con todo esto”.

Pérez afirmó que los edificios de la primera etapa presentan graves problemas de filtraciones, que la constructora ya los estaba reparando. Ahora no saben qué pasará y tampoco tienen a quién preguntarle.

Tampoco ha comenzado el proceso de protocolización. En esa primera etapa, según se conoció extraoficialmente, los funcionarios de Indepabis entregaron llaves de algunos apartamentos, pero sin documentos formales o títulos de propiedad.

Indepabis presente

Unos metros más arriba en el terreno, en El Encantado Humboldt -desarrollo al que se le aplicó la ocupación temporal-, los procesos de protocolización están encaminados, según cuentan los propietarios.

Rainiero Casoni, vocero del consejo comunal, explicó que funcionarios de Indepabis se mantienen en las oficinas fiscalizando que los apartamentos se entreguen a los compradores originales y al precio acordado, pero la mediación no ha sido necesaria hasta ahora.

La situación se repite en el conjunto residencial ocupado de la avenida Libertador, Plaza Jardín, en donde apenas faltan detalles para que los apartamentos estén habitables.

Carmen García, una de las propietarias, aseguró que mientras estuvo en la junta administradora temporal (que ayudaba a los funcionarios a fiscalizar los contratos) no encontró ninguna irregularidad por parte de la constructora.

“Pero pareciera que quieren (los funcionarios) que todo el mundo acuse a las constructoras. Yo no tuve ninguna opción para comprar un apartamento con el Gobierno, tuve que conformar una asociación civil y acudir a una constructora privada. Los plazos se están cumpliendo como nos habían prometido, que el Indepabis esté ahí es una medida política, de propaganda”. García explicó que los trabajos se habían retrasado, pues los funcionarios insistían en comprar cemento regulado, pero el material no se consiguió. Al final tuvieron que comprar el que se consiguió en mercado (más caro). Roger Díaz, de la nueva junta, dijo que el problema del cemento ya se había resuelto y justificó la presencia del Indepabis, pues la constructora había prometido entregar los apartamentos en el primer trimestre del año pasado y no cumplió.

En el complejo San José de El Ávila (Cotiza), la medida de ocupación temporal aceleró la entrega de algunos apartamentos a sus dueños, aunque aún no les han dado títulos de propiedad, según el testimonio de algunos de ellos.

Y aunque a ratos se aburran, los guardias Nacionales son necesarios, porque en varios de estos inmuebles se han producido conatos de invasión en los últimos días.


MAYE ALBORNOZ | EL UNIVERSAL
viernes 21 de enero de 2011

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