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CORRUPCIÓN: No hay responsables por la fuga de presos del retén de La Planta

La Guardia Nacional se encarga de la vigilancia externa de los penales. Controla la entrada y salida de personas.

La Guardia Nacional falla en su trabajo de
hacer la custodia externa de los penales

 

Ni la Fiscalía ni el Cicpc han iniciado las averiguaciones por la evasión de dos reclusos del recinto.

El viernes 4 de febrero, después de las 6:00 pm, José Johán López, alias “el Johan”, y Deivis Martínez, “Mecha”, cruzaron la puerta que los dejó en libertad.

Tenían 3 y 5 años en la cárcel, respectivamente, cumpliendo condenas por homicidio. Sólo se llevaron algunas armas que habían obtenido dentro del Centro de Reeducación Artesanal de El Paraíso, mejor conocido como el retén de La Planta.

Salieron por la entrada principal, después de recorrer 250 metros desde sus celdas hasta la salida. Allí lograron burlar a los funcionarios de la Guardia Nacional encargados de la seguridad externa del penal.

Un custodio del centro aseguró que posiblemente la fuga se arregló con los cinco guardias nacionales encargados de la entrada. El acuerdo habría consistido en que no estuviesen en sus puestos al momento de la evasión.

El artículo 8 de la Ley de Régimen Penitenciario establece que la custodia de los penales en su parte exterior es competencia de los organismos militares. En el caso de La Planta, son 17 funcionarios del destacamento 54 de la Guardia Nacional los que tienen la responsabilidad de resguardar el perímetro del penal, vigilar la entrada y salida de personas, hacer el conteo diario, dos veces por día, y supervisar los trasladados de reclusos a los tribunales.

“La fuga de un preso es un delito y, por tanto, hay una responsabilidad penal para quienes dejaron de hacer su trabajo, que era cuidar a estas personas.

Es responsabilidad del Estado, porque los presos están bajo su custodia. Si a eso le sumamos que no hay suficiente personal para cuidar una población de más de 44.000 reclusos, lo que se puede decir es que si no se ha fugado más gente es porque no les ha dado la gana”, explicó la abogada Mónica Fernández, que en el pasado fue jueza y directora de prisiones.

Fernández se refiere a lo que expresa el Código Penal venezolano en el artículo 268, el cual estipula que aquel funcionario público que sin autorización le permita a un recluso salir aunque sea temporalmente del lugar donde éste se encuentre detenido, será castigado con prisión de 15 días a 6 meses, y en el caso de que el reo se fugue, la prisión será de 3 meses a 2 años.

En su comparecencia del martes en la Asamblea Nacional, Tareck El Aissami, ministro de Relaciones Interiores y Justicia, propuso una nueva legislación penitenciaria que excluyera a la Guardia Nacional de la custodia externa para ser reemplazada en el tiempo por la Policía Nacional Bolivariana.

Silencio cómplice. En relación con la fuga de López y Martínez ­que eran los líderes de pabellón del área de Los Talleres­, en La Planta se maneja la hipótesis de que aprovecharon la entrada de la visita, que llegó el viernes a la pernocta del fin de semana, para evadirse sin ser vistos. Hasta ahora nadie sabe con certeza cuánto pudieron haber pagado por su huida.

José Johán López estaba preso por el homicidio de Franco Arquímedes, presidente de la Federación Bolivariana de Motorizados, ocurrida en 2007, una de las pocas víctimas de la violencia por la cual el presidente Hugo Chávez pidió públicamente justicia.

A una semana de la evasión ninguna de las autoridades del penal ­funcionarios de prisiones o de la Guardia Nacional­ ha sido destituida ni sancionada. Tampoco hay conocimiento de que exista una averiguación abierta por el Ministerio Público. A la subdelegación del Cicpc en El Paraíso (por la ubicación de La Planta) le correspondería ejecutar la investigación de la fuga; sin embargo, a los funcionarios de esta dependencia no se les ha encomendado la tarea. “Eso lo están investigando internamente, pero no ha pasado nada”, dijo uno de los custodios del penal.

De la puerta hacia adentro:

La Ley de Régimen Penitenciario también especifica en su artículo 83 que el área interna del penal estará custodiada por personal especializado en materia penitenciaria, para lo cual debe estar capacitado.

Carlos Nieto Palma, director de la ONG Una Ventana a la Libertad, indicó que, de acuerdo con los estándares internacionales establecidos por la Organización de Naciones Unidas, por cada 20 reclusos debe haber un custodio. En el caso de La Planta, hasta el pasado viernes había 5 custodios para 2.178 presos, cuando debería haber 109 para alcanzar la cuota internacional establecida.

“En ninguna de las cárceles venezolanas, ni siquiera en la de Coro o en Yare III, que son las más nuevas, hay la cantidad de custodios suficientes para cuidar a los reclusos”, apuntó Nieto Palma.

Pernoctas:

Carlos Nieto y Mónica Fernández coinciden en que parte del problema en relación con las fugas es consecuencia de la complacencia del Ministerio de Relaciones Interiores y Justicia con las pernoctas de los familiares en los centros de reclusión.

“No puedes generar un privilegio sobre las bases de una violación de la ley y dejar que las familias se queden allí, entren y salgan cuando quieren”, dijo Fernández. Los expertos afirman que esta situación sólo ha traído como consecuencia que el control de los penales esté en manos de los presos.

Durante toda la semana se intentó contactar a la directora del Servicio Penitenciario, Consuelo Serrada, pero el director de su despacho manifestó que se encontraba muy ocupada, por lo que no podía atender a la prensa.

Libertad en dólares:

El colombiano José María Corredor Ibagué, conocido como “el Boyaco”, se fugó de la sede de la antigua Disip, en el Helicoide, el 10 de junio de 2005 en la noche.

Este personaje había sido detenido ocho meses antes y esperaba que se gestionara su extradición a Estados Unidos.

El entonces ministro de Relaciones Interiores y Justicia, Jesse Chacón, dijo que se habrían pagado entre 1 y 3 millones de dólares a los 3 funcionarios de la Disip que posteriormente fueron imputados. Además, fueron destituidos el comisario Jesús Arellano y el director coronel Miguel Rodríguez.

Sin pistas de los invisibles:

El domingo 29 de agosto de 2010, Fraiberth Velasco, líder de la banda Los Invisibles, dejó un mensaje en su Messenger antes de evadirse del penal de Tocuyito, en Carabobo, aproximadamente a las 12:00 del mediodía.

Salió vestido de mujer y llevaba puesta una peluca. Pasó varias barreras de seguridad del penal, algunas de guardias nacionales, sin ser descubierto.

Un día después, 10 custodios de la Mínima de Tocuyito fueron imputados por complicidad en la evasión y el director del penal, Hebert Hernández, fue destituido del cargo. No hubo efectivos de la GN mencionados en la investigación.

El 19 de octubre de 2010, el hermano de Fraiberth Velasco, Brayan Velsco, también miembro de Los Invisibles, logró escaparse de la Penitenciaría General de Venezuela, en San Juan de los Morros. Había sido condenado a 12 años de prisión en enero de 2009, por secuestro y homicidio.

Cuando las autoridades se dieron cuenta de la evasión, se supo que además podían ser 200 los reclusos fugados, porque no tenían la costumbre de pasar número para llevar un registro de internos. El Cicpc abrió una averiguación por este caso y fueron destituidos de sus cargos varios custodios del Ministerio de Relaciones Interiores, pero ningún GN.


Por: THABATA MOLINA
tmolina@el-nacional.com
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