Hoy daremos la impresión de
ocuparnos de algo banal

Desde hace varios años nos bulle en la mente la idea de comunicar nuestra percepción y visión de lo que es la comunidad denominada Weston en el estado de Florida en Estados Unidos de América. La idea nos viene recurrentemente, pues para nadie es secreto que se ha constituido en un sitio preferido por amplios sectores de los emigrantes venezolanos y de quienes pasan sus vacaciones en esa ciudad. De allí el remoquete de Westonzuela, por cierto, errado e inmerecido.

Weston, hemos escuchado, es la materialización de un deseo de Walt Disney. El genio de la cinematografía quiso que su organización desarrollara una comunidad donde se plasmara la idea que él tenía acerca de la manera como debía vivir la sociedad media norteamericana.

Se adquirieron y ocuparon unas setecientas hectáreas de terrenos inhóspitos, a una distancia importante de Miami y a veinte y cinco kilómetros de Fort Lauderdale, para aquella época el sitio importante más cercano. Su mejor vecindario eran los famosos y protegidos “Everglades”.

Disney expuso la idea a los gerentes de sus unidades de proyectos y de construcción. Estos respondieron con un proyecto estupendo y el elemento final de su cadena productiva, ARVIDA, realizó un trabajo excepcional y construyó esa ciudad.

En Weston viven hoy algo más de sesenta y un mil personas alojadas en veinte y tres mil unidades de vivienda de distinta conformación y aspecto: desde lujosas quintas y apartamentos hasta viviendas pareadas de mayor densidad. Pero Weston tiene una gama de servicios realmente envidiables. Un centro vecinal donde existen locales comerciales, bancos, oficinas, consultorios médicos, restoranes y casi todo lo que puede necesitar uno de sus vecinos. La vialidad, el paisajismo y la jardinería, que también son importantes, están diseñados y mantenidos cuidadosamente.

Capítulo aparte merece la educación. Weston tiene uno de los mejores elencos de colegios, escuelas y centros de estudios que llegan hasta nivel universitario. Siete escuelas elementales, dos medias y dos de bachillerato, son públicas. Cinco escuelas privadas y dos extensiones de organizaciones universitarias y casi todas están ubicadas en los mejores lugares de las clasificaciones de calidad y excelencia.

La población de Weston comprende a unos treinta mil latinoamericanos, es decir, casi la mitad de sus residentes provienen de nuestros países y hemos escuchado que allí habitan de manera continua o por las épocas de vacaciones unos cinco mil venezolanos. La colonia colombiana es mayor y la constituyen unas ocho mil personas. La edad promedio de todos los habitantes es de 36 años. El 96% terminó el bachillerato y el 58% la universidad, la mitad habla, adicionalmente, otro idioma. De acuerdo con las estadísticas que se refieren, Weston es una de las veinte y cinco mejores comunidades pequeñas, de Estados Unidos y aloja la población con mayores ingresos en el estado de Florida (83.000 $/año).

Weston tiene dos centros deportivos, construidos en las cercanías de los colegios, estamos seguros que no existe nada igual al sur del Río Grande. En cada uno de ellos hay ocho campos de beisbol, ocho de fútbol, piscinas e instalaciones para casi todos los deportes que se practican en las edades escolares.

El desarrollo de Weston, desde la idea de Disney hasta hoy, requirió de muchos años eficientes.

Traemos a colación todas estas banalidades y las que se quedaron en el tintero, pues escuchamos las declaraciones que hablan (sic) de construir en Venezuela cientos de miles y hasta un millón de unidades de viviendas. Si se hacen como se está proponiendo, no tendremos viviendas sino depósitos de gente. Pregunto nuevamente: ¿Dónde están los servicios que esas personas requieren? Aspiremos a una calidad de vida de mejor nivel.

RAFAEL DÍAZ CASANOVA | EL UNIVERSAL
rafael862@yahoo.com
viernes 11 de febrero de 2011