El proyecto se encareció por
la inflación y devaluación
El retraso ha marcado la evolución del Plan de Gasificación Nacional prácticamente desde que fue anunciado por el Gobierno, hace 5 años. En ese entonces, las autoridades de Petróleos de Venezuela señalaron que entre 2007 y 2015 la distribución de gas directo mediante tuberías llegaría a 3,2 millones de familias en los 23 estados del país y en el Distrito Capital.
“El plan de gasificación es un proyecto de servicio social considerado estratégico para mejorar la calidad de vida de la población, pues otorga la mayor suma de felicidad en los sectores más humildes del país”, señalan los documentos de Pdvsa. Añade que el proyecto es parte de los lineamientos de “suprema felicidad social” y “potencia energética mundial” previstos en el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007-2013.
De acuerdo con el cronograma, durante 2010 debió completarse al menos la mitad del proyecto, que incluía los estados centrales y parte del oriente del país. Sin embargo, los desembolsos han tenido interrupciones y según cifras preliminares representan 25% de un plan que originalmente se calculó en 2,3 millardos de dólares y que está en revisión, debido a que los costos del acero, las tuberías y la mano de obra han aumentado, principalmente por la inflación y la devaluación de bolívar.
A fines del año pasado Pdvsa anunció un reimpulso del plan de gasificación por el reLos cilindros. Parte de la demora en los proyectos de gas zago que tenía. No se había alcanzado ni 1% de los hogares previstos, entre otras cosas porque se excluyó a las empresas privadas de esa actividad, como prevé la Ley de Hidrocarburos Gaseosos.
“Con el plan de gasificación ocurre lo mismo que con las viviendas: se ha llevado gas directo a 20.000 familias. Hay casos puntuales en una calle en Petare o en el interior del país, pero se está lejos de lo que han hecho otros países de América Latina”, comenta Nelson Hernández, consultor de la firma Gerencia y Energía.
“Un plan similar en Colombia logró llevar gas directo a 4 millones de hogares en 10 años porque se hizo con los gobiernos municipales y con el sector privado. En Venezuela, el plan de gas es solo un ejemplo de cómo el Gobierno está entrampado energéticamente”, agregó.
directo se debe a que en los últimos cuatro años Pdvsa ha dado prioridad al programa de suministro de gas mediante bombonas, que tradicionalmente fue manejado por empresas privadas.
“El atraso que tiene el plan de gasificación evidencia que Pdvsa necesitará más de 270 años para completarlo, lo que ocurrirá también con las bombonas”, afirma Diego González, ex gerente de Pdvsa Gas.
“Se intenta avanzar en el programa de bombonas, pero el problema está en el déficit de gas propano. Han tenido fallas en el intento de impulsarlo a través de los consejos comunales”, añade.
A finales de 2007 Pdvsa tomó la decisión de adquirir las empresas Vengas y Tropigas y, más recientemente, anunció la estatización de Tauro Gas, lo que le garantiza el control de más de 60% del suministro. No se descarta que se concreten nuevas estatizaciones debido a las pérdidas que afrontan las compañías privadas que todavía quedan en esta actividad.
En cuanto al servicio, han aumentado las quejas por el tiempo que tarda una familia en recibir la restitución de las bombonas. Se pasó de un lapso de entrega que no tardaba más de 3 días después de que se hacía la solicitud a 21 días y hasta un mes. Situación similar se reporta para la instalación del gas directo por parte de Pdvsa Gas.
También hay escasez de cilindros porque parte se ha destinado a atender el acuerdo de Petrocaribe. Los expertos coinciden que las quejas son mayores en el interior del país que en Caracas, donde se intenta evitar fallas en el suministro como ocurre con la electricidad o con la gasolina.
Consecuencias:
Calculan déficit de gas en 2 millones de pies cúbicos. Uno de los problemas estructurales que afronta el país es que no se ha logrado solventar el déficit en la producción de gas natural, que se calcula en 2 millones de pies cúbicos diarios. De igual manera, la caída en la producción petrolera ha perjudicado la generación de licuado de petróleo que se utiliza para las bombonas.
Los retrasos en el suministro de bombonas y en la instalación de tuberías para llevar gas directo ha obligado a recurrir a hornillas eléctricas lo que va en contra del plan de ahorro impulsado por el Ejecutivo nacional.
El Gobierno intentó que las compañías privadas se incorporarán al plan de gasificación nacional como empresas de producción social.
Posteriormente se ha intentado recurrir al acuerdo suscrito con Bielorrusia.
Uno de los problemas que afronta el sector cementero, además de la estatizaciones, es la falla en los suministros de gas. Parte de los volúmenes ha sido destinado, principalmente, al sector eléctrico.
Por: ANDRÉS ROJAS JIMÉNEZ
arojas@el-nacional.com
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