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MARÍA LIVIA VASILE: “Mi vida se paralizo desde que detuvieron a Biagio”

La esposa del ex alcalde del municipio Bruzual de Yaracuy se aferra a Dios y espera que la pesadilla termine.

Los hijos del diputado Pilieri han sufrido el drama de
ver a su padre preso aunque fue absuelto dos veces

 

El 4 de febrero de 2009 es una fecha que no olvida la familia Pilieri Vasile, ese día el diputado Biagio Pilieri fue privado de su libertad y recluido en el Internado Judicial de Yaracuy. Su esposa María Livia Vasile recuerda que desde ese momento la vida cambió completamente para toda la familia, pues ya han acompañado a Pilieri en dos juicios: en el primero quedó absuelto y del otro sólo hay testimonios de una sentencia absolutoria que nunca se otorgó.

A uno de los integrantes de este núcleo familiar que más le ha afectado todo el proceso judicial es al hijo menor del matrimonio, Jesús Alfredo Pilieri, de diez años, quien desde el principio ha estado al tanto de cada uno de los procedimiento por los que ha tenido que pasar su padre y no pierde las esperanzas de verlo en libertad.

“Yo quiero estar allá afuera, porque quiero verlo y esperarlo”, le decía Jesús Alfredo a su madre cada vez que su padre tenía una audiencia, sus esperanzas eran que su papá regresara a casa con él.

“Mi hijo menor vivió una decepción tras otra al no verlo salir. Para Biagio era doloroso no poder socorrer el llanto de su niño, las angustias y los dolores de cabeza que le daban”, asevera María Livia.

Jesús Alfredo se altera y se angustia cada vez que ve una patrulla o algún movimiento fuera de lo normal frente a su casa. Le han explicado que en cualquier momento pueden venir a buscar a su padre y tratan de evitar más daños psicológicos.

LO POSITIVO DENTRO DE LO NEGATIVO

Vicente Pilieri es el hijo mayor del ex alcalde del municipio Bruzual. Tiene 18 años y estudia Comunicación Social, la carrera que estudió su padre. Recuerda que antes del proceso judicial eran una familia normal, cada quien estaba pendiente de sus quehaceres, pero a raíz del arresto se han unido. “Esto que nos ha pasado ha servido para unir tanto a la familia de mi padre como la de mi padre”, explica. Ahora ve su familia como un equipo, donde mantenerse unidos y en pie de lucha es lo primordial.

Vicente se ha convertido en el apoyo de su madre, con la que comparte las responsabilidades cotidianas. Se asombra de que en contadas oportunidades y, aunque parezca ironía, su padre es el que les da fuerzas para no desfallecer.

Asegura que le desea todo el bien a quienes les han hecho daño a Pilieri y no deja de admirar a su padre ni un minuto del día.

A quien también admira es a su abuelo, Vicente Pilieri, que a sus 86 años no dejó de acompañar ni un día a su hijo cuando estaba en la cárcel y mucho menos ahora que está en casa “Desde que esto comenzó mi abuelo nunca ha llorado, no ha tenido una mala palabra o una mala cara. Es una persona que siempre está apoyándonos”, revela Vicente.

FIDELIDAD, CONSTANCIA Y FE

María Livia Vasile se casó con Biagio Pilieri hace 21 años. Más allá del amor que le tiene a su esposo lo admira por la lucha que ha mantenido a lo largo de su vida política y la lealtad con la que ha trabajado por Yaracuy.

Lamenta que desde hace dos años no tienen paz y viven en una “constante zozobra” de no saber qué va a suceder.

“Mi vida se paralizó desde que detuvieron a Biagio. A partir de ese momento nuestra entrega ha sido total, en todos los sentidos, con el fin de salir de todo esto. Innumerables veces nos hemos preguntado qué es lo que quieren los que aún lo mantienen preso, mientras tanto todos seguimos privados de nuestra libertad”. afirma. Vasile también lamenta que otras tres personas estén detenidas y estén pagando por un juicio político.

AYUDA POR DOQUIER

Para la familia de Pilieri sobrevivir a dos años sin el apoyo económico del diputado ha sido difícil, pero nunca han dejado de recibir ayuda de familiares y amigos. “Hay quienes rezan, hay quienes nos visitan y hay quienes aportan económicamente. Nunca hemos estado solos y sé que no habrá tiempo para pagarles toda la ayuda que nos han dado. Nuestros amigos y familiares nos han servido de muletas para poder seguir en pie”, asevera.

Agradecido por todo el apoyo que ha recibido, Biagio Pilieri se levanta todos los días con una oración y agradece los meses que ha podido compartir con su familia desde que le otorgaron el beneficio de casa por cárcel. Trata de compartir con sus hijos viendo un juego de pelota pero no olvida que fuera de su casa siempre está una patrulla de policías vigilándolos.


Por: JESENIA FREITEZ

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