En una propiedad de la familia Mezerhane
se alojan 10 mujeres encinta
Hasta 25 damnificadas pueden vivir temporalmente en la quinta Tucusa, aunque deben irse una vez que den a luz. La casa vacacional Tucusa localizada en Caraballeda, que fue confiscada a Nelson Mezerhane hace seis meses, fue convertida en refugio provisional para embarazadas que perdieron su vivienda durante los recientes aguaceros en el estado Vargas. Pasarán los últimos meses de gestación, cómodamente, en el inmueble que le quitó el Gobierno al empresario y a sus dos hermanos.
La quinta está frente al antiguo hotel Macuto Sheraton.
Un muro y un gran portón separan las lujosas instalaciones del entorno. Varias mujeres encinta, con edades entre 16 y 24 años, se ven recostadas en hamacas, muebles y sillones.
La piscina está vacía, pero es lo único que falta para que el nuevo refugio parezca un spa.
Los jardines están bien cuidados, los pisos pulcros, y al fondo se ven los yates que están atracados en la marina de Caraballeda.
Gracias a las gestiones de la Fundación Niño Jesús de Vargas, con el apoyo de la Dirección Estadal de Salud y la Misión Barrio Adentro, el lugar ha sido transformado en albergue para damnificadas que están en la fase final de su período de gestación. La intención es proveerles de las condiciones adecuadas para que lleven a feliz término su embarazo y no tengan que dar la bienvenida a sus bebés en una carpa.
María de García, presidenta de la Fundación Niño Jesús de Vargas y esposa del gobernador Jorge García, explicó que en la actualidad la Casa de Abrigo Miguel Zavala, como fue rebautizado el inmueble, sirve de alojamiento a 10 mujeres, pero hay espacio para acoger a 25. La condición indispensable que deben cumplir las interesadas en recibir atención es tener más 36 semanas de gestación y carecer de vivienda segura.
“Estas casas de abrigo fueron concebidas con la idea de tener bajo nuestro cuidado a pacientes que están a punto de dar a luz y que, por la ubicación de sus viviendas, les cuesta mucho trasladarse hasta un centro asistencial. Sin embargo, la contingencia generada por las lluvias nos obligó a ampliar el concepto y ofrecer ayuda a mujeres que se vieron afectadas”, indicó.
En las nueve habitaciones con baño que tiene la antigua quinta Tucusa fueron colocadas dos, tres o cuatro camas individuales, dependiendo del espacio disponible, cada una con su respectiva cuna. Todo está impecable y decorado con motivos infantiles. Lo que antes era la habitación principal fue convertida en residencia médica, para dar alojamiento por turno a los tres médicos y tres enfermeras responsables de asistir a las huéspedes.
Otra vida:
Yirley Contreras tiene 19 años de edad y espera a su segunda niña. Su casa, localizada en La Soublette, fue clasificada como inhabitable por los Bomberos de Vargas y tuvo que trasladarse con su hermano, madre y padre a una escuela en Catia La Mar. Después, cuando estaba a punto de reanudarse el período escolar, le asignaron como refugio el estadio César Nieves. El 5 enero llegó a la casa de abrigo.
“Aquí estamos muy bien atendidas, aunque no tenemos la compañía de nuestros familiares y tampoco nada que hacer, por ahora, porque apenas están organizando los cursos y actividades recreativas en las que vamos a participar. Todo está muy bonito y bien cuidado; nos dan comida sana y controlan nuestro embarazo.
Estoy muy agradecida”, afirmó Contreras.
Para mejorar el monitoreo que hace el personal médico a las pacientes, los responsables del refugio se apoyan en los servicios de la Maternidad Ana Jesús Ponce, de Macuto.
Una de las normas que tienen que cumplir las beneficiarias les impide salir de las instalaciones, a menos que sea para acudir a consulta médica. Pueden recibir visitas de familiares y amigos de 2:00 pm a 4:00 pm. La única compañía permanente es la del personal que las atiende y las de las mujeres que están en las mismas condiciones.
En la Casa de Abrigo Miguel Zavala hay tres salones de estar con televisores pantalla plana, de los que pueden hacer uso desde muy temprano hasta las 9:00 pm. El menú es sugerido por un nutricionista, los alimentos se preparan en una amplia cocina, en la que destacan los topes de granito; tienen un cuarto amplio que sirve como despensa y con cierta periodicidad se dota a las ocupantes de los artículos de uso personal.
García explica que una vez que las mujeres den a luz podrán permanecer en la casa de abrigo un mes, pero ese período puede prorrogarse en la medida en que las condiciones de salud de la madre o del bebé así lo demanden.
Denuncia:
“Expropiación de la quinta fue un arrebato”
Zavala hay tres salones de estar con televisores pantalla plana, de los que pueden hacer uso desde muy temprano hasta las 9:00 pm. El menú es sugerido por un nutricionista, los alimentos se preparan en una amplia cocina, en la que destacan los topes de granito; tienen un cuarto amplio que sirve como despensa y con cierta periodicidad se dota a las ocupantes de los artículos de uso personal.
La quinta Tucusa forma parte de una sucesión de los hermanos Nelson, Freddy y Yaneth Mezerhane.
Sus padres, Masuhd y Nora de Mezherane, adquirieron la propiedad de las tierras y construyeron el inmueble hace más de 57 años. Al morir ambos, la casa fue heredada por sus tres hijos.
Una fuente vinculada a la familia afectada explica que la expropiación de la quinta fue figurada por el Gobierno como una “medida de aseguramiento”, supuestamente para garantizar el reintegro del dinero a los clientes que pudieran resultar perjudicados por la liquidación del Banco Federal.
“La verdad es que se trata de un arrebato porque es un bien que no forma parte del capital del banco intervenido. Es un inmueble heredado, propiedad de tres personas, una de las cuales no tiene ninguna vinculación con el banco objeto de la investigación.
Cuando se trató de explicar eso a los funcionarios del Ministerio Público, ni siquiera permitieron la consignación del escrito”, contó una abogada de la familia Mezerhane.
La especialista argumenta que con todos los otros bienes que les fueron confiscados a las empresas de Nelson Mezerhane estaría asegurada cualquier deuda pendiente que quede de la liquidación del banco: “Se antojaron también de la quinta Tucusa porque es una belleza. A nadie le importa que eso fue ganado con el esfuerzo y el trabajo de esa familia”, precisó.
Por: KAREM RACINES ARÉVALO
VARGAS LA GUAIRA
Expropiaciones| Economia
EL NACIONAL
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