HomeMundo & America LatinaSEXO SIN TABÚ: Del semen, llantos y otros síndromes

SEXO SIN TABÚ: Del semen, llantos y otros síndromes

Falsos mitos rodean la secreción masculina desde que Onán "inventó" el coito interruptus.

Sexólogos exploran extraños
 efectos postorgásmicos

 

Un raro síndrome, asociado al semen, acaba de ser detectado en la Universidad de Utrecht, Holanda. Por ahora, el científico que lo descubrió, el profesor de psicofarmacología sexual Marcel Waldinger lo sitúa en la casilla del síndrome postorgásmico. No es un mal para morirse, pero los hombres que lo padecen tienden a sentir, después del orgasmo y la eyaculación, síntomas similares a la gripe, incluyendo fiebre, moqueo, fatiga extrema y quemazón en los ojos. La enfermedad puede durar hasta una semana.

Para evitar las burlas, el profesor Waldinger documentó su trabajo en revistas científicas, pero como el síndrome postorgásmico es desconocido incluso entre los médicos, pasa por debajo de la mesa. Debido a su rareza, Waldinger afirma que quienes lo sufren se avergüenzan, se confunden y por tanto no acuden al médico. El caso es que Waldinger y sus colegas analizaron a 45 hombres a quienes se les diagnosticó el síndrome. “No se sentían enfermos cuando se masturbaban sin eyacular, pero tan pronto como el semen salía de los testículos, de inmediato enfermaban, incluso en pocos minutos”, dice Waldinger, para quien no cabe duda: el fenómeno es una alergia al semen.

Llorarás y llorarás:

 “Mucho se ha dicho de los síndromes postorgásmico y de excitación sexual persistente pero, en lo particular, creo que en eso hay más de búsqueda de sensacionalismo que otra cosa”, responde, cauteloso, el psiquiatra Gerardo Giménez Ramírez al subrayar que en su experiencia profesional no ha registrado caso alguno de esos problemas sexuales.

En cuanto al llanto postorgásmico, el especialista afirma que puede tratarse de una manifestación de lo que involucra una relación sexual. “Si se llega a niveles muy altos de excitación y placer, además de estar con una pareja que se considera ideal, esa combinación psicoafectiva con lo sexual puede intervenir de forma inconsciente en la producción del llanto, como también ser reflejo de experiencias traumáticas y, aunque se disfruta, se desencadena el llanto por condicionamiento conductual o al hacerse comparación entre la vida sexual actual y la antecedente”.

Excitación sexual persistente:

 Otro cantar es el PSAS, por su nombre en inglés (persistent sexual arousal syndrome), que sólo afecta a las mujeres.

Se trata de un trastorno de la fase de excitación genital de la respuesta sexual femenina que aparece en forma persistente. “Puede estar o no acompañado de orgasmos y, al contrario de lo que suele creerse, no se relaciona con ningún tipo de sensación de deseo sexual.

Algo más que le caracteriza es que no se calma con el orgasmo y causa incomodidad en la mujer que lo sufre”, anota Giménez Ramírez.

El síndrome afecta la vida de muchas mujeres que han debido dejar el trabajo y hasta terminar su relación de pareja; sufren depresiones constantes y muchas de ellas hasta piensan en el suicidio. Se piensa que es consecuencia de una irregularidad en los nervios sensoriales y que afecta más a la mujer que entra en la menopausia o atraviesa la posmenopausia (40 a 50 años de edad) o aquellas que siguen tratamientos hormonales.

Viaje alrededor de la semilla:

 Volviendo al tema del semen, elemento controversial desde los tiempos de libro del Génesis, por culpa de Onán, segundo hijo de Judá, quien a la muerte de Er, el hermano mayor, debía casarse con su viuda Tamar, tal y como dictaba la ley judía. Según la Biblia, cada vez que tenía sexo con su cuñada, Onán eyaculaba sobre la tierra, lo que provocó la ira de Dios y lo mató. A partir de entonces, parece que al semen lo persigue una onda de misterio y las revelaciones de Waldinger no serán las últimas.

En efecto, cierta leyenda urbana le atribuye propiedades cosméticas, analgésicas y hasta afirma que tragarlo ayuda al tracto digestivo. “Que se sepa, no hay indicación científica que apoye la peligrosidad de la ingestión de semen, como tampoco facultades para curar el acné o quitar el dolor de cabeza”, responde la especialista Luisa Nessie. Advierte que debido a la expansión del cine porno, el semen se volvió un gran protagonista sexual.

“Las ventajas o no de la ingestión de semen corresponden a valoraciones de orden afectivo, psicológico y erótico propiamente dicho”, señala.


Por: ELIZABETH ARAUJO
Salud | Sexo
EL NACIONAL