Piden imitar a Túnez
Protestas contra Mubarak causan tres muertos. Dos manifestantes y un policía egipcios murieron como consecuencia de los enfrentamientos que se produjeron durante las protestas realizadas en varias ciudades de Egipto para exigir la dimisión del presidente Hosni Mubarak -en el poder desde hace tres décadas-. El policía, identificado como Ahmed Abdelaziz, resultó herido en la plaza de Tahrir, en el centro de la capital de Egipto, por el impacto de una piedra.
Luego lo arrolló una estampida de personas. Murió cuando lo atendían en el hospital Hussein. Los civiles fallecieron en Suez, cerca del canal.
Miles de egipcios, inspirados en la sublevación popular de Túnez, participaron en las manifestaciones antigubernamentales, lo que derivó en enfrentamientos con la policía.
En la capital, los agentes lanzaron gases lacrimógenos contra los 15.000 manifestantes que llevaban banderas egipcias y lanzaban consignas en favor de reformas políticas y sociales y se congregaron en la plaza Tahrir, cerca de los edificios oficiales. Un poco más lejos, en los alrededores del Parlamento, la policía utilizó cañones de agua para dispersar a los manifestantes.
También hubo protestas parecidas en provincia, en particular en Alejandría, en varias ciudades del delta del Nilo, en Ismailiya (Canal de Suez) o al norte del Sinaí. Los manifestantes gritaban consignas en favor de reformas económicas y políticas directamente inspiradas de la revuelta tunecina que sacó del poder al presidente Ben Alí. Entre 20.000 y 30.000 policías fueron movilizados en El Cairo, según los servicios de seguridad.
“¡Fuera Mubarak!”, “¡Túnez es la solución!”, corearon las personas que salieron a las calles de El Cairo, Suez y Alejandría, la segunda ciudad del país.
El ministro del Interior, Habib al Adli, declaró que “las fuerzas del orden son capaces de enfrentar toda amenaza contra la seguridad de la población, y no tomaremos a la ligera ningún ataque contra los bienes ni ninguna infracción a la ley”. En Ismailiya más de mil personas se congregaron para corear “Después de Ben Alí ¿a quién le toca el turno?”. “Pan, paz, dignidad”, exclamaban algunos, repitiendo las consignas de los manifestantes tunecinos.
Bloquean Twitter y Facebook:
Egipto bloquea Twitter por protestas en el Cairo. Al igual que los manifestantes de Túnez, los egipcios se están organizando a través de las redes sociales. En respuesta, las autoridades han decidido cancelar el acceso a Twitter desde web. Aún así, la gente ha conseguido arreglárselas para seguir comunicándose, usando el servicio a través de proxies.
Vodafone Egypt, una de las compañías más grandes del país, niega que se esté bloqueando el servicio, y atribuye el problema a la saturación de las redes. Sin embargo, el equipo de relaciones públicas de Twitter afirma que, en efecto, no se puede acceder a la red social desde Egipto.
Así mismo, Facebook también está siendo empleado a favor de los manifestantes, pues a través de diversos grupos están denunciando la represión policiaca, publican fotografías de las protestas, y reciben muestras de apoyo de diferentes partes del mundo. En uno de los últimos mensajes del grupo “We are all Khaled Said”, se revela que las autoridad están utilizando balas de goma para disolver la marcha.
Los esfuerzos del gobierno egipcio son en vano, pues en su afán por frenar el flujo de información, lo único que logran es captar aún más la mirada internacional. El uso de estas técnicas de comunicación no es nuevo: por ejemplo, está el caso de los SMS en las protestas de Filipinas en 2004 y 2006, en el que la fuerza colectiva se coordinó mediante el intercambio de mensajes cortos. En este sentido, la redes sociales potencian el alcance de la convocatoria, provocando un efecto dominó imparable. Herramientas como Facebook y Twitter han resultado fundamentales para este tipo de acciones ciudadanas, pues permiten la rápida diseminación de la información, tienen un alcance global, y son prácticamente incensurables. Ahora es en Egipto donde la revolución es twitteada.
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