Cobros ilegales se envían
a bancos extranjeros
Pagan sobornos de miles de dólares para poder trabajar en una gasolinera y traficar con el combustible.
La corrupción en Cuba es un fenómeno generalizado que alcanza tanto a la cúpula del Partido Comunista como a profesionales sin adscripción política, según los cables de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana filtrados por WikiLeaks. Los nuevos datos revelados muestran que las prácticas corruptas “reinan” en un régimen depauperado, señala el diario El País de Madrid. Según estos cables, “las prácticas corruptas incluyen el soborno, la malversación de los recursos estatales y los chanchullos contables”, incluida la compra por cientos o miles de dólares de puestos de trabajo que más tarde derivarán en pingües tráficos de influencias. Los mensajes subrayan que el robo y la corrupción “de supervivencia” son prácticas generalizadas en la Policía, el sector turístico, el transporte, la construcción y la distribución de alimentos.
En los cables se hace referencia a las comisiones ilegales que cobran los funcionarios de la isla a través de cuentas bancarias abiertas en el extranjero a su nombre o al de testaferros.
Un informe de 2006, pero cuyo contenido es confirmado en líneas generales por cables de años posteriores, cita a un empresario suizo que afirmaba que “como en cualquier lugar en el mundo, un contrato de un millón de dólares supone [para el comisionista cubano] 100.000 dólares en el banco”.
Los papeles de la legación estadounidense apuntan que muchos de los empleos estatales que ofrecen mayores oportunidades de lucrarse, se obtienen sorbornando al funcionario responsable del nombramiento. “Un trabajo con acceso a una gasolinera puede costar miles de dólares, pues permitirá al beneficiario traficar con el combustible”, cita El País , que refiere que un em- pleo en el sector turismo, con posibilidades de recibir propinas, vale cientos de dólares.
En cuanto a los Comités de Defensa de la Revolución, los cables indican que a la hora de asignar a los ciudadanos los bienes más cotizados (televisores, neveras, etc) aplican un doble criterio: “las credenciales revolucionarias [de los peticionarios]… y su capacidad adquisitiva”.
Según la legación estadounidense, las autoridades cubanas toleran las corruptelas de supervivencia hasta cierto punto, aunque pueden actuar con severidad cuando los desvíos de dinero son muy importantes, de ahí las periódicas destituciones de ministros y altos cargos.
Comments are closed.