Conatel acató de inmediato
las órdenes de Mario Silva

Una frase del conductor de La Hojilla llevó a que el ente regulador exhortara a Televen a suspender dos programas. La productora de la novela colombiana Chepe Fortuna asegura que su intención no es ofender a Venezuela.

“Por cierto, señor de Conatel, amigo mío, Maldonado, hay una novelita que están pasando en Televen que se llama Chepe Fortuna y es de facturación colombiana… ¡Es que Carlos Croes y Camero no aprenden compadre, pareciera que lo hicieran a propósito!”.

Estas palabras dichas el pasado miércoles por el conductor de La Hojilla , Mario Silva, tuvieron influencia inmediata en Conatel, pues sólo hicieron falta 24 horas para que el ente regulador exhortara a Televen a dejar de transmitir la novela colombiana y el programa 12 corazones. 

Es un exhorto de Conatel y siempre tenemos que respetarlo porque es nuestro ente regulador”, explica Aimara Chacín, gerente de comunicaciones corporativas de Televen.

La autocensura está siendo tan eficiente en Venezuela que las posibilidades de censura directa han dejado de ser frecuentes.

“Ya no queda mucha espacio para prohibir. La Ley Resorte impone la autocensura de manera muy sutil y la política real lo hace directamente. Los dueños de medios no quieren meterse con el Gobierno porque saben que cuando el Estado se la toma con alguien, se la jura”, señala Bernardino Herrera, del Instituto de Investigaciones de la Comunicación (Ininco).

Que exhortar ahora signifique lo mismo que ordenar es evidencia de que al chavismo cada vez se le hace más fácil restringir a algunos medios. Para Herrera, “Televen es un canal sumamente temeroso porque ha sido amenazado muchas veces. Tiene pocos espacios de opinión, intenta el maniqueísmo de lado y lado, la programación es casi toda importada y la nacional está muy empobrecida”.

El analista comunicacional Oscar Lucien coincide con el investigador del Ininco y añade que “las reformas a las leyes Resorte y de Telecomunicaciones han promovido la autocensura, lo que resulta perverso porque pareciera que el Gobierno no estuviese actuando, pero realmente ha construido una estructura legal que hace que la gente tenga miedo de decir lo que el Estado no quiere que digan”.

EXAGERADA, PERJUDICIAL E INÚTIL

Herrera considera que la medida de Conatel está “fuera de lugar” debido a que la novela “Chepe Fortuna” es una oferta literaria que se transmite en horario permitido, por lo que “prohibirla es una exageración”.

El especialista en la historia de la comunicación también manifiesta su preocupación por lo perjudicial que pueden resultar esta y otras decisiones del ente regulador para la producción nacional.

“Exhortar a Televen a que saque del aire estos programas es inútil porque ahora los pasan por cable. Lo que hacen es perjudicar a un canal nacional y beneficiar a uno internacional. Los venezolanos prácticamente ya no vemos canales nacionales”, dice.

A CHÁVEZ NO LE GUSTAN LOS CHISTES

Uno de los personajes de Chepe Fortuna se llama Venezuela y su perro, Huguito. En una escena, el hombre del que Venezuela está enamorada pierde a Huguito en la playa y para consolar a la mujer, le dice: “Vas a ser libre, Venezuela. Huguito vive metiéndose en la casa de todo el mundo haciéndote quedar mal, Venezuela”.

Frases como estas ofenden a los rojos rojitos, pues entre otros argumentos, Conatel afirma que la novela colombiana asocia a Venezuela con “actividades delictivas, injerencismo y ramplonería, símil que denota la descarada manipulación del guión para desmoralizar a la población venezolana”.

Sin embargo, la intención de los creadores de esta telenovela no parece haber sido afrentar al Gobierno venezolano. Eloisa Infante, escritora y productora de Chepe Fortuna , asegura que la novela “fue diseñada para divertir. En ningún momento quisimos ofender; para nosotros Venezuela es un país hermano con el que compartimos muchas costumbres”.

Infante expresa sentir tristeza de que en Venezuela las bromas se hayan malinterpretado. “Cuando uno escribe, no quiere lesionar a nadie.

Nosotros no hacemos política, no militamos. Sencillamente, queremos reflejar el vivir de las creencias y dibujar la vida cotidiana de la costa”, agrega.

Por: PATTY FUENTES GIMÓN