Asamblea Nacional ya es multicolor
Los mismos que parecen anticipar el clima de difícil convivencia, sin puntos medios, que podría caracterizar este período.
La sesión legislativa estará marcada por el regreso de la oposición al Legislativo tras una ausencia de cinco años.
Todo esto en el contexto de una Ley Habilitante, que otorga al Presidente Hugo Chávez la facultad de legislar directamente sobre un amplio rango de materias, y de un nuevo reglamento interno, que reduce el número de sesiones y las intervenciones parlamentarias en los debates.
Estas reglas de juego han sido interpretadas por la oposición como una forma limitar el trabajo de sus parlamentarios, una versión que niega el oficialismo.
La juramentación formal estuvo precedida por manifestaciones en los alrededores del Palacio Federal Legislativo, con partidarios de uno y otro bando, que se desenvolvieron de manera pacífica.
Adentro, las partes se gritaron consignas, aplaudieron y chiflaron, en lo que se convirtió en otra edición de la discusión sobre quién es “mayoría” en la Asamblea y en la calle.
A la hora de las decisiones, sin embargo, no hubo sorpresas: el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) eligió a los tres miembros de la directiva, más los dos secretarios, del seno de su propia organización política. Esto gracias a que, de acuerdo con las normas vigentes, para designar estos cargos sólo se requiere de una mayoría simple.
El nuevo presidente de la AN es Fernando Soto Rojas, un ex guerrillero de 78 años. Soto prometió trabajar “sin descanso para que esta Asamblea Nacional se transforme en asamblea popular”.
La mayoría:
Pero la aprobación de leyes y resoluciones de aquí en lo adelante podría no ser tan sencilla. Las leyes de primer rango, conocidas como “orgánicas”, requieren de una mayoría calificada de dos tercios, con la que no cuenta ninguno de los dos grupos parlamentarios.
El PSUV obtuvo 98 de un total de 165 diputados en la Cámara, cerca del 60% del total, mientras que la oposición, que no participó en las elecciones de 2005, se hizo esta vez con 65 curules, alrededor del 40%.
El número lo completan dos parlamentarios del disidente partido Patria Para Todos, hasta hace poco aliado del gobierno.
“Ahora tenemos una correlación de fuerzas superior a la que tuvimos en la primera Asamblea (año 2000) en que participó la oposición”, insistió la ex presidenta de la AN, Cilia Flores, seguida de gritos de “¡somos mayoría, somos mayoría!” de parte de su bancada.
“La mayoría que el pueblo se dio en la Asamblea Nacional (…) ha hecho un compromiso ante el Padre de la Patria (Simón Bolívar, héroe de la independencia) de que el proyecto bolivariano que él emprendió, le vamos a dar continuidad hasta alcanzar la completa liberación, soberanía e independencia”, añadió Flores.
Su intervención estuvo seguida por otra igualmente apasionada, por parte del diputado opositor Alfonso Marquina. “Vengo a hablar en nombre de la inmensa mayoría manifestada por el voto popular el 26 de septiembre”, empezó, con los vítores y aplausos de su bancada.
Detrás de éste, otros parlamentarios mostraban papeles con la cifra de 52% escrito en grande, en alusión al porcentaje neto de votos que las organizaciones contrarias a la gestión del presidente Hugo Chávez lograron en los comicios legislativos.
“Aquí (los del oficialismo) son 98, pero en la calle no llegaron a 4.900.000 votos. Esa pretensión exclusivista, sectaria, que han venido practicando, al destruir a un pueblo que reclama y exige, ha hecho que cada vez sean menos”, aseguró Marquina.
“Ustedes que hoy gritan, que hoy celebran, podrán limitar el ejercicio parlamentario, pero no van a impedir que estos diputados sigan recorriendo las calles del pueblo de Venezuela”, añadió.
Versiones y acusaciones:
Mientras, en la pantalla el canal de televisión de línea crítica, Globovisión, colocaba un letrero (o generador de caracteres) que rezaba:”Mesa de la Unidad Democrática más PPT (oposición), 5.943.853 votos, 67 diputados. PSUV, 5.333.910 votos, 98 diputados”.
En el oficialista canal Venezolana de Televisión su intervención se vio acompañada de imágenes en la calle, de los manifestantes pro oficialistas.
Marquina dijo que la oposición buscaba plantear una agenda de temas fundamentales para los venezolanos, incluidas leyes para combatir el problema de la inseguridad y el desempleo.
La respuesta le vino de la mano del diputado oficialista Earle Herrera, quien lo atacó en lo personal, con el apoyo de colegas de su bancada, que le gritaron improperios al representante opositor, además de la consigna de “no volverán”, frecuentemente utilizada por este sector.
“Les tengo una mala noticia: ya hemos vuelto”, replicó el opositor Richard Blanco, quien introdujo la propuesta opositora para la designación del primer vicepresidente, en la persona de José Sánchez, alias “Mazuco”.
“Mazuco” no pudo ser juramentado este miércoles, porque el tribunal que le sigue un juicio por cargos relacionados con la muerte de un funcionario de inteligencia, no le permitió trasladarse al Palacio Legislativo.
De hecho, Sánchez y su colega Biaggio Pillieri, otro parlamentario electo bajo proceso penal, ocuparon buena parte de los discursos este miércoles.
Mientras que la oposición defendía la prevalencia de la voluntad popular y el principio de inmunidad parlamentaria, el oficialismo se quejaba del supuesto uso del voto para “estafar a la justicia” y del intento de ofender al Parlamento con la postulación de acusados de “asesinato y ladrones” para ocupar altos cargos en esa institución.
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