Uribana encabeza la lista como uno de los
centros de reclusión más violentos del país
■ Detrás de las rejas se celebra la Navidad. Reclusos de La Planta prepararon las hallacas para la cena del 24 y recibieron el Niño Jesús con sus hijos.
“Mi hijo recibirá su Niño Jesús aquí, pero él no sabe que esto es una cárcel. Él piensa que su papá trabaja aquí”, dijo Sandra Ugas mientras estaba en la cola para la visita del miércoles pasado en la Casa de Reeducación Artesanal de El Paraíso, mejor conocido con retén de La Planta.
En medio de la habitual cola, Sandra destacaba por el gran paquete que llevaba: era una caja de cartón que tenía dentro una bicicleta que recibió su hijo de 7 años de edad la noche del 24 como regalo de Navidad.
“Es duro, pero aquí nos quedaremos todo el fin de semana.
Vendré con mis dos hijos el 24, y nos quedaremos”, señaló la muchacha de 32 años de edad, con lágrimas en sus ojos.
A pesar de la situación, su mayor esperanza es no matar la ilusión de la celebración a sus dos hijos, de 7 y 8 años de edad, respectivamente.
Su esposo tiene seis meses preso por homicidio, y es la primera Navidad que pasa tras las rejas con su familia, los otros 2.400 reclusos de La Planta y los parientes que decidan pasar estas fechas en el penal como parte de la pernocta navideña.
Estrenos y cena navideña:
El miércoles pasado fue de visita en La Planta, como tantos otros, aunque en esta ocasión las mujeres de la cola llevan en sus paquetes cierto tipo de alimentos y ropa nueva para que los presos puedan estrenar y disfrutar de los platos típicos de la temporada.
“Aquí llevo unas hallacas a ver si la guardia me deja pasarlas, pero a mi hijo le dijeron que ellos iban a prepararlas.
De todos modos quiero que él coma de las que hicimos en la casa con la familia”, dijo Margarita Lozada.
Su hijo tiene nueve meses en prisión por un robo agravado; sin embargo, ella no tenía pensado pasar la noche del 24 a dormir en el retén, aunque el 25 llegaría temprano a la cola para pasar el día con el muchacho.
El miércoles pasado, en el sector de Los Talleres, al ritmo de la famosa gaita del grupo Maracaibo 15 “Amparito”, los reclusos, miembros de la juventud del PSUV y algunos familiares, participaron en la preparación de las hallacas que cenaron los reos en la cena del 24. Mientras unos picaban aliños, otros preparaban los espacios donde se instalarían los arbolitos y los adornos. Lo importante era que antes de las 4:00 pm, cuando finalizó la visita, todo quedara listo para la celebración de la Navidad.
El evento fue coordinado por el Ministerio de Relaciones Interiores y Justicia, que además de aportar los ingredientes para la elaboración de la cena navideña llevó juguetes que fueron entregados a los hijos de los reclusos.
Tercer año en prisión:
Para Magdalena Paredes este año será la tercera Navidad que pasa en La Planta junto a su esposo.
“Hay que estar con ellos, porque no es justo que estén solos en estas fechas. Mi esposo está en la zona de la Iglesia y allí ellos preparan su cena, pero no pueden beber. En otras áreas ponen su musiquita y beben cerveza o whisky, depende de lo que les venda la guardia”, dijo Paredes mientras en la entrada del penal le revisaban la bolsa que le llevaba a su pareja.
Otra mujer que hacía la cola, que se identificó como Yolanda Pérez, dijo que prefiere que su hijo pase las festividades decembrinas en La Planta, pues en el barrio La Dolorita, donde vive, aumenta el peligro y las rivalidades entre bandas delictivas en estas fechas.
“Él está preso por un homicidio, pero no lo cometió. Lo confundieron con un muchacho que se parece a él, pero estoy segura que saldrá en libertad pronto, porque es inocente.
Es mejor que pase la Navidad aquí y yo vengo a acompañarlo el 25, porque así no corre peligro en el barrio”, dijo.
Sistema en deuda:
Carlos Nieto Palma, coordinador de la ONG Una Ventana a la Libertad, considera que las pernoctas en las cárceles venezolanas son “una sinvergüenzura”, pues considera que se prestan para fomentar situaciones irregulares en los penales.
“Esas mujeres llegan desde el 24 y no salen quién sabe hasta cuándo. Eso es un peligro para ellas mismas, porque si ocurre un tiroteo pueden resultar muertas”, indicó Nieto.
Resaltó, además, que el Ministerio de Relaciones Interiores y Justicia cierra el 2010 con deudas con el sistema penitenciario venezolano, comenzando con el Plan de Humanización Penitenciaria que, a su juicio, son sólo promesas que no se cumplen.
“En el informe de Provea de 2010 está detallado todo lo que prometieron que construirían y no han hecho. Esa es la muestra más clara de que no cumplen con el sistema penitenciario”, criticó Nieto Palma.
Asegura que aun cuando no tiene las cifras oficiales, este año terminará con más de 500 reclusos muertos.
“Lo más grave de este año fueron los coliseos de Uribana, pues aunque no se mataban, eso constituye un acto completamente macabro.
Lo que tememos es que los presos de otras cárceles comiencen a replicar ese método y se convierta en una constante, porque en San Felipe intentaron hacer algo parecido. Las autoridades deben frenar esa situación”, explicó.
Dijo que los penales que reportaron la mayor cantidad de hechos de violencia, además de Uribana, fueron La Planta, Tocuyito y Yare.
“Que termine el retardo procesal y mejoren los servicios”
Queremos que mejoren el horario de traslados a tribunales; esos son los principales deseos que tenemos en esta Navidad y para el nuevo año”, refirió un recluso del área de media seguridad del Centro Penitenciario de la Región Centrooccidental.
El hombre dijo que existen reos esperando ir a juicio desde hace siete años y ni siquiera son trasladados a tribunales.
“Además, cuando nos llevan a las audiencias nos sacan más tarde para que no lleguemos a tiempo. Si, por ejemplo, la cita es para las 9 de la mañana nos llevan después de la hora prevista; llegamos a las 10:30, y como es tarde, debemos esperar a que vuelvan a fijarla.
Otro caso que sucede es que cuando uno llega al Edificio Nacional no lo atienden, por eso hacemos esta petición como algo primordial, que mejoren esa situación, que termine eso, porque cuando caemos en cuenta de que estamos en esas condiciones vienen los problemas y el malestar”, subrayó.
Los privados de libertad exigen que atención a los servicios básicos en el retén. Se quejaron de no tener suministro eléctrico constante y de falta de agua para consumo y aseo personal.
“De repente nos quitan la luz cuando estamos tranquilos, lo mismo sucede con el agua; es como una forma de hacernos molestar y buscar reacciones violentas en nosotros, y eso no es justo”, reclamó el reo.
Tradiciones que no se olvidan:
“El hecho de estar en prisión no significa que se olviden las tradiciones navideñas”, dicen los presos de Uribana.
Como es costumbre en esta época del año, los espacios de esa cárcel muestran una mejor cara: están decorados con adornos de Navidad.
“Lo hacen para recibir a niños y familiares que van a compartir con sus padres y madres que están ahí; los presos con su propio dinero adquirieron luces y motivos navideños para decorar las paredes; también pintaron las torres y pusieron un arbolito.
Esperamos compartir bonito en estas fechas tan importantes para lo cual nos arriesgaremos trayéndoles sus platos navideños con hallaca, ensalada y pan de jamón. Esperemos que la Guardia Nacional nos permita pasarlos porque esta semana no han dejado entrar los estrenos para recibir el año, tal como acostumbramos”, señaló el padre de un convicto que prefirió mantener su identidad en reserva.
Por: THABATA MOLINA
tmolina@el-nacional.com
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