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Saturday, November 23, 2024
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Derecho Tributario: “Los nuevos impuestos esconden avaricia”

 
El Gobierno, de manera golosa,
comienza a buscar más ingresos

 

El especialista en Derecho Tributario, Leonardo Palacios, afirma que el Gobierno, de manera golosa, comienza a buscar más ingresos por la vía impositiva

La decisión del Ejecutivo de decretar un aumento en la alícuota del impuesto al valor agregado; así como la posibilidad de pechar las operaciones bancarias a través del impuesto al débito bancario o el de las transacciones financieras, refleja una gran falta de solidaridad del Gobierno con los ciudadanos, dice el abogado y especialista en Derecho Tributario, Leonardo Palacios.

Imponer un pago más alto en obligaciones impositivas en este momento resulta incomprensible para el especialista. Lejos de ver intenciones humanistas en las decisiones políticas, Palacios sostiene que “las nuevas acciones esconden una vulgar y simple avaricia”.

–¿Es el momento para aumentar los impuestos?

–No se debe hacer de la manera como se intenta. El aumento o la reducción de los impuestos tiene que ver con la política fiscal y se debe hacer con la premisa de la totalidad de los ingresos, los gastos y la redimensión del Estado. Las últimas reformas tributarias serias siempre estaban en función del rol del Estado, pero el que tenemos es paquidérmico, pesado, desquiciado y sobredimensionado. El Gobierno de manera golosa comienza a buscar más ingresos. Hay solapamiento y formas discrecionales de gasto. Ante la realidad económica que tenemos, con empresas desapareciendo, baja en el consumo y escasa inversión, ahora tenemos que enfrentar más impuestos.

–¿Para qué se hace una reforma fiscal?

–Dentro del plan socialista que delineó el Gobierno en 2007 se buscaba el aumento de la productividad, el desarrollo económico y la definición de un sistema tributario más justo. Esa es la idea de una reforma fiscal. Sin embargo, no se llevó a cabo.

Cuando se enfrenta una reforma tributaria se debe ser integral. No sólo se basa en la normativa, sino también en la administración tributaria. Se tiene que tomar en cuenta el déficit fiscal, el consumo y el ahorro. Pero en cambio, las reformas tributarias que se han planteado en este Gobierno no han tomado en cuenta el contexto general.

–¿Por qué cree que el Gobierno no llevó a cabo esa reforma fiscal en 2007?

–No había interés político y existía un auge petrolero. Aquí no se le ha querido prestar atención al área tributaria. El sector informal de la economía es muy grande. Hay contrabando y no hay control sobre un sector que no produce impuestos y que hace competencia ­quizá alimentado por el propio Gobierno- al sector formal que sí paga impuestos.

Aquí se propuso el denominado monotributo que incorporaba al sector informal, pero al final nunca se llegó a nada por razones populistas.

–¿Cuál es la razón para que el Ejecutivo insista en aumentar el IVA en vez de hallar un impuesto menos regresivo?

–Porque el IVA es la vedette de los impuestos del siglo XX después del impuesto sobre la renta. Este es un impuesto que ya tiene 18 años, que el Estado aprendió a recaudar y el contribuyente ya aprendió a entrar en la mecánica de los débitos y los créditos. El problema es que el propio Gobierno ha agujereado el IVA.

–¿Por qué?

–Porque cuando le afectas el control erosionas la recaudación. Mientras más exenciones existan más dificultad tienes para controlar. Cuando un productor compra insumos y adquiere servicios tiene que facturar el IVA pero no lo puede recuperar. La única manera de poder hacerlo es aumentando los precios.

–¿Quiere decir que las exenciones pueden producir inflación?

–Cuando se hacen arbitrariamente como en este caso tiene un impacto alcista. Luego el Gobierno dice que perseguirá a los especuladores y no se puede controlar. Lo que no tiene un desarrollo natural en la economía termina afectándola. Cuando no se puede cobrar un impuesto que se está pagando por otro lado, el costo se acumula y termina reflejándose en los precios finales.

–¿Por qué cree que entonces el Gobierno insiste en colocar más impuestos como el IVA o el IDB?

–Tiene la creencia de que con mayor aumento de la alícuota se recolectará más, pero cuando tienes esa forma de ver las cosas se cae la inversión. Sólo hay que darse cuenta de cuántas fábricas redujeron su capacidad de expansión económica, cuántas han cerrado, cuántas tienen la mitad de su capacidad instalada paralizada. No se puede generar consumo así. Si además la política impuesta viene acompañada de expropiaciones, el resultado en el ingreso del Gobierno es negativo.

–¿Pero esos efectos negativos no se contrarrestan imponiendo nuevos tributos?

–En absoluto, sólo se genera más inflación.

–¿Los cálculos que presenta el Gobierno de aumento del ingreso con la imposición del IVA y del IDB podrían estar errados?

–Podrían estar siendo maquillados.

–¿Qué hay detrás de la decisión de aumentar los impuestos?

–Necesidad de dinero.

–Pero hay suficiente dinero en Fonden, Tesorería, Fondo Miranda, etcétera.

–Pero los recursos depositados en los fondos son para gasto parapresupuestario. Allí no hay controles de recaudación interna como la que garantiza el IVA.

–¿Entonces aumenta los tributos para no utilizar esos fondos?

–En cierta manera sí.

–Se calcula que hay más de 40 millardos de dólares en esos fondos. ¿Para qué tanto dinero guardado? –El Gobierno ha utilizado Pdvsa y los distintos fondos como caja chica. No hay seriedad ni racionalización en las finanzas. La unidad del Tesoro es una forma de ordenamiento, es un dique de contención al manejo atípico de todos los ingresos de la fuente patrimonial, comercial, tributaria petrolera y no petrolera. Pero aquí se ha roto con ese principio.

–¿Por qué imponer además del IVA un impuesto al débito bancario o a las transacciones financieras?

–No se justifica.

–¿Por que? –Estos impuestos no representan mayor costo de control del Estado, sino que se vale de la estructura de las instituciones financiera de los bancos para controlar.

Es una manera diabólica de producir dinero que se lleva por delante el consumo de los contribuyentes. El impuesto al débito bancario es regresivo y no tiene sustrato económico. Se basa en movimientos de papeles e instrumentos de pago; incluso es inconstitucional porque se lo pechas a todo el mundo sin importar el ingreso. Esta decisión de aumentar el IVA y el IDB con una inflación galopante es poner en riesgo el ingreso de los ciudadanos.

–¿Qué sucederá si por el aumento del IVA baja el consumo?

–Lógicamente se vería afectado ese ingreso que se espera porque la realidad subyacente desde le punto de vista de los impuestos directos o indirectos es el consumo. Si este disminuye, la base de recaudación del impuesto no será tan alta y no se podrá contrarrestar. Lejos de mejorar el ingreso, lo empeoras.

Si se quiere incrementar la recaudación tendrías que quitar exenciones y sólo dejar las necesarias; así como tener un mayor control de la informalidad. Pero sin importaciones, no hay consumo y sin empresas no es posible aumentar la base de la recaudación.

–¿A qué puede conducir esta situación?

–Lo que yo veo en puertas es una hiperinflación.

Paquete económico:

Las lluvias como excusa. Leonardo Palacios no titubea en afirmar que el Ejecutivo había tomado la decisión de aumentar los impuesto y aplicar medidas económicas mucho antes de que comenzaran las emergencias causadas por las lluvias.

“El Gobierno está entrampado en un problema económico y social, agravado por las precipitaciones. Su respuesta ha sido modificar y estructurar una serie de impuestos y medidas a través de la Ley Habilitante que si bien es una alternativa institucional y democrática, también lo es la vigencia plena de la actividad legislativa”, argumenta.

La falta de coherencia en las políticas públicas que incluyen las económicas quedan al descubierto ante el desorden para tomar decisiones, cuyos efectos no han sido bien calculados. Destaca que la intención es generar mayores ingreso a como de lugar sin ni siquiera chequear si ese objetivo podrá lograrse. “Se están imponiendo medidas contradictorias. Para que sean importantes tendría que haber primero unidad conceptual y de criterios. Pero aquí por un lado va el presidente del Banco Central de Venezuela, Nelson Merentes, y por el otro el ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani”.

Por: BLANCA VERA AZAF
bvera@el-nacional.com
Política | Economia
EL NACIONAL

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