Nuevos tributos erosionarán los sueldos
Los economistas Richard Obuchi y Orlando Ochoa coinciden en que el IVA y el IDB producirá más inflación. “Hay un problema fiscal oculto”. Con esta frase el economista Orlando Ochoa responde a la pregunta de por qué el Gobierno decidió aumentar el impuesto al valor agregado y retomar el impuesto al débito bancario.
Con la cantidad de recursos que el Ejecutivo ha recibido en los últimos años, unido a la subestimación del precio del petróleo en el presupuesto, deja espacio para pensar que el dinero se gastó y no se informó en qué, señala. Las consecuencias las pagará ahora la gente común que verá como su ingreso se irá reduciendo.
El también economista Richard Obuchi considera que el Gobierno miente cuando justifica el aumento del IVA y el regreso del IDB, con el argumento de la emergencia causada por las lluvias. Recuerda que el ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani, invitó a la Asamblea Nacional a adelantar una reforma tributaria cuando presentó el Presupuesto 2011.
“Era una medida que ya estaba pensada, pero la quieren justificar con las lluvias”.
Ochoa asegura que el IVA es uno de los impuestos más regresivos que existen, porque obliga a pagar lo mismo a todos los ciudadanos sin importar que unos tengan ingreso más bajos que otros. “Es injusto que la gente pague por las pésimas políticas económicas de este gobierno”.
Esta decisión deja en evidencia que hay serios problemas en Pdvsa para levantar la producción y que además no puede lidiar con los gastos. “Por eso, incumple el pago a clientes y contratistas”, asevera.
Ochoa critica que en plena recesión el Ejecutivo no haya emprendido acciones específicas e idóneas para ayudar a la gente a amortiguar el alza de los precios y la caída del poder adquisitivo. “No hay un plan de recuperación de la economía. Aquí no se combate la recesión ni la inflación. Lo único que está buscando el Gobierno es financiar sus necesidades fiscales a un alto costo social”.
Menciona que en el presupuesto de 2010 el precio del barril de petróleo se fijó en 40 dólares, pero el promedio de la cesta venezolana ha sido de 70 dólares “¿A dónde fue a parar ese diferencial de 30 dólares? ¿Qué hizo el Gobierno con tanto dinero?”, se pregunta.
En su opinión, el alza en la alícuota del IVA y la imposición del IDB dentro de una economía en la que las expropiaciones ya son una acción común, se traducirán en el corto tiempo en menos poder de compra, disminución en la calidad de los servicios públicos y escasas oportunidades de empleo.
En tanto, Richard Obuchi asegura que lo que más llama la atención del aumento del primer impuesto y el regreso del IDB es que el Gobierno anuncia la medida pero no cuál es el plan, qué se quiere lograr y cuál de todos los problemas va a solucionar. “Eso es grave en el diseño de la política económica”, expresa.
Esta decisión es una muestra del desorden con que se maneja la política fiscal, afirma. “Este Gobierno por un lado dice que hay que ser conservadores en el presupuesto, pero por otro lado indica que tiene que incrementar los tributos para subir los ingresos”.
Añade que lo que más preocupa de la situación es que la economía está en un proceso recesivo y el Ejecutivo enfatiza que las cosas van bien. “Asegura que habrá menos inflación pero no dice cómo la va a resolver. Por el contrario, impulsa medidas fiscales que elevan los precios”.
El 2011 no será un año sencillo para el trabajador venezolano y mucho menos para el desempleado, pues las posibilidades de generar puestos de trabajo en un ambiente de irrespeto a la propiedad privada y de expropiaciones que no han sido canceladas, impide que las empresas inviertan o lleguen otras al país, apunta.
La capacidad de crear empleo del Gobierno se ve mermada ante los compromisos de pago de compañías expropiadas y que no ha podido pagar; tal es el caso de Cemex, por citar una, reitera.
Ambos economistas suman a las nuevas cargas impositivas la posibilidad latente de una devaluación de la moneda.
Ochoa se refiere a la reciente aprobación de la ley de las instituciones bancarias, que coloca en 20% como tope la cartera de crédito al consumo, como otro elemento por tomar en cuenta. Asevera que no sólo se le resta oportunidad al usuario para acceder al financiamiento, sino que toda transacción que haga será pechada con un nuevo tributo (el IDB), lo que en nada contribuye con su bienestar social.
Por: BLANCA VERA AZAF
bvera@el-nacional.com
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EL NACIONAL
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