Socialismo vs Inflación
Lentejas aumentaron 77% y las uvas 34% con relación a 2009. Durante la fiesta decembrina las venezolanas tienen la costumbre de comprar ropa interior amarilla para estrenarla el 31 de diciembre. La tradición indica que el uso de estas prendas atraerá riquezas en el año venidero. “Yo siempre uso una pantaleta
amarilla nueva para las fiestas de navideñas; me ha dado buenos resultados y por eso le inculqué la costumbre a mis hijas que, aunque ya están grandes, insisten en que se les compre su ropa amarilla”, señala Marina González.
Pero a juzgar por los testimonios de los comerciantes serán pocas las que usarán ropa interior amarilla este año. Las ventas, a pesar de la cercanía de fin de año, son considerablemente menos que las hechas en 2009.
“La gente no está comprando la tradicional ropa interior amarilla; dice que tiene otras prioridades”, asegura Rosa Guerra, encargada de un local comercial ubicado en el Mercado de Guaicaipuro.
Debido a la baja demanda que ha tenido la ropa en lo que va de año los comerciantes optaron por reducir los pedidos a los distribuidores.
“Preferimos dejar de pedirla para evitar que se nos quede fría”, dijo Jesús Filgueira, dueño de otro de los locales que ofrece ropa en el mercado Guaicaipuro.
Los precios de las pantaletas varían según marca y modelo. En vista de la poca demanda los vendedores decidieron hacer ajustes. En la Navidad de 2009 costaban entre 10 y 25 bolívares, en mercados como Guaicaipuro y en la Gran Feria de Sabana Grande. Ahora se pueden conseguir entre 15 y 35 bolívares lo que indica que si bien subieron de precio, no lo hicieron tanto como se esperaba.
“Todo depende de los gustos de la persona; algunas prefieren usar el llamado hilo dental, otras el estilo `abuelita’, que son un poco más costosas”, explica Cindy Olivar, encargada de uno de los locales de la Gran Feria de Sabana Grande.
Las doce uvas:
En la celebración del 31 de diciembre no pueden faltar las uvas. Es la manera como se recibe el año.
La familia se reúne y empieza la cuenta regresiva, quien logra comerse la docena, al ritmo de las campanadas, debería tener prosperidad durante todo el año que llega.
Este año los consumidores piensan si vale la pena hacer el intento y seguir con la tradición. Los precios de los estrenos, juguetes e ingredientes de las hallacas redujo el presupuesto y la costumbre quedará fuera para más de uno.
Julieta López, que todos los años compra uvas, este año no lo hará. “Todo está muy caro, entre los estrenos y los juguetes el dinero ya no me alcanza para cumplir con todas las tradiciones”, agrega.
Como ella, son muchos los consumidores que afirman que comprarán sólo lo necesario para la temporada y que prescindirán de algunas tradiciones para ahorrar dinero.
El precio de las uvas nacionales es de 20 bolívares el kilogramo. El año pasado costaba 14,9. El aumento es de 34%. Las verdes, sin semillas, se consiguen en puestos ambulantes y mercados municipales desde 45 bolívares.
Otro rito es el consumo de lentejas, también asociado al éxito y la prosperidad. En relación con 2009 el grano aumentó 77%. El precio de un kilogramo se encuentra alrededor de 16 bolívares, mientras que el año pasado no pasaba de 9.
Los comerciantes aseguran que las lluvias afectaron la cosecha. “El exceso de agua hizo que se perdieran los cultivos, por lo que procuramos recuperar lo más que se pueda”, afirma Ignacio Fuentes, que además de producto comercializa lo que cosecha en el Mercado Guaicaipuro.
Ventas en baja:
A pesar de la temporada la afluencia de personas es los mercados es baja. Los pasillos repletos quedaron en el pasado.
Los comerciantes expresan su preocupación debido a las bajas ventas, con respecto al año pasado.
“Antes estaba optimista porque la gente siempre compra en las últimas semanas pero este año, a la fecha en que estamos, todo sigue igual”, indicó José Pérez, comerciante del Gran Mercado de Sabana Grande.
Arnold Moreno, presidente de la Cámara Venezolana de Centros Comerciales, no está de acuerdo con lo que dicen algunos comerciantes. Cree que en los últimos días se ha presentado un repunte de afluencia de visitantes y un incremento de las ventas en los distintos centros comerciales.
“Afortunadamente mejoró el clima y la gente recibió sus utilidades”, dice.
Agregó que el levantamiento de la restricción de horarios en los centros comerciales marcó una diferencia importante y prevé que, con el repunte de los últimos días, el sector alcance los volúmenes de ventas de 2009.
MERCADOS Y CONSUMO
Por: SANDRA RIVERO NORIEGA
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