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Thursday, November 21, 2024
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SEXO SIN TABÚ: Es posible prevenir problemas de erección

45% de las consultas de los hombres al sexólogo son por eyaculación precoz y 33% por disfunción eréctil.

Recomiendan ejercicios y comida sana

 

Leal, sensible y coprotagonista de los actos amorosos que terminan en la cama, el pene figura como segundo órgano en importancia para el hombre, después del cerebro, que justamente ordena sus funciones.

Hay quienes lo llaman “su majestad”, por el poder que ejerce y los privilegios que concede al dueño. Pero cuando las cosas andan mal, Arturo y su inseparable amigo ­llevan 35 años juntos­ esperan silenciosos en el consultorio, hasta que la secretaria los invita a pasar.

“Mi problema es que a mi edad comienza a preocuparme la dificultad para mantener erección por más de 5 minutos”, confía este hombre, casado y padre de una niña. Su angustia es compartida, según estudios, por 3 de cada 10 venezolanos, mayores de 30 años que, por razones diversas, no logran mantener firme al compañero de disfrute sexual.

“Buena parte de las consultas sexológicas del hombre van a lo mismo: disfunción eréctil, hipo-actividad, eyaculación precoz o retardada, enfermedad de Peyronie y otras”, señala el psiquiatra Rubén Hernández, al advertir que tales situaciones son atendidas hoy por la andrología, que se ocupa de todo lo referido al hombre. No obstante, ofrece cifras reveladoras: de los hombres que acuden a terapia sexual, 33% sufre problemas de disfunción y 45% se queja de su eyaculación precoz.

Del pene al pana:

Hernández repara en la malcriadez del pene, un asunto que no puede ocultarse. “O se tiene una erección o no se tiene… no hay posibilidades de simularla”. Señala que generalmente la excitación sexual se puede dirigir.

La mente consciente colabora en el asunto, pero gran parte del mérito es del sistema nervioso simpático, que se integra al sistema nervioso autónomo.

Así, del modo como el miembro puede “aumentar” sin permiso (latigazos), suele hacer lo contrario. El estrés psicológico tiene el mismo efecto para el pene que una ducha de agua fría.

Hernández da crédito a las prótesis para mantener el pene erecto cuando fallan otros procedimientos médicos, según la edad y condición del paciente, razón por la cual debe ser evaluado cuidadosamente por un equipo multidisciplinario.

“Lo que no ayuda para nada son las técnicas quirúrgicas que a lo sumo logran aumentar dos centímetros y se paga un precio muy alto; en cuanto a las cremas, ungüentos, aparatos mecánicos que lo estiran o succionan, sirven para engañar incautos y enriquecer a quienes los venden”.

Hernández reconoce que el pene es fuente de poder. “Basta con visitar en Oslo el parque con estatuas fálicas, para asociarlo a su gracia y seducción”.

“A menudo, los hombres conversan con su pene, y se angustian muchísimo cuando no responde o cuando, por la edad, ocurre el llamado hipogonadismo de aparición tardía, que cada vez se diagnostica más y que influye en la memoria, concentración y estado general del sexo masculino”.

Hoy es posible entrenar a un hombre para que logre mejores erecciones, si cuida su salud, maneja los factores de morbilidad, como la hipertensión arterial, diabetes, obesidad mórbida y, sobre todo, el estrés. La culpa es otro factor de mucha importancia.

Hernández añade ejercicios, comida sana, relajación, abandonarse a la experiencia erótica y perder el miedo a funcionar bien. Tener una buena pareja. El afecto y la ternura son altamente recomendables.

Dice que la medicina ha logrado diagnosticar más de 100 enfermedades que afectan los genitales masculinos y femeninos, pero con los avances de la sexología es posible curar 90% de los casos.

Otra vez el tamaño:

Es obvio que al hablar de penes hay que volver al debate de si el tamaño importa. Sobran quienes se interesan por el asunto y respiran aliviados cuando se les dice que un pene normal, flácido mide en promedio de 8 a 10 centímetros, pero al excitarse se alarga entre 75% y 100%. Un estudio de Alfred Kinsey demostró que los penes flácidos más cortos ganan el doble de longitud comparados con los más largos. En erección, el tamaño promedio es de 15 centímetros.

En otro extremo está el micropene, de escasos centímetros, que a veces afronta problemas para estimular la vagina o no logra introducirse. Para su infortunio, los tratamientos de alargamiento están en fase de experimentación y no son recomendables. El pene de 20 centímetros o más, que vende el cine porno, existe pero, según los especialistas, no es tan frecuente y hace exactamente lo mismo que el pequeño: proporcionar placer.


Por: ELIZABETH ARAUJO
Salud | Sexo
EL NACIONAL