“Hay una destrucción
institucional en el sector”
La recién aprobada Ley Orgánica del Sistema y Servicio Eléctrico prevé la implantación, a partir del 1 de enero de 2011, de un nuevo modelo organizativo y conceptual en esa actividad industrial.
El gobierno de Hugo Chávez aprobó la primera Ley Eléctrica del país, en septiembre de 1999, la Asamblea Nacional la reformó en 2001, dándole carácter de Orgánica y ampliando los lapsos de ejecución de la misma; desde entonces y hasta la fecha, ese texto legal no ha sido acatado a plenitud.
La semana pasada el Poder Legislativo sancionó una nueva legislación, esta vez con sello socialista y reordenando al sector bajo una sola figura jurídica, administrativa y operativa como es la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) que elimina a las catorce empresas eléctricas existentes, hoy en manos del Estado.
Víctor Poleo, coautor de la primera legislación, recuerda que “Cadafe -luego de materializar con éxito la electrificación del país- devino progresivamente en foco de serias ineficiencias corporativas a gran escala y por extensión, en foco de recurrentes desequilibrios financieros para Edelca”. Y advierte que la Ley (aprobada a través de la primera Habilitante) “fue una propuesta para que, desmantelando Cadafe, instituir una nueva arquitectura del sector. En sus artículos 6, 10, 108 y 119, veta las casas matrices, estableciendo la separación de actividades entre Generación, Transmisión y Distribución, facilitando al ente regulador poder dimensionar su estructura de costos y sus incidencias en tarifas”.
Refiere el analista y profesor universitario que en el anterior instrumento legal “las líneas troncales (mayores de 230 kV) de Edelca, Cadafe y Enelven constituirían la Empresa Nacional de Transmisión (viejo desiderátum del sector). Las centrales hidroeléctricas de Cadafe constituirían HidroAndes, empresa de propiedad mixta regional. Las centrales térmicas de Cadafe serían sujeto de cambio de propiedad a manos de capitales nacionales eficientes. Y la Distribución de Cadafe sería concedida a empresas ad hoc propiedad de sus usuarios”.
Por tanto, indica Poleo, la “Ley de 2010 es la negación de la Ley de 1999 (nótese que, al igual que hoy, Alí Rodríguez era entonces el ministro de Energía y Minas -en cuyo despacho se fijaban las políticas del sistema eléctrico- y hoy es el ministro de Energía Eléctrica)”.
En su opinión “Corpoelec emerge como una Cadafe de Cadafes, inviable casa matriz que contraviene razonamientos jurídicos, institucionales, económicos y políticos”.
Ciro Portillo, ex-vicepresidente de Enelven, coincidió con Poleo en los propósitos claramente definidos en la Ley de 1999, de alcanzar la excelencia del sistema. Propuesta que fue tergiversada en los últimos diez años “al politizar el manejo de las empresas, al acabar con la meritocracia y expulsar a los profesionales valiosos por diferir” de las políticas oficiales.
Esta nueva Ley ocurre en momentos en que se ha perpetrado “una destrucción institucional” del sector.”Es ineficiente porque no hay gerencia, ni planificación, ni ejecución de esa poca planificación”.
Además, apunta el especialista, “las empresas eléctricas están quebradas porque desde hace unos 8 años están congeladas las tarifas eléctricas y porque el contrato colectivo único de del sector es tan abultado, que las compañías no pueden asumir sus costos”.
MARIELA LEÓN | EL UNIVERSAL
miércoles 15 de diciembre de 2010
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