Nuevos minerales pueden
apuntalar la diversificación
Víctor Álvarez, ex ministro de Industrias Básicas y Minería, advierte que el Estado debe evitar repetir errores. La oferta de compra de coltán venezolano fue publicada en Internet el 12 de octubre por una firma colombiana: Julián Cuadros. Hay que marcar un número de teléfono en el país vecino para contactarlos. Un hombre al otro lado de la línea está abierto a escuchar todas las ofertas, pero no cualquiera. Quien llame para ofrecer cuatro toneladas mensuales no tendrá oportunidad: “Si me garantiza cinco venga a Bogotá y firmamos el contrato”. Es una conversación típica: con esa informalidad se
En la zona han proliferado la minería ilegal y los intermediarios que venden a compradores internacionales.
Del coltán se pueden obtener dos metales codiciados en el mundo: columbio (o niobio) y tantalio, este último es básico para fabricar equipos electrónicos como teléfonos celulares, computadores portátiles, dispositivos de audio y video y consolas de juegos, entre otros.
La realidad de la zona no es alentadora para los venezolanos y Víctor Álvarez, ex ministro de Industrias Básicas y Minería, e investigador del Centro Internacional Miranda, lo manifiesta: “Hace falta instalar un aparato industrial que sea doliente y responsable para evitar que eso siga sucediendo”.
La respuesta oficial hasta la fecha ha tenido una dirección central. El lanzamiento de la Operación Oro Azul y del Plan Caura para controlar los estragos de la minería ilegal.
El ex funcionario señala que el Estado debe cuidar otras variables. “La respuesta represiva debe acompañarse de una estrategia de desarrollo con la suma de actores económicos e institucionales”.
La prioridad, según el profesor, es evitar la reedición de errores históricos: “No podemos repetir el modelo petrolero de exportación de materia prima sin capacidad de transformación en productos que agreguen valor. El Estado tiene la obligación de instalar una industria manufacturera sustentable desde el punto de vista social y ambiental”. Un norte aún lejano en una realidad donde ocurre lo más primitivo: la extracción ilegal y el contrabando del recurso.
Una ecuación permite ilustrar lo dicho. Hay agentes que ofertan al exterior el coltán venezolano a 50 dólares el kilogramo. La misma materia prima puede cotizarse en el mercado formal hasta en cuatro veces ese precio.
El tantalio procesado extraído de las rocas con un alto grado de pureza puede cotizarse en 400 dólares el kilo. Bastan gramos para fabricar los componentes miniatura que energizan un teléfono celular.
La tecnología para procesar la materia prima existe en los centros industriales del mundo. El Gobierno ha anunciado la intención de crear una empresa estatal para la minería estratégica.
China ha sido mencionada como un posible socio por parte de las autoridades, aunque también por intermediarios colombianos que afirman que hay activos compradores de ese país asiático así como de Estados Unidos, Canadá y Australia, entre otros.
Álvarez menciona cinco condiciones que debe cumplir cualquier interesado en una alianza para crear una empresa en Venezuela: “Debe haber transferencia de tecnología; formación de capital humano; asistencia técnica a los proveedores nacionales; e incorporación de los productos industriales fabricados en el país”.
La quinta condición: “Los tribunales venezolanos deben dirimir las disputas”.
Las oportunidades que ofrece la minería han quedado relegadas, de acuerdo con los analistas, por la dependencia nacional del petróleo.
“La explotación de recursos como el coltán podrían no solo plantear una oportunidad para diversificación de la economía, sino una alternativa al modelo de las industrias básicas de Guayana que parece agotado”, dice Jorge Roig, presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos y Mineros de Venezuela.
En la última década, el Gobierno ha revertido concesiones mineras a privados. A pesar de ello, voceros gremiales no dejan de manifestar voluntad de participar en el proceso de desarrollo de esos rubros: “El sector privado siempre ha tenido interés en desarrollar y hacer crecer la industria de la concesión minera”. Pero de momento, intereses foráneos llevan la delantera en el negocio.
DAVID GONZÁLEZ
dgonzalez@el-nacional.com
Política | Economia
EL NACIONAL
Comments are closed.