“Me llaman el loco”
Una broma de un miembro de la tripulación del vuelo 903 de American Airlines (AA) entre Miami y Caracas del 30 de septiembre de 2008 acabó con toda la tripulación detenida durante horas y luego expulsada sin poder embarcar al pasaje del vuelo de vuelta. El incidente llegó en minutos hasta la vicepresidencia y mostró una vez más la tirantez de las relaciones entre EE UU y Venezuela.
La reacción se produjo porque un pasajero denunció que un miembro de la tripulación había llamado “loco” a Chávez por los altavoces del avión, si bien los tripulantes aseguraron que lo que habían dicho era “local”.
“Welcome to Venezuela. Local Chávez time is…”, esto es: “Bienvenidos a Venezuela, la hora local de Chávez es…”. Ese es el mensaje que un miembro de la tripulación dio cuando el avión de AA procedente de Miami aterrizó en el aeropuerto de Maiquetía (Caracas), según su versión. Con ello, querían llamar la atención a los pasajeros sobre el hecho de que la hora de Caracas ya no era, como en el pasado, la misma de Miami, dado que el presidente Chávez había decidido meses antes crear su propia zona horaria con un desfase de 30 minutos.
Sin embargo, el pasajero Néstor Maldonado, amigo del diputado Carlos Echezuría Rodríguez, interpretó que lo que se había dicho por los altavoces no era “local Chávez time” sino “loco Chávez time”. En Venezuela, los opositores a Chávez se refieren con frecuencia a él despectivamente como “el loco”.
El pasajero le contó a su amigo diputado, que había ido a recogerle al aeropuerto, que el piloto había llamado a Chávez “loco”. El diputado llamó de inmediato al entonces vicepresidente Ramón Carrizales, que a su vez contactó con los responsables de Aviación Civil. Las autoridades de inmigración impidieron la entrada de la tripulación en el país y la retuvieron en el aeropuerto mientras se investigaba el incidente.
El diputado pidió escuchar las grabaciones del vuelo y quería que todos los miembros de la tripulación prestasen declaración. Finalmente, el responsable de American Airlines en Venezuela logró que las autoridades aceptasen que la tripulación volviese al avión vacío y abandonase el país en cuanto hubiera repostado, al tiempo que se ofreció a escribir cartas de disculpa. A las 23.30 (hora “local”), el avión vacío dejó Caracas. American Airlines prefirió evitar que la cosa pasase a mayores, pese a que eso le supuso cancelar el vuelo 902 Caracas-Miami del día siguiente con un importante coste para la compañía.
La embajada concluía que el episodio revelaba la enorme susceptibilidad en la relación bilateral, pues un asunto sin aparente importancia había escalado a la vicepresidencia en minutos.
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