En el 2009 se registró un
total de 13.985 homicidios
CARACAS.- Casi 14.000 venezolanos murieron asesinados el año pasado en su país, lo que lo coloca como uno de los más peligrosos de Latinoamérica, dijo el jueves una importante organización de derechos humanos local en su informe anual.
El grupo, Provea, dijo que registró un total de 13.985 homicidios en el 2009, aunque cree que miles de personas más fueron asesinadas, ya que asegura que el gobierno aprovecha falencias estadísticas para reducir la cifra. Venezuela tiene 28 millones de habitantes.
El gobierno usa “estrategias que ocultan la verdadera dimensión del fenómeno” al no incluir en el total las muertes sin resolver, un término usado para casos en que aún no se determina la causa de muerte, dice el informe. Estos casos fueron más de 4.200 en el 2009.
Además, las estadísticas oficiales no incluyen las muertes durante enfrentamientos de ciudadanos con la policía, que dejaron 2.685 fallecidos el año pasado, dijo el grupo.
“No hay una política coherente para combatir la delincuencia”, dijo el dirigente del grupo, Marino Alvarado, en una entrevista telefónica. “El gobierno necesita desarrollar políticas de corto, mediano y largo plazo, basadas en un consenso con otros actores de la sociedad”.
Venezuela tiene una de las tasas de homicidios más altas de la región y la población menciona en forma constante en las encuestas a este problema como el más urgente para el país.
El gobierno del presidente Hugo Chávez no divulgó estadísticas completas para el año pasado, pero las autoridades dijeron que en los primeros 11 meses del 2009 hubo más de 12.000 asesinatos en todo el país.
“No hacer públicas las estadísticas no ayuda a desarrollar políticas buenas”, dijo Alvarado.
Los cuerpos baleados de las víctimas llenan las morgues los fines de semana y la mayoría de los casos nunca se resuelve. Otros crímenes violentos, como robos a mano armada, secuestros y extorsiones, también se han generalizado.
En tanto, un número importante de policías están involucrados en actos criminales y la población en general no confía en ellos. Pocos se sorprendieron cuando el ministro de Justicia Tarek El Aissami reveló que los agentes participaban en 15 a 20% de los crímenes, en especial secuestros y asesinatos.
Provea aseguró en su informe que los policías mataron a más de 230 personas el año pasado, incluidas 26 que murieron por el uso excesivo de la fuerza o por torturas.
“Es muy difícil luchar contra la delincuencia cuando la policía está involucrada en tantas violaciones de derechos humanos”, dijo Alvarado.
Por CHRISTOPHER TOOTHAKER
The Associated Press
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