PÚBLICO & CONFIDENCIAL
“La meta de importación de alimentos que le fijaron a Pdval fue de 1 millón 751 toneladas (…) sin embargo, lo que logramos importar fue tan sólo 639 mil toneladas que es un tercio de lo proyectado (…) lo que alcanzamos a distribuir fue solamente 191 mil toneladas de alimentos”.
Lean de nuevo. Uno de esos organismos con nombre rimbombante que inventa el gobierno, llamado Centro Nacional de Balance Alimentario (Cenbal), estableció que Pdval debía importar y distribuir 1.751.000 TM de alimentos. Pero Pdval sólo alcanzó a comprar y traer al país 639 mil toneladas. Y lo realmente grave es que ese informe de Pdval a Chávez confiesa que de ese total ¡sólo se pudieron distribuir 191 mil toneladas!
Sólo fueron capaces de manejar, distribuir y vender 191 mil toneladas, es decir, que hay 448 mil toneladas (448 millones de kilos) que se compraron, pagaron, montaron en barcos… ¡pero no se sabe dónde están ni qué se hizo con semejante cantidad de alimentos! Quizás las hasta ahora descubiertas 81 mil toneladas sean una parte de las 448 mil toneladas que -según lo que confiesa el informe de Pdval- no fueron distribuidas porque no supieron hacerlo, no tuvieron capacidad o se perdieron en medio del desorden la desidia y la corrupción. Es muy probable que haya muchos otros containers o que -como denunciaron vecinos en Yaritagua- durante meses, camiones sacaron containers hacia “quemaderos de basura”.
El informe de Pdval al que hacemos referencia, es muy reciente. De principios de este mes. Inmediatamente posterior al descubrimiento del caso, cuando el escándalo ya no pudo ser tapado porque aún existen medios de comunicación independientes que resisten y no se censuran. Los datos los conocemos por una serie de reportajes que está escribiendo el periodista Alejandro Botía en Tal Cual desde el pasado martes. Informe que le fue entregado al director del periódico.
El informe refiere que ante la evidencia de no poder siquiera descargar mucha de esa mercancía en puertos, por el desorden que impera en ellos desde que se los quitaron a las gobernaciones para entregarlos a la compañía cubano-venezolana llamada “Boli-Puertos”, ordenaron desviar muchos de esos barcos hacia Cuba. “Entre finales de 2008 y el 2009, Pdval envío a la isla 68.800 toneladas métricas de alimentos, equivalentes a 2.750 contenedores aproximadamente por concepto de ayuda humanitaria”. ¿Cuánto dinero costó eso?
Y dice más ese informe. Relatan que “como Bariven no tenía experiencia comprando alimentos, la Vicepresidencia de la República, asignó un equipo de asesores cubanos que se encargarían de dictar los lineamientos concernientes a estas compras”. Y por lo que se ve, esos “asesores cubanos” fracasaron con su centralismo y burocratismo enfermizo. Lo mismo que ocurre en Cuba que cuando aumentan las cosechas, la mitad se pierde por la incapacidad de las empresas estatales de distribución.
El informe es muy extenso, como lo son los reportajes hasta ahora publicados en Tal Cual, pero hay un detalle que me parece fundamental conocer. “En varias ocasiones técnicos de Pdval y de Pdvsa sugirieron utilizar las cadenas de mayoristas privadas para auxiliar las labores de comercialización”. Es obvio que comprendieron que para evitar que millones de kilos de alimentos se perdieran, había que recurrir a la gente que sabe hacer el trabajo con eficiencia. Pero -reza el informe- “la idea fue una posibilidad no autorizada” por el alto gobierno.
Ya sabemos por qué había y hay escasez y especulación. Primero por la destrucción de fincas mediante invasiones y expropiaciones. Se destruyó una gran parte de la producción nacional. Y luego porque el dineral gastado en importar alimentos se perdió en más del 70%. Al pueblo sólo le llegaron 191 mil toneladas de las 640 mil que se lograron importar. ¡Todo el show de acusaciones contra Polar, contra Friosa, Éxito y demás empresas eran una tapadera para ocultar el desastre que tenían en el gobierno, Pdvsa y Pdval! Engañaban al país. Los acaparadores estaban en los patios de pudre-val. Los responsables de la escasez eran los que no sabían cómo manejar los puertos ni los centros de distribución.
Derechos laborales: Liquidarlos “poco a poco”
Quien tenga ojos que vea. Como en Cuba donde no hay contratos colectivos, ni derecho de huelga. No hay reclamos ni Ley del Trabajo. No hay Inpsasel ni Inspectoría del Trabajo. Los sindicatos existen sólo para ser “correa de transmisión” de las órdenes del partido y del gobierno hacia los trabajadores. Con la excusa de que “este es el gobierno de la clase obrera”. Lo mismo que decían en la URSS, en la Alemania comunista cuyos trabajadores derribaron el Muro de Berlín. O en la Polonia ante la que se rebelaron los trabajadores de Solidaridad tras 30 años de cadenas. Todo el poder en manos de una sola persona. En nombre del “socialismo”.
Mírense en ese espejo. Hay suficientes hechos que demuestran el camino que lleva “la revolución”. ¿Cuántos años sin contrato colectivo tienen los médicos y los empleados públicos de todos los ministerios y entes del Estado? Más o menos ¡8 años! Los únicos aumentos son los que Chávez ha decidido otorgarles cuanto él ha querido y en los montos que él ha decidido. Unilateralmente. Sin discutir ni escuchar a nadie. Sin permitir revisar nada. Luego está el “Plan Guayana Socialista 2019”. Basta con leerlo. Y el decreto 7089 que centraliza en una comisión presidencial -y en el propio Presidente- cualquier decisión sobre políticas laborales del sector público. Y la carta de Jaua ordenando la prohibición de discutir contratos colectivos “a menos que lo autorice el Presidente”. Y la creación de los “Consejos Obreros” designados “a dedo” por el partido para ir anulando poco a poco a los sindicatos porque éstos son electos por el voto secreto de TODOS los trabajadores.
15% de comisión en Pudreval:
De acuerdo con el ex embajador de Argentina en Venezuela, Eduardo Sadous, en las compras venezolanas a empresas de su país se estilaba una comisión de 15%, que se repartían los pillos de ambos lados. Lo declaró ante un tribunal que investiga los latrocinios de la parejita Kirchner.
Sólo un escándalo como el de Pudreval muestra alguna partecita de la parte sumergida del iceberg de la corrupción.
Según informaciones de Pudreval mismo, el costo total de las importaciones de alimentos, desde el 2007 hasta el momento en que comenzó la película de la comida podrida, es de 3.885 millones de dólares. Este minicronista piensa que la comisión que se repartían los pillos argentinos y los de nuestro patio, de 15%, debe ser standard para todas las negociaciones del gobierno venezolano con proveedores extranjeros. Una sencilla operación aritmética puede llevar a la conclusión de que en operaciones “comerciales” por un monto de 3.885 millones de dólares, 15% de coima debe haber dejado a los negociantes “endógenos” y “exógenos” la pelusa de 582 millones de dólares de comisión por sus desvelos por el país. Con razón un tipo como el ex presidente de Pudreval, Luis Pulido, está construyéndose un quintón en La Lagunita.
Seguramente varios de “los mejores gerentes de Pdvsa”, como los calificó quien los nombró, Rafael Ramírez, deben tener también muy gordas cuentas bancarias.
¿Hasta qué nivel del gobierno venezolano y de Pdvsa subía el reparto de la cochina? Nos gustaría oír alguna vez a Atila informando sobre esta materia.
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@damianprat /Jun 18 2010
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