Por cada hectárea anegada de siembra de plátano
se pierden Bs 17.000 más el valor de la tierra
Los agricultores no tienen seguro contra desastres naturales. La producción agropecuaria y agrícola del Sur del Lago de Maracaibo y de parte de La Guajira, en el estado Zulia, quedó devastada por las intensas lluvias que causaron inundaciones en las zonas sembradas de pasto, frutales, caña de azúcar, palma aceitera y plátanos, entre otros rubros.
Jesús Iragorri, presidente de la Federación de Ganaderos y Agricultores de la Cuenca del Lago, informó que desde La Cañada hasta Colón hay más de 100.000 hectáreas de tierras inundadas. Detalló que 80% estaban dedicadas al desarrollo de la ganadería para la producción de carne y leche, y 20% se destinaba al cultivo de aguacate, frutas tropicales, caña de azúcar y palma aceitera.
Los productores explican que para recuperar una hectárea sembrada de pastizales se tienen que invertir entre 6.000 y 9.000 bolívares sin incluir infraestructura, es decir, sin cercas, terraplenes, drenajes, nivelación láser y otras obras, con lo cual el desembolso es mayor.
Entre los gastos adicionales se deben calcular los trabajos para limpiar el sedimento que arrastran los ríos por las inundaciones, que dañan las vaqueras, los drenajes y otras infraestructuras, lo que implica el uso de maquinaria costosa.
Al menos 6.000 bolívares por hectárea se deben gastar por esas obras.
El presidente de Fegalago señaló que solamente en el municipio Colón, donde las estimaciones indican que hay 40.000 hectáreas sembradas de plátano que quedaron inundadas, las pérdidas son millonarias.
En promedio se calcula que por hectárea sembrada de plátano, incluyendo el mantenimiento de la plantación, el costo es de 17.000 bolívares sin tomar en cuenta el valor de la tierra.
Manuel Lima, mediano productor del Sur del Lago, dijo que debido a la crecida del río Chama y la subida de la marea del lago perdió cerca de 70 hectáreas de plátano: “Al pasar 3 días bajo el agua, ese plátano se pierde y ya llevamos más de 15 días; mis plantaciones están inundadas desde el 15 de noviembre. Tengo crédito con la banca y ahora es necesario refinanciar ese préstamo para poder recuperarme y volver a empezar”. Agregó que para volver a cosechar debe esperar 11 meses, incluyendo el tiempo que invierte en la preparación de la tierra.
Los ganaderos zulianos señalan que por lo menos 10.000 reses habrían muerto en la entidad, sin contar las que están en riesgo y no han podido ser trasladadas a zonas secas. Calculando que cada res para beneficio en el matadero pesa alrededor de 500 kilos y se vende en 5,50 bolívares el kilo, el precio por animal sería de 2.750 bolívares. Las pérdidas por los 10.000 animales estarían en 27,5 millones de bolívares.
Los productores explican que los costos son mayores si el rebaño es de vacas productoras de leche, porque su valor en el mercado es superior.
Debido al deterioro de las vías y a la muerte de los animales, en las últimas semanas la producción de leche en la región zuliana se redujo 15%.
Se dejaron de producir 120.000 litros diarios, lo que implica que al precio de 2,50 bolívares por litro, los ganaderos no percibieron 300.000 bolívares.
El director de Ganadería de Fedeagro, Carlos Odoardo Albornoz, indicó que entre todos los estados afectados por las lluvias se calcula que se han dejado de producir 450.000 litros de leche diarios por un valor de 1,12 millones de bolívares.
Albornoz subrayó que es urgente que se agilicen los tramites para movilizar el ganado para que los productores puedan salvar parte del rebaño. Agregó que es necesario que se detengan las importaciones para que haya cupo en los mataderos que actualmente están llenos de reses traídas del exterior.
“Si no llegan más animales importados, se agiliza la matanza y los productores pueden enviar las reses antes de que sufran las consecuencias de las inundaciones”, dijo.
Pedro Rivas, presidente de Fedeagro, sostiene que debido a los altos costos, la mayoría de los productores no cuentan con seguros para proteger la cosecha de pérdidas naturales como inundaciones. “Se está en conversaciones con el Ejecutivo para ejecutar un plan de contingencia especial destinado a auxiliar a los productores que han sufrido pérdida o que tendrán una disminución significativa en los rendimientos de los distintos rubros”.
En el caso de hortalizas como el tomate y la cebolla explicó que el costo normal se calcula entre 40.000 y 50.000 bolívares por hectárea cosechada de cada uno de estos rubros. Pero en caso de inundaciones la pérdida varía, porque depende de las condiciones en que se encuentre el cultivo al momento del siniestro.
Cosecha anegada. En Lara se calcula la pérdida de 40% de la cosecha de café del municipio Morán, informó Luciano Báez, presidente de la PACA, Productores Asociados del Café, en la población de Guarico.
“También está fallando el suministro eléctrico por lo que no podemos utilizar las maquinas de secado y tampoco se puede aprovechar el sol para secar los granos maduros, que es como la mayoría de nosotros lo trabajamos aquí, porque el agua no lo permite”, relató uno de los afectados.
Los caficultores esperan que el Gobierno los auxilie con créditos blandos para poder recuperarse en el mediano plazo.
“Si de una hectárea se obtienen por lo menos 20 quintales, y cada quintal cuesta 747 bolívares, eso suma casi 15.000 bolívares; las pérdidas en dinero son incalculables, y si se agrega la mano de obra, la inversión es mayor”, agregó.
En Yaracuy se inundaron 10.000 hectáreas sembradas de caña de azúcar, plátano, maíz, lechosa, yuca, pimentón y ají. Los agricultores esperan que las condiciones climáticas mejoren para comenzar desde cero, e intentar recuperar parte de las plantaciones.
KATIUSKA HERNÁNDEZ
KHERNANDEZ@EL-NACIONAL.COM
JOSÉ GREGORIO MEZA MARACAIBO
EQUIPO DE CORRESPONSALES
LLUVIAS | Noticias
EL NACIONAL
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