Para Luis Vicente León, desde el Ejecutivo sólo se está decidiendo qué
tipo de modelo socialista se implantará.

Es notable el deterioro del sector productivo en los
últimos años, gracias al cerco creado por el Estado

La ineficiencia en las políticas económicas se genera por el interés gubernamental de cambiar el “modelo”. Cuando se observan indicadores como la tasa de inflación, deterioro del salario real, caída del PIB per capita, la reducción del aparato productivo nacional y por ende la mayor dependencia de la industria petrolera, sencillamente se pudiera deducir que el Gobierno es totalmente ineficiente. Pero hay quienes concuerdan que la situación actual del país no es sólo producto de una mala gerencia, sino consecuencia de las prácticas gubernamentales para encaminarse hacia su proyecto político denominado Socialismo del siglo XXI.

Desde el 2007, el Ejecutivo ha sido explícito con sus intenciones de cambiar el modelo económico que impera en Venezuela, cuyos lineamientos están expresados en el Proyecto Nacional Simón Bolívar 20072013. En el mismo ya está determinado que el modelo funcionará con nuevas formas de generación, distribución y apropiación de excedentes; además estará conformado principalmente por Empresas de Producción Socialista.

De allí el avance que ha tenido el Estado contra la propiedad privada durante la actual administración, al punto de que en el 2002 había en el país más de 12 mil industrias y al cierre del año pasado el número se redujo a 7 mil. Esta merma en la actividad productiva ha sido tapada gracias a la renta petrolera recibida durante los últimos seis años, que ha permitido sustituir los productos nacionales con importaciones.

HACIA EL COMUNISMO:

Rafael Alfonzo, director del Centro para la Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice), considera que cada una de las actuaciones del Gobierno ha sido para “profundizar el comunismo en Venezuela”. Alfonzo comentó, en conversación telefónica, que las expropiaciones de empresas, así como el marco jurídico creado estos últimos años no son hechos aislados sino que todos forman parte de la misma estrategia. “Además, esta serie de actos se hacen al margen de la Ley.

En el caso de las modificaciones jurídicas muchas van en contra de lo que nosotros votamos el 2 de diciembre de 2007. Mientras que las expropiaciones en realidad son apropiaciones porque no se están haciendo los procedimientos establecidos en la Ley, como el avalúo justo y los pagos”.

Según Alfonzo, la parada final de este escenario es la eliminación del derecho de propiedad de los ciudadanos con un Estado dueño de todo. “Todos los medios de producción van a estar en manos del Estado y el individuo queda relegado”, dijo el representante de Cedice. Este proceso seguirá dándose paulatinamente tal y como lo señala el Manifiesto Comunista, comentó el entrevistado.

UNO MALO Y EL OTRO TAMBIÉN:

Por su parte, Luis Vicente León, director de Datanálisis, concuerda con que estas actuaciones gubernamentales son para encaminar el país hacia un nuevo modelo político, y el único aspecto por determinar es qué tipo de Socialismo se implementará en el país: el modelo marxista o el modelo autoritario.

En el primero de los casos, el Estado es dueño de los factores de producción y controla la economía. Pero dentro de este escenario León observa una variante que podría aplicarse en la nación. “El Estado se adueña de una mayoría de los medios productivos pero se entrega a una empresa privada para que lo gerencia.

Un ejemplo es lo que sucede con el Bicentenario, que es gerenciado por el grupo Casino y que además se venden como un éxito de la revolución”, señaló León.

El otro modelo es el denominado autoritario, en el cual existe la propiedad privada pero no tiene margen de maniobra en vista de que el Gobierno controla todas las variables. “La empresa privada no puede fijar los precios, ni decidir cuánto produce o a quién le vende, está de manos atadas”. En ambos casos el modelo es primitivo e ineficiente, comentó León.

El director de Datanálisis indicó que las cartas ya están echadas y sólo se debate cuál de los dos modelos regirá. “Estamos en un propedéutico de ingeniería y lo que falta decidir es si vamos a estudiar ingeniería industrial o en sistema”.

Por lo tanto, la productividad del país y los diferentes índices económicos continuarán en entredicho, pues el interés del Ejecutivo no es abrir compuertas para el diálogo y recuperación, se propone seguir tallando su camino hacia el Socialismo, eso sí, en números rojos para la nación y los venezolanos.

Por: ENDER MARCANO