Desde el pasado viernes en la noche falla la luz entre las esquinas Alcabala y Puente Anauco,
ayer varios de los responsables de los restaurantes se vieron obligados a vaciar
el contenido de sus neveras en la basura.
Afirman que en la Electricidad de Caracas
les dijeron que ellos no eran la prioridad
Además, contabilizan las pérdidas el verse obligados al cierre de sus negocios. Los vecinos afectados no cuentan con agua y también han tenido pérdidas, pues se les dañaronlos alimentos. Colocar hielo sobre el pescado, las carnes y los mariscos fue la única opción que consiguió Marilú Da Costa, del restaurante La Tertulia en La Candelaria, para evitar que la mercancía se le dañara. Desde el viernes en la noche el servicio eléctrico presenta fallas en la zona y desde ese mismo momento los afectados esperan inútilmente la llegada de una cuadrilla de la Electricidad de Caracas que les resuelva el problema.
Edificios residenciales, restaurantes, panaderías y tiendas de electrónica ubicados entre las esquinas de Alcabala y Puente Anauco han tenido que aplicar distintas medidas para poder subsistir ante la ausencia de servicio eléctrico.
Carmen de Rodríguez, del restaurante La Casbah, ya perdió una nevera completa de salmón, carne, chorizo, camarones y langostinos. Aun no quiere calcular las pérdidas, y la verdad, preferiría no pasar por ese trago amargo.
“Hemos llamado mil veces a la Electricidad de Caracas y no hacen nada. A mi hija le dijeron que nosotros no éramos prioridad, que ellos están muy ocupados con las emergencias en los barrios”, dijo Rodríguez.
A la falta de luz, se le ha sumado la ausencia de agua, pues las bombas trabajan con energía eléctrica. Con tobos de agua los trabajadores de la pastelería Dulcinea hacen lo mínimo que pueden. Las neveras ya las vaciaron y en la tarde del domingo ya estaban calculando el inventario de los alimentos que tendrían que botar.
“Ayer cocinamos un poquito, pero no hay café y la gente no viene. Yo no entiendo porque si uno se retrasa en el pago no esperan nada para cortarnos la luz, pero cuando es una falla de ellos no la resuelven”, comentó la encargada.
Los que residen en el sector también sufren las consecuencias. “Yo me quedé sin luz y sin agua, gracias a Dios que tengo cocina de gas, pero de todas maneras estamos comiendo sandwiches porque la nevera no la quiero ni abrir para que no pierda el poco frío que le puede quedar. Además me tuve que comprar un teléfono porque el mío es inalámbrico y no funciona sin luz “, señaló una vecina del edificio San Miguel.
Javier Sotelo, encargado del Bodegón de Dulcinea, detalló que el problema se presentó en una de las fases. “La de 220 voltios no funciona. Aquí tenemos unas neveras que sirven y otras que no. Nosotros no podemos dejar de trabajar. Tenemos compromisos que cumplir”, agregó.
Los comerciantes tendrán que sacar las cuentas de las pérdidas, que incluyen la comida en mal estado y lo que dejaron de facturar todo este fin de semana y los demás días, de no resolverse el problema. José López del restaurante La Cita dice que por cerrar un domingo deja de percibir al menos 20 mil bolívares. “Ya llevamos tres días así, no se cuánto más podamos esperar”, señaló.
Desesperados por la falta de respuesta y por el dinero que puedan perder de continuar la situación, los vecinos y comerciantes han pensado hasta protestar en las calles.
“Debe ser que la Electricidad va a asumir los costos y las pérdidas que nos están causando. Cuando llamamos a las operadoras nos dicen que están tratando de prestar el mejor servicio, pero que no tienen suficiente personal”, dijo por su parte Consuelo López, quien también trabaja en el restaurante La Tertulia.
BEATRIZ CRUZ SALAZAR | EL UNIVERSAL
bcruz@eluniversal.com
Lunes 29 de noviembre de 2010