En enero, la Policía Nacional y las municipales sólo sumarán 65% de los
agentes necesarios como mínimo en Caracas.
Expertos creen que el Gobierno
deberá extender el Dibise
La Comandancia General de la Policía Metropolitana poco a poco va apagándose. El cierre definitivo de la institución, creada mediante decreto presidencial el 21 de diciembre de 1969, está previsto para el último día de este año. Los agentes que quedan en la sede central, así como en las otras unidades dispersas en el Distrito Capital, son en su mayoría veteranos que esperan la jubilación.
Uno de los funcionarios más antiguos es el director, comisario general Carlos Meza. Con 23 años de servicio, le tocó ser el hombre que, según sus propias palabras, “pasará el suiche” a la policía.
El funcionario dedica buena parte de la jornada a arreglar los aspectos administrativos relacionados con la supresión de ese organismo.
Según sus cuentas, aún quedan allí 6.222 personas. De ellas, sólo 3.000 hacen trabajos operativos. Las demás laboran en áreas administrativas o están sometidas a procesos disciplinarios o penales.
La última oportunidad que tenían estos funcionarios para continuar ejerciendo un trabajo policial se abrió en octubre con la convocatoria para la cuarta cohorte de la Policía Nacional.
Entonces, fueron preseleccionados 540 agentes, en su mayoría de la PM.
Los 5.680 policías y empleados restantes serán jubilados o expulsados. Ese, indicó Meza, será el principal trabajo de la junta liquidadora de la PM, cuyos miembros aún no han sido nombrados.
Crece el déficit:
Se supone que la ausencia de la Policía Metropolitana (que en la década pasada llegó a tener 16.000 agentes) sería cubierta por la Policía Nacional, con un despliegue que llenaría los estándares asumidos por el Ministerio de Relaciones Interiores y Justicia. Según ese despacho, lo ideal sería tener entre 3,5 y 4 agentes por cada 1.000 habitantes.
En la Gran Caracas, explicó el director de la PM, viven aproximadamente 4 millones de personas. Pero en una jornada laboral pueden estar en la ciudad entre 6 y 7 millones de personas.
Por lo tanto, se debería tener como mínimo 14.000 policías en la calle, aunque lo ideal serían 24.000 funcionarios.
Con la cuarta cohorte la Policía Nacional tendrá 3.000 oficiales. A ellos se unirían otros 3.000 con la salida a la calle de un contingente que está en la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad.
Las policías de los 5 municipios caraqueños suman 2.700 agentes. Polimiranda puede aportar para Sucre, Chacao, Baruta y El Hatillo otros 400. Sumados todos se llegaría a 9.100 uniformados.
Pero el Gobierno dispuso que los agentes tengan jornadas laborales de 8 horas. Entonces, con el cierre de la PM estarán en la calle 3.030 policías por cada turno, en el mejor de los casos.
El déficit mínimo será de 11.000 policías.
Esta ausencia de agentes la avizoran tanto el comisario Meza como expertos en seguridad ciudadana.
El sociólogo Luis Cedeño, de la organización Paz Activa, indicó que solamente en los municipios del estado Miranda son necesarios 8.000 funcionarios.
“La Policía Nacional no está creciendo a la velocidad necesaria para cubrir el déficit histórico de agentes en la Gran Caracas. Además, ha concentrado su trabajo en la parroquia Sucre del municipio Libertador, en las estaciones del Metro y en las vías expresas. Lo demás queda prácticamente sin vigilancia”, explicó.
El director del Instituto de Investigaciones de la Convivencia y la Seguridad Ciudadana, general (r) Pedro Rangel, advirtió que a partir de enero se podría presentar una “situación de emergencia” en Caracas debido al déficit de policías.
“La cantidad de agentes es absolutamente insuficiente, mucho más con la distribución de turnos laborales que tienen. Creo que tendrán que echar mano de otros contingentes”, indicó.
Caso :Olímpico: “Dañaron nuestra imagen”
Es posible que la Policía Metropolitana sea recordada más por los excesos de un grupo de funcionarios en el estadio Olímpico de la Ciudad Universitaria, luego de un juego de fútbol entre el Caracas y el Deportivo Petare, que por los logros alcanzados durante sus 41 años de funcionamiento.
Las cámaras de aficionados y televisoras, así como algunas de la propia instalación deportiva, captaron el momento en que 12 agentes se enfrentaban en las gradas con un grupo de fanáticos de la barra caraquista.
Meza explicó que esos agentes fueron incorporados recientemente a la Dirección de Servicios Especiales. En su mayoría fueron transferidos desde la División Motorizada, recientemente cerrada.
Por lo tanto, no tenían mayor experiencia en control de desórdenes públicos. Fueron enviados al estadio como parte de un contingente de 107 uniformados.
“Creo que por la actuación de 12 hombres no se puede juzgar a toda la Policía Metropolitana. Pero no los voy a justificar. Con lo que hicieron dañaron nuestra imagen y, definitivamente, se salieron de las reglas”, afirmó.
Reconoció que los agentes fueron tomados por sorpresa.
Indicó que en grandes concentraciones como los juegos de beisbol y conciertos nunca se presentaron enfrentamientos como el del 21 de noviembre. Aun así, el comisario cree que la Policía Metropolitana goza de amplia aceptación, especialmente en los sectores más humildes de la población. Este acervo, añadió, le permitió a la institución proyectarse internacionalmente hasta el punto en que contribuyó a la formación de cuerpos similares en Panamá, Costa Rica, Nicaragua y República Dominicana.
JAVIER IGNACIO MAYORCA
jmayorca@el-nacional.com
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