Así describió uno familiar del oficial 2 de Policaracas, Jean carlos Becerra, de 26 años,
la experiencia de haber tenido que reconocer sus restos en la morgue de Bello Monte.
“Son demasiado sanguinarios. El cuerpo de
Jean Carlos parecía un rompecabezas”
El hallazgo de las partes del efectivo se hizo la madrugada de este miércoles en el sector “Piso Cien” del barrio El Nazareno, Casalta III, Catia. Funcionarios de la subdelegación Oeste del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas, junto al grupo GRIS de la Policía de Caracas, llegaron al lugar, luego de que apresaran en Valencia, Carabobo a Darwin Albornoz, de 20 años, y a “Víctor”, también de 20 años, otro de los integrantes del grupo: el señalado de ser quien se encarga de desmembrar a las víctimas.
Los dos detenidos develaron la localización del terreno que la banda ha usado durante al menos dos años para enterrar a las víctimas, luego de picarlas en partes con una sierra. El cuerpo del agente fue localizado en tres bolsas; otras dos contenían sus pertenencias.
El “motivo” del homicidio:
Las investigaciones han corroborado la versión de los vecinos de que el 10 de noviembre, cerca de las 8 de la noche, Becerra llegó a la casa de su novia y a los 10 minutos recibió una llamada y salió sin decir a donde iba, pero no regresó.
Su familia dice que él no tenía vicios, y que cada día le escribía a sus padres. La mañana siguiente a su desaparición su mamá comenzó a preocuparse y comenzaron a preguntar qué había ocurrido.
Un testigo de la zona relató que los integrantes de la banda de “Migdele”, tenían sometido al funcionario y le dijeron a un comerciante que cerrara “porque aquí va a haber un muerto”. Luego de eso algunos aseguran que a Becerra lo acribillaron en la vía, y lo subieron a “Piso Cien”.
La razón del ataque fue que Becerra le había vendido a “Yorman”, uno de los integrantes del grupo, y hermano de “Migdele”, una moto, pero sólo le pagó la mitad y, a pesar de la insistencia del funcionario, no le pagaba el restante.
Becerra optó por devolverle el dinero y pedirle la moto de vuelta, cosa que “el Yorman” hizo de mala gana. Luego, le mandó a dar el dinero y Becerra no lo recibió. El día de su muerte los sujetos lo llamaron para decirle que le iban a dar todo la plata y él decidió ir.
Otras víctimas:
En el lugar donde consiguieron a Becerra, localizaron los restos de dos personas más: al parecer, se trata de un joven apodado “Pollito” asesinado hace cerca de un año, y la compañera de este, “la Caliche”.
Aún faltan los análisis forenses a todos los cuerpos localizados, pero los familiares de Becerra explicaron que, por las señas, se trata del efectivo.
Las fuentes policiales explicaron que se presume que en el terreno donde hallaron los cuerpos hay, al menos, diez víctimas más de la organización delictiva que, entre otras cosas, se dedica al tráfico de drogas, y que usaba como sello el cortar el partes a sus víctimas.
Los residentes de la zona han relatado que la mamá de “Pollito” sabía que lo habían matado, y los sujetos se burlaban diciéndole que le entregarían el cuerpo, hasta que ella falleció sin que lo hicieran.
Otra de las víctimas fue Diverson Rubén Ribas, de 18 años, quien murió el 6 de octubre de 2009, cuando el grupo lo sacó de su residencia en Mario Briceño Iragorry. Tras asesinarlo y cortarlo en partes, la banda jugó futbol con su cabeza, y grabó un video que luego circuló en internet.
Los allegados a Becerra esperan que el resto de las víctimas sea desenterradas para que se los devuelvan a sus familias. “Al menos tenemos la dicha de que lo vamos a poder enterrar, eso no lo tienen otros familiares”, comentaron.
LAURA DÁVILA TRUELO | EL UNIVERSAL
jueves 25 de noviembre de 2010