La lista de los pequeños que deben ser intervenidos en otorrinolaringología supera los 400
pacientes. La remodelación comenzó hace un año y actualmente las obras están paralizadas

Paralizaron las obras y no
hay suficientes médicos

Desde hace un año y dos meses, cuatro de los siete quirófanos para operaciones electivas del Hospital de Niños J. M. de los Ríos fueron clausurados con la promesa de una pronta remodelación. Tumbaron las paredes, cambiaron las tuberías y dejaron el área en obras. De los tres pabellones restantes, sólo funciona uno.

Los otros dos se mantienen abiertos, pero inactivos por falta de personal. Ante la contingencia se habilitaron los 2 quirófanos del área de emergencia para utilizarlos en operaciones electivas. “Si estuvieran abiertos los 10 quirófanos del hospital podríamos intervenir, aproximadamente, a 4.800 pacientes anuales. En 2009, con 2 pabellones, hicimos sólo 2.050 cirugías”, señaló la jefa de Anestesiología y Quirófanos, Arcelia Valero. Rememoró que en 2005, en 6 pabellones se operaron 3.787 niños y el año siguiente, 3.535.

A la espera:

El J. M. de los Ríos es un centro de referencia nacional y 60% de la actividad se concentra en el área quirúrgica. Sin embargo, faltan especialistas. Deberían prestar servicio 24 anestesiólogos y sólo hay 13. Igualmente hay un déficit importante de enfermeras.

Por ejemplo, en otorrinolaringología hay cerca de 400 personas que aguardan por un cupo para ser intervenidas. Igual ocurre con operaciones para enfermedades como la hipospadia (el pene no se desarrolla de manera normal), que aunque no pone en riesgo la vida de los niños deben ser intervenidos. Incluso, hay quienes esperan desde hace dos años.

La mayoría de las cirugías que se practican en el hospital son tumores abdominales, lesiones en los riñones, trasplantes renales y tumores cerebrales.

Por ejemplo, los angiofibromas sólo son intervenidos en ese hospital y en el Universitario.

Si hubiesen suficientes anestesiólogos deberían realizarse entre 40 y 45 cateterismos, pero por el déficit de personal sólo se practican 10.

Otra especialidad que está a media máquina es el área de quemados: tenía 20 camas y ahora hay 4, y un especialista para atender a los pacientes provenientes de todo el territorio nacional.

El área de oftalmología funciona de la mano de la Misión Milagro pediátrica. Anteriormente tenían tres turnos para operaciones y ahora quedaron con uno de seis horas. “Por supuesto que todos los médicos quieren operar a sus pacientes, pero la situación no lo permite” aseveró Valero.

“Aquí llegan niños de todas partes del país. Es un hospital de alta complejidad”, señaló el jefe de Emergencia, Huníades Urbina, quien también reseñó que el servicio que dirige, recientemente remodelado y equipado, no opera en su totalidad por falta de médicos.

María (nombre ficticio) es víctima de una larga espera. Su hijo de dos años de edad tiene una historia prolífica en el hospital. Ya se ha visto con 11 especialistas distintos y ha hecho progresos. Sin embargo, aún le falta una operación para la zona genital. Ella está preocupada porque los médicos le dijeron que si el problema no se atajaba a tiempo podía evolucionar hacia un tumor.

Actualmente, el infante se encuentra bien, según los más recientes exámenes, pero la madre no quiere dar margen para que la enfermedad gane terreno.

En la última cita le dijeron que volviera en enero de 2011, que entonces le dirían una fecha probable para la operación. Para ella, es demasiado tarde. Insiste, habla con las autoridades y asegura que irá cuantas veces sea necesario para que le den una cama o, si acaso, una respuesta.

LAURA WEFFER CIFUENTES
lweffer@elnacional.com
Salud | Económia
EL NACIONAL