Este es el unico país en el que la justicia está ausente, Tocorón y Uribana son
la imagen de la violencia y de la aplicación de la Ley del más fuerte.
Las cárceles de un país reflejan
su estado de avance o deterioro
Las cárceles de un país reflejan su estado de avance o deterioro. En Venezuela país en el que la justicia está ausente, Tocorón y Uribana son la imagen de la violencia y de la aplicación de la Ley del más fuerte. En esas cárceles los convictos lo primero que aprenden es que la vida de adentro es una prolongación de la violencia callejera, pero en un espacio cerrado, donde cada hombre puede ser individualizado, probado, retado y evaluado no para mejorar, sino como posible miembro de los bandos que quieran regir el plantel. El convicto aprende que el camino hacia el juicio será lento, con retardo procesal, con traslado a tribunales cuando haya disponibilidad y no cuando debería ser llevado, que hay hacinamiento, pésimas condiciones, malos servicios, abuso, maltrato, que la cárcel lejos de hacerlo reflexionar, ahondará su resentimiento.
Una demostración fehaciente del aprendizaje negativo de las cárceles del país en el que se ha transformado la Venezuela de hoy, lo tenemos en las cárceles de Tocorón en el estado Lara y Uribana, en el estado Aragua.
De acuerdo con el Editorial de El Nacional “La masacre de Tocorón” del día 2 de octubre, 2010, la batalla librada durante tres largos días en la cárcel de Tocorón, con armas de alto calibre, granadas, pistolas, sub ametralladoras, bombas lacrimógenas, por los 4.000 reclusos (solo tiene capacidad para 700) por el control del penal, dejaría un saldo de 16 muertos y 35 heridos. Hubo guardias del penal que salieron lesionados. Se hizo necesaria la intervención de 1800 guardias nacionales, apoyados con tanquetas, helicópteros y demás equipos para poner la situación bajo control.
La pregunta es ¿Cómo es posible que armas como esas entren en el penal? Los presos dicen que quienes introducen y comercializan las armas en el penal son los mismos funcionarios penitenciarios y la Guardia Nacional. Al terminar esta batalla, uno de los presos, líder de la pelea, fue transferido a la cárcel de La Planta, allí fue asesinado por otros reclusos, asociados al bando contrario al que el recluso pertenecía, es decir las bandas de delincuentes aplican su “ley” a través de sus “redes”. Aquí surgen otras preguntas ¿Quién informó sobre este traslado? ¿como se enteraron los del bando contrario? ¿Cómo supieron en que lugar se encontraba el asesinado?
Unas pocas semanas antes los presos de Tocorón habían emitido un comunicado en el que reclamaban mejores condiciones carcelarias, pedían que se les ocupara el tiempo libre con trabajo, mejor alimentación, en fin se quejaban de todos los asuntos que ya han sido mencionados en este escrito , pedían que a sus familiares se les diera el debido respeto los días de visita, pues recibían un trato abusivo por parte de los guardias nacionales encargados de la custodia, no les permitían pasar los alimentos y artículos de aseo personal, manteniéndolos por horas en las colas para entrar. También participaron en una huelga de hambre de los presos pidiendo mejoras en las condiciones del penal.
Otro relato del estado carcelario que refleja la pérdida de la justicia en nuestro país, se da en la cárcel de Uribana, (con 1580 reclusos alojados y sólo tiene capacidad para 890), es el llamado “Coliseo” , (información del artículo de César Paradas publicado por El Nacional), un combate que emula a las peleas libradas en el Coliseo Romano, establecido por el “líder” de los reclusos del penal desde el 2008. Los reclusos hacen un círculo en medio del cual dos pelean con armas blancas para arreglar cualquier tipo de problemas. El Coliseo tiene reglas, que son: a) solo se pueden infligir heridas en brazos, piernas y pecho, b) no se permiten armas de fuego. Es decir es un combate completamente salvaje, hay que ver lo que significa darle una puñalada, una cuchillada o cortadura a otro ser humano. El líder o “papa” es quien escoge a quienes van a pelear, los demás esperan su turno. De acuerdo con los resultados obtenidos, es decir quien hiere al otro, quien demuestra ser más fuerte, más violento, gana prestigio y estatus. El Coliseo tiene sus estadísticas “rojas”: 4 reclusos muertos y 113 heridos (Estas sólo reflejan lo publicado por los medios de comunicación) Estos combates solían darse los Lunes y Miércoles en la madrugada, pero ahora se dan en cualquier día.
Afortunadamente el Coliseo sólo se presenta en Uribana y no ha sido copiado en otras cárceles. Las quejas de los reclusos, son las mismas de los otros presidios, no hay actividades de trabajo, de deporte, culturales, creativas, etc. Hay hacinamiento y la infraestructura está en pésimas condiciones.
De acuerdo con profesionales especializados en proponer soluciones para esta problemática habría que promover los principios y valores morales, educación para el trabajo, y definitivamente la formación del personal que atiende a los presos y de quienes hacen la labor de resguardo y seguridad.
No deberian salir d hay los malditos perros q entran hay por acesinato el degraciado q le quito la vida a mi papa ojala y se pudra hay ese maldito perro