Aseguran que Chávez busca distraer la atención de temas nacionales y desalentar a quien
pudiera ser su adversario en las elecciones usando la intimidación a través de los cuerpos castrenses.
Una incitación calculada
La fidelidad profesada por el general Henry Rangel Silva a la revolución no fue espontánea. El mensaje es que el presidente Hugo Chávez quiere demostrar que es el dueño del país y producir en los cuarteles una rebelión para después pasar factura a quienes no se sumen a la propuesta socialista, expresaron los representantes del Movimiento Civil por la Unidad.
Ángel Lombardi, vocero de la organización, explicó que las derrotas de Chávez al intentar reformar la Constitución en 2007 y de enmendar a la Carta Magna en 2009 ponen en peligro su estadía en el poder, lo que lo ha obligado a usar cualquier recurso para demostrar que su salida sería impedida por los efectivos castrenses. Insistió en que el mandatario pretende distraer la atención de temas nacionales y desalentar a quien pudiera ser su adversario en las elecciones.
“Chávez quiere anticipar el juego político a su favor. Lo que ha sucedido con el general Rangel es un juego político para provocar a las FAN. Él percibe la realidad que le espera. Es inaceptable que quiera crear un tutelaje a la democracia”.
Apuntó que la actitud del Presidente de condecorar a los uniformados que le manifiesten respaldo y de atacar a la oposición son signos de la debilidad y el temor que reina en el titular del Ejecutivo nacional.
Lombardi calificó como un irrespeto, que un alto funcionario militar expresara su parcialidad política y en representación del Movimiento Civil por la Unidad exigió la destitución del general Rangel y el inicio de una investigación sobre las implicaciones personales y colectivas que pudieron ocasionar sus declaraciones, las cuales son para la organización el anticipo de un golpe de Estado. Lolita Aniyar de Castro, subrayó que el “acto ha sido el más despótico, autoritario y retador porque se quiere comandar al país como un cuartel”.
Rechazo rotundo:
Julio Portillo, leyó en la rueda de prensa convocada por el Movimiento Civil por la Unidad el documento que fue redactado por la directiva, en rechazo a las declaraciones emitidas por el jefe del Comando Estratégico Operacional, en las que aseguraba que la Fuerza Armada Nacional desconocería los resultados de los comicios presidenciales de 2012 si el resultado no favoreciera al líder del PSUV. “La oficialidad de la armada no debe caer en la provocación ante lo que se conoce como un anticipo de una purga para ver quién sale a defender una posición u otra y aplicársela”.
La comunicación señala que el respaldo oficial dado al ahora general en jefe de las FAN es un evidente caso de complicidad militar, cuyas consecuencias son impredecibles y aseguran que “es conocido que los gobiernos autoritarios se rodean de una camarilla de altos oficiales para sostenerse en el poder contra la mayoría del pueblo”.
Portillo indicó que el Consejo Nacional Electoral está en la obligación de condenar la osadía de las afirmaciones del general Rangel, pues no tendría sentido ejercer funciones en nombre de la ciudadanía si el veredicto del soberano expresado en votos estaría amenazado por las bayonetas de quienes pretenden convertirse en árbitros del resultado comicial.
Sostuvo que en la “bochornosa reunión del Presidente con sus ministros se usaron palabras que dejaban mal parada la majestad del cargo que detenta el jefe de Estado”. Añadió que el silencio de la Asamblea Nacional y demás poderes públicos les confirma la tesis de que las instancias respaldan los hechos.
El Movimiento Civil por la Unidad pidió a las universidades y representantes de los distintos sectores políticos que soliciten de forma conjunta al Gobierno a reprobar la posición de Rangel.
Fernando Chumaceiro acompañó a los representantes de la organización sin fines de lucro. En su participación dijo que las Fuerzas Armadas están “destruyendo el patrimonio más digno de Venezuela como lo es haberse sacrificado por su libertad e independencia. Hay presidentes que en la cabeza no tienen un país sino un cuartel, y creen que no gobiernan ciudadanos sino a unas tropas de las que se consideran jefes”.
Un alborotador:
El general retirado y ex ministro de Defensa, Fernando Ochoa Antich, negó que en algún momento haya conspirado para tomar un cuartel o dar un golpe de Estado, tal como lo señalara Hugo Chávez en cadena nacional.
“El presidente Chávez es un gran provocador. Él sí es responsable de los 34 muertos del 4 de febrero de 1989 y de los sucesos del 11 de abril de 2002”, expresó durante una entrevista transmitida por el canal de noticias Globovisión. Reiteró que ante una posible derrota del presidente Chávez en las elecciones presidenciales del 2012, la Fuerza Armada Nacional deberá respetar la decisión de la mayoría de los venezolanos. “Las Fuerzas Armadas deben recordar que tiene estrechos lazos con la sociedad civil. Si en las elecciones presidenciales de 2012 el presidente Chávez es derrotado a través de la vía del voto popular, los militares deberán respetar la decisión del pueblo”.
MUD alerta a la OEA
La Mesa de Unidad Democrática (MUD) exhorta al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, a prestar “especial atención y seguimiento” a “las amenazas a la democracia venezolana que representan declaraciones como las del general Henry Rangel Silva, entre otras acciones que, claramente, tienden a desconocer la Constitución”.
En una misiva enviada al alto representante de la OEA, en Washington, suscrita por el secretario ejecutivo de la Unidad, Ramón Guillermo Aveledo, el pasado 10 de noviembre, se cataloga de “inadmisibles” las “graves declaraciones” que ofreció el militar, quien ocupa el segundo cargo de importancia dentro de la Fuerza Armada Nacional y que ayer fue ascendido al rango de general en jefe, por el presidente Hugo Chávez.
Gabriela Moreno – Maracaibo – 13/11/2010
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