Una crisis causada por enfermedades como la malaria y la tuberculosis, y por
la desnutrición, indicaron hoy expertos en materia de salud.
17 indígenas Yanomamis han
muerto por malaria en Venezuela
Al menos 17 indígenas Yanomami que viven en aldeas vecinas al municipio venezolano de Alto Orinoco murieron este año a raíz de un brote de malaria en las aldeas Maiyotheri, Awakau y Pooshitheri, según denunciaron integrantes de este grupo indígena en Brasil y publica hoy la prensa local.
El rotativo sostuvo que el número de muertos por el brote de malaria -que habría sido informado a las autoridades venezolanas el 31 de julio pasado- podría superar a 50, lo que significaría una cuarta parte de la población de las tres aldeas.
“Recien el 13 de octubre el primer equipo venezolano de salud llegó a las áreas afectadas, después de tres días de marcha. Volvieron con el relato de 51 muertos, pero hubo otras dos muertes después”, relató el reportero brasileño Marcelo Leite, quien participó en el encuentro indígena como invitado de Hutukara Asociación Yanomami.
El informe agrega que un segundo grupo en técnicos expertos en malaria regresó a la región afectada el 22 de octubre para cosechar muestras de sangre: “Los análisis revelaron un 85 por ciento de casos positivos (de malaria). Mitad de ellos eran de la forma más grave de malaria, causada por el parásita Plasmodium falciparum”.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Carabobo (UC) encontró casos severos de desnutrición, parasitosis y presencia de tuberculosis en una comunidad piaroa del estado Amazonas, donde la Dirección Regional de Salud confirmó por su parte un brote de malaria en tres aldeas de la etnia yanomami.
Las fuentes del organismo regional indicaron que al menos una persona ha muerto, mientras otras 60 padecen la enfermedad, pero no descartaron que pueda haber más víctimas mortales.
En declaraciones a Efe, el neumonólogo Jesús Rodríguez de la UC señaló que un equipo multidisciplinario visitó a varias comunidades de indígenas piaroa el pasado mes de agosto con el fin de evaluar sus condiciones de salud.
“Los mismos indígenas nos guiaron para que pudiéramos constatar que hay tuberculosis en la comunidad de Caño Piedra, pero nos quedamos asombrados porque la desnutrición y la parasitosis también están acabando con la población”, dijo el especialista.
El grupo de universitarios, conformado por tres enfermeros, un psicólogo y un médico, tuvo que hacer un recorrido de más de tres de días por ríos y selva para poder llegar hasta esta lejana comunidad del Municipio Autana, en Amazonas.
“Los niños tienen el pelo amarillo, signo inequívoco de desnutrición. Hay cinco indígenas con diagnóstico confirmado de tuberculosis, más dos probables casos que presentan inflamación de ganglios y sonidos pulmonares”, apuntó el médico.
La dieta de los piaroa está basada en el casabe o mandioca, un fruto llamado malaca, grillos, tarántulas y otros insectos, agregó el neumonólogo, quien subrayó que estos indígenas rara vez cazan o pescan.
Para el especialista, el número de enfermos debe ser mayor pues “las cinco personas con diagnóstico de tuberculosis conviven con otros 90 indígenas en una misma vivienda, como es su costumbre”.
En medio del paisaje selvático, el médico constató la existencia de un Centro Diagnóstico Integral (CDI) en Caño Piedra, que debía formar parte del sistema sanitario nacional y ya tiene cuatro años construyéndose, según le informaron los indígenas.
Rodríguez también observó las instalaciones de un gigantesco centro chamánico que se hizo para que las comunidades indígenas pudieran practicar su medicina, aunque aseguró “que ahí sólo se realizan esporádicas reuniones de chamanes”.
Los académicos de la UC esperan poder regresar a la zona con tecnología diagnóstica, medicamentos y alimentos pues, asegura Rodríguez, “estos indígenas están muertos de hambre”.
Por su parte, el director regional de Salud del estado Amazonas, Miguel Hernández, declaró a Efe que están confirmados unos 60 casos de malaria entre los indígenas yanomamis, con el fallecimiento de un miembro de la etnia por esta enfermedad en los últimos días de octubre.
“Hicimos una investigación epidemiológica después de recibir algunas informaciones de los mismos yanomamis alertando acerca de 17 muertes por malaria, pero sólo pudimos confirmar el fallecimiento de una persona por esta causa”, dijo el funcionario.
Hernández no descartó que pueda haber más víctimas mortales en las comunidades afectadas, situadas en zonas de difícil acceso.