El mandatario estadounidense reconoció que si bien su gobierno ha logrado
estabilizar la economía, falta mucho por hacer.
Obama manifestó que deberá
trabajar con los republicanos
Triunfo parlamentario republicano en EE UU puso a reflexionar al Presidente. El presidente Barack Obama admitió ayer que sufrió una “paliza” con la victoria electoral de los republicanos en las elecciones de medio mandato, debida según él a la “gran frustración” de los estadounidenses por el mal estado de la economía.
“Creo que no hay duda que la principal preocupación de la gente es la economía. Y la razón por la cual expresaron una gran frustración es el hecho de que no avanzamos lo suficiente en la economía”, declaró el mandatario.
Los republicanos, que hace dos años parecían hundidos, resurgieron espectacularmente el martes para adueñarse de la mayoría en la Cámara de Representantes y acercarse estrechamente de la mayoría demócrata en el Senado. La oposición ganó 60 escaños en la Cámara de Representantes, donde ahora cuentan con 239 escaños de 435, y ganaron seis escaños en el Senado, donde a pesar de todo los demócratas mantienen una corta ventaja de 53 sobre 100 escaños.
“Creo que tenemos que asumir la responsabilidad directa por el hecho de que no progresamos tanto como hubiéramos querido” en la recuperación económica y la creación de trabajos, añadió el presidente.Tradicionalmente el partido en la Casa Blanca pierde escaños en el Congreso en las elecciones de medio mandato, pero el cambio de 60 escaños en la Cámara de Representantes no se vivía desde 1948.
“No le recomiendo a ningún presidente futuro recibir la paliza que recibí la noche pasada”, afirmó. Ahora el presidente aseguró estar dispuesto a trabajar con la oposición para la disminución del déficit público, uno de los temas mencionados repetidamente por votantes para expresar su frustración. Pero advirtió: “creo que eso es una cuestión importante tanto para demócratas y republicanos”, dijo.
El Congreso y el presidente deberían “escuchar ante todo al pueblo estadounidense” había advertido previamente John Boehner, el futuro jefe republicano en la Cámara de Representantes, en rueda de prensa.“Esperamos que el presidente vaya a respetar la voluntad del pueblo, cambiar el rumbo y comprometerse en hacer los cambios que (los estadounidenses) demandan”, dijo Boehner. Obama habló telefónicamente con Boehner y con el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.
“Estabilizamos la economía. Creamos empleos en el sector privado”, se defendió Obama.Sin embargo, “los estadounidenses no sienten los efectos de esos progresos”, se lamentó.
Seriedad total:
El presidente lució serio y en ocasiones tenso ante las preguntas de la prensa. Obama se negó a admitir que quizás parte de la causa de su derrota se debe a la agenda claramente progresista de su gobierno.“Creo que en los últimos dos años tomamos una serie de decisiones muy duras, pero que eran correctas en términos de hacer avanzar el país”, explicó el mandatario, quien prometió de todas formas “reflexionar” sobre el resto de sus objetivos a mediano plazo.
Con menos de dos años en el poder, la agenda de Obama luce muy comprometida. El Congreso tenía pendientes importantes reformas, como la energética y la educativa.La reforma migratoria integral aparece muy lejana, a pesar de que el aún líder demócrata en el Senado, Harry Reid, prometió que volvería a plantear un debate sobre una iniciativa muy limitada, el Dream Act, para legalizar a los estudiantes indocumentados.
El problema económico:
El 62% de los votantes afirmaron que la situación económica era la principal de sus preocupaciones. Ese enojo benefició en particular al Tea Party, un movimiento ultraconservador que provocó un auténtico sismo político tras su nacimiento hace año y medio.
Las personas de la tercera edad, las mujeres, los blancos y los independientes se alejaron de los de-mócratas, los jóvenes simplemente no acudieron a las urnas, según los analistas. Tan sólo los afroamericanos y los hispanos demostraron ser un apoyo sólido para los demócratas. El 66% de los hispanos votó por los demócratas en la Cámara de Representantes.
Sin embargo, algunas de las estrellas políticas republicanas en los comicios son paradójicamente de origen hispano. Uno de los triunfadores fue Marco Rubio, republicano de 39 años de origen cubanoestadounidense, quien ganó una banca al Senado por Florida. Una republicana de origen his-pano, Susana Martínez, ganó por primera vez una gobernación, y Brian Sandoval, otro republicano duro, obtuvo la de Nevada (oeste).
Los republicanos ganaron a nivel nacional diez gobernaciones.
En riesgo de bloqueo político por republicanos:
La victoria de los republicanos, que arrebataron a los demócratas la mayoría en la Cámara de Representantes, podría provocar un bloqueo en Washington en lo que respecta a la regulación financiera. El resultado de las elecciones de medio mandato puede en cambio ser un alivio para las empresas, deseosas de escapar de las nuevas obligaciones en materia financiera.
“La mayoría de los inversores estiman que un impasse en Washington será beneficioso para los mercados”, estimó Gina Martin Adams, estratega del banco Wells Fargo. Aún si los republicanos no logran abolir leyes como la reforma de la salud o la reforma de Wall Street, podrían trabar su puesta en marcha.
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