De noche, guaireños quedan a expensas de la especulación de
“piratas” y rogando no ser blanco del hampa.
Allí reportan 10 atracos
diarios a los colectivos
Diariamente hay hasta diez atracos en busetas, que dejan de operar a las 7 p.m. Aunque para el gremio de transportistas: no es oficial, las cinco líneas que hacen las rutas Caracas-Vargas no prestan el servicio después de las 7 p.m. La razón no es otra que la inseguridad.
Los frecuentes asaltos a las transportistas las obliga a no trabajar de noche cuando éstos se incrementan. De manera que los pasajeros que regresan de sus estudios o trabajos se quedan a merced de conductores “piratas”, quienes especulan y cobran hasta cuatro veces el costo del pasaje normal. Por si fuera poco, las paradas no cuentan ni con vigilancia ni con iluminación.
Los usuarios resumen su queja así: “Pasamos trabajo, somos víctimas de la delincuencia y gastamos mucho dinero”
La Guaira.- La estudiante Laura Molina tiene tres años viajando a diario entre su casa ubicada en Caraballeda y su centro de estudio, la UCAB, en Montalbán.
Su traslado lo hace a través de los servicios de transporte público que utilizan a diario los varguenses.
“Pasar trabajo, esa sería la expresión que utilizaría para definir la ruta Caracas-Litoral. En estos tres años he visto de todo. Conductores que abusan, piratas que se aprovechan del cansancio del que está tres horas en colas. Asaltos y funcionarios policiales que martillan a los choferes. En ese servicio todos somos víctimas de algo. Son víctimas los conductores que dicen que por inseguridad desaparecen después de las 8:00 p.m. Hemos pagado hasta Bs 15 para bajar a nuestras casas, cuando el pasaje legal es de 4. Hace falta orden, disciplina y políticas públicas que auxilien a los conductores y también a los usuarios”, revela.
Y trabajo conjunto, porque en Vargas las paradas siempre son zonas de conflicto, pero las de Caracas son mucho peores, añade.
Boceto del caos:
Grosso modo, Laura hace un boceto del caos que se registra a diario en la ruta Caracas-Litoral: Especulación por parte de miembros de las cinco líneas registradas que explotan la concesión de ruta, piratas que encuentran su rebusque, paradas sin vigilancia y con carencia de iluminación, asaltos diarios a unidades y pasajeros, que cobraron la vida de siete conductores en lo que va de año.
Las partes involucradas aseguran que los operativos se concentran los fines de semana y la temporada alta y no en las horas nocturnas o de madrugada.
La inseguridad es tal que los conductores han decidido declarar su propio toque de queda y trabajar solo hasta las 7 de la noche, dejando a la buena de Dios a los usuarios nocturnos que requieren del servicio después de esa hora.
Según las cuatro líneas que hacen rutas a Vargas, diariamente se registran entre seis y diez atracos. Los sitios donde más robos se cometen son las salidas de El Silencio y Gato Negro; la entrada a la carretera vieja; las entradas a El Limón y Ciudad del Indio; y El Trébol, al llegar a Maiquetía.
“Después de las 7:00 p.m. no hay servicio en El Trébol, tampoco en Macuto. En Catia La Mar y en la plaza El Cónsul se puede ubicar transporte hasta las 9 de la noche pero después de esa hora es casi imposible, pues los socios se quejan de la delincuencia. La única opción es la ruta del aeropuerto de Maiquetía hasta Parque Central. No queremos que se tome como una irresponsabilidad de nuestra parte, pero realmente la situación en las paradas se hace insostenible tanto en Vargas como en la de El Silencio, en Caracas”, explica el conductor José Gabriel Granados.
Los profesionales del volante acotan que esta no es una decisión respaldada por la directiva del gremio, pero que se ha convertido en un comportamiento generalizado, al punto que los conductores que les toca la guardia nocturna prefieren pagar la multa por no cumplir la ruta nocturna que prestar la atención a los pasajeros después de cierta hora.
Visión de las autoridades:
Para las autoridades la situación requiere de un seguimiento constante.
“La pasada semana nos reunimos con las directivas de las líneas Caracas-Litoral y les hicimos ver lo delicado de la situación, porque se deja sin servicio a un número considerable de varguenses a quienes se les violan sus derechos al no contar con una unidad para su traslado, lo que podría acarrear la suspensión de la concesión”, expuso por su parte Anerdys Leal, presidenta del Instituto Municipal de Vialidad y Transporte Colectivo de Vargas.
NADESKA NORIEGA ÁVILA
ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL
jueves 10 de septiembre de 2010
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