Los tupamaros originaron los disturbios. Hoy evaluarán si la universidad
reanuda las actividades mañana.
Quemaron un liceo y murió
un estudiante en Maracaibo
Una vez más el caos se apoderó de Mérida sin que las autoridades ofrecieran seguridad a los ciudadanos. Desde el sábado en la madrugada encapuchados pertenecientes al grupo tupamaro tomaron las calles de la ciudad y secuestraron carros, una ambulancia del Cuerpo de Bomberos y varias unidades de transporte público y quemaron cauchos y amedrentaron con armas de fuego a los merideños. La policía no protegió a la población.
Ante los hechos, el Consejo Universitario de la Universidad de Los Andes celebró ayer una sesión extraordinaria y decidió suspender por hoy las actividades administrativas y académicas. Al final del día evaluarán si extender o levantar la medida.
Antes de la suspensión de las actividades en la ULA, el director de la Zona Educativa, Enrique Plata, ordenó lo mismo, hasta nuevo aviso, en institutos públicos y privados tanto de enseñanza primaria como secundaria, con el fin de garantizar que la población estudiantil no sea expuesta a riesgos.
Se presume que el detonante de la arremetida de los tupamaros fue que el viernes fueron asesinados por desconocidos dos cabecillas del grupo que vivían en las residencias estudiantiles Domingo Salazar, cercanas a la ULA. Se constató, sin embargo, que ninguna de las víctimas aparecen registradas como alumnos de la universidad.
Como respuesta, integrantes de la organización destruyeron el portón y garita de vigilancia del edificio Campo Neblina, adyacente a la residencia estudiantil, atacaron con armas de fuego a los residentes de los apartamentos e hirieron a una joven.
Los cuerpos de seguridad regionales estuvieron ausentes, lo cual permitió que los delincuentes actuaran con total impunidad y los habitantes de la ciudad vivieran momentos de angustia y miedo. Sólo en horas de la madrugada se observaron recorridos aislados de la Guardia Nacional.
Residentes de la zona, quienes pidieron permanecer en el anonimato, exigieron que se los defienda del grupo irregular, que cada vez que lo desea atenta contra la paz en la zona norte de Mérida.
El rector de la ULA, Mario Bonucci, confirmó que intentó comunicarse vía telefónica con el gobernador Marcos Díaz para que ayudara a restablecer el orden, pero no pudo localizarlo.
Habitantes de las residencias Domingo Salazar pidieron apoyo de los cuerpos policiales durante varias horas, pero la protección les fue negada, supuestamente por órdenes de los superiores.
En la red social Twitter, específicamente en los mensajes marcados con la etiqueta #MERIDA, se evidencia el descontento y rechazo de los merideños, quienes lamentan la falta de acciones en contra de los delincuentes. Reiteran el llamado al gobernador del estado, para que ofrezca seguridad.
Se conoció que miembros de la Fuerza Armada Nacional podrían tomar el control de la ciudad si los encapuchados cometen más actos violentos.
Se pondrá especial atención al entierro de los tupamaros, que se realizará hoy, durante el que es posible que se presenten problemas.
Maracaibo en llamas. Una verdadera batalla campal se desarrolló el viernes en El Naranjal, al norte de Maracaibo, cuando estudiantes se enfrentaron en los alrededores del liceo Felipe Larrazábal.
A las 2:00 pm bachilleres del liceo Aurelio Beroes se enfrentaron a piedras con los del Felipe Larrazábal. Jimmy Schaffter, estudiante de la Misión Sucre, quedó en medio de la manifestación y murió de un disparo en la cabeza. Schaffter iba a buscar a su sobrino al jardín de infancia Ceneida Molero, en compañía de su hermana. Al parecer reclamó a los jóvenes, uno de ellos sacó una pistola y le disparó. La confrontación cesó de inmediato y los alumnos se dispersaron.
Al final del día se desató el pandemonio otra vez
Cerca de la medianoche se escucharon detonaciones y el fuego comenzó a consumir la sede del liceo Felipe Larrazábal. La dirección de la institución, la biblioteca, las computadoras del programa Canaima, un salón sede del municipio escolar, algunos salones y los baños quedaron destruidos. Además, hurtaron cosas del segundo piso del centro educativo, informó su directora, Nancy Prieto.
El sábado al mediodía vecinos y docentes trataban de recuperar algo de lo quemado y fue a esa hora cuando se acercaron efectivos de la Guardia Nacional y de la Policía del Zulia.
Medida urgente:
El liceo Felipe Larrazábal funciona desde hace 10 años en El Naranjal.
Comparte la edificación con la escuela básica Norman Prieto Ramos, donde serán reubicados los alumnos.
Los enfrentamientos entre los estudiantes del Larrazábal y los del Beroes no son nuevos.
“La comunidad se ha quejado por esta situación. Las bandas se disfrazan de estudiantes”, dijo Gualberto Mas, diputado suplente a la Asamblea Nacional y secretario general de Fetramagisterio, quien solicitó a la jefa de la Zona Educativa, Blanca Zambrano, la reubicación del plantel. “Aquí no hay otra salida”. Profesores de la institución informaron que hoy se concentrarán en la sede de la Zona Educativa para exigir la pronta respuesta de las autoridades.
LEONARDO LEÓN | JOSÉ GREGORIO MEZA
CARMEN SOFÍA ALFONZO A.
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