Un grupo de encapuchados irrumpió en las instalaciones de la
Universidad de Los Andes para cometer actos vandálicos.
Rector de la ULA pidió que
capturen a los culpables
La ciudad de Mérida nuevamente fue sacudida ayer por acciones vandálicas de miembros del grupo Tupamaro que habitan en las Residencias Domingo Salazar. Entraron desde primeras horas de la mañana a las instalaciones de la Dirección de Asuntos Estudiantiles y el comedor de la Universidad de Los Andes, donde interceptaron y saquearon dos camiones, uno de los cuales fue quemado después.
El chofer del primer camión logró huir y evitó que los manifestantes incendiaran la unidad, pero el otro, perteneciente a una empresa dedicada a la venta de electrodomésticos, fue quemado en la vía principal, frente a la entrada de la Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales y la Escuela de Geografía.
Uno de los encapuchados declaró que las acciones son en respuesta a la marcha universitaria del jueves. Representantes del empresariado merideño mostraron su molestia por la situación, en especial porque los tupamaros involucrados están identificados. Consideran que la fuerza pública nada hace para detenerlos y estos actos vandálicos ocurren sin que la Policía de Mérida intervenga para evitar los daños a la propiedad privada.
Los hechos de violencia se repiten en Mérida a menos de un mes de haber incendiado tres carros propiedad de la ULA y uno de la Cadena Capriles, en otra serie de alteraciones del orden público que también afectó el patrimonio de empresas privadas y de la universidad.
El rector de la ULA, Mario Bonucci, afirmó que estas acciones violentas se producen para tratar de opacar o distraer el impacto que causó la marcha en defensa de la universidad que se realizó el jueves, donde quedó claro quiénes son y dónde están los sectores violentos. Hizo un llamado al gobernador Marcos Díaz Orellana para que cumpla su ofrecimiento de capturar y enjuiciar a estos delincuentes.
LEONARDO LEÓN MÉRIDA
Educación | Política
EL NACIONAL
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