José María Korta, jesuita de 80 años edad, está decidido a continuar la huelga de hambre iniciada el lunes. Pide que el Gobierno rectifique y libere al cacique de la etnia yukpa Sabino Romero, de quien dice que está injustamente encarcelado. La Compañía de Jesús de Venezuela y la Red de Apoyo por la Justicia y la Paz expresaron respaldo al sacerdote.
Resistencia indígena: Otra mentira
La verdad sea dicha: si los militares chavistas montan un circo, le crecen los enanos. Y es que no pegan una ni con cola de zapatero. Inventaron lo del eje Orinoco-Apure y una red ferrocarrilera que cruzaría el llano de oriente a Barinas, y todavía estamos esperando doce años después. Decretaron la “verdadera nacionalización petrolera” y convirtieron la faja de Orinoco en un mercado de buhoneros en el cual unos veinte países o más, sin conexión entre sí, han montado unos tenderetes a ver si le ven el queso a la tostada alguna vez.
Con las empresas de la CVG pasa lo mismo: cada día producen menos e importan más, y nada que pagan los compromisos contraídos con los trabajadores. Si a eso se le suman los gigantescos pasivos laborales y ambientales acumulados, pues a la pobre Guayana no le queda sino salir a la calle tapándose con una mano adelante y con la otra atrás.
Ahora les ha caído a los uniformados rojo rojitos otra calamidad: luego de atosigarnos año tras año con el famoso Día de la Resistencia Indígena (12 de Octubre, vulgo del descubrimiento) resulta que todo fue de la boca para afuera: lo escrito en la Constitución Nacional no les va ni les viene porque igual a las comunidades indígenas se les mantiene en el abandono y se les arrebata en la práctica todo lo conquistado.
Recuérdese que en la Asamblea Constituyente hubo pluralidad de opiniones pero también unanimidad a la hora de establecer el estatus civil y reconocer firmemente a los indígenas como ciudadanos venezolanos de pleno derecho y, por si fuera poco, con reconocimiento de sus especificidades locales y tradicionales.
Era una vieja aspiración que, por fin, se concretaba.
¿Y qué ha pasado ahora con estos militares rojitos en el poder? Pues el desastre, la demagogia y la mentira. Las comunidades indígenas están peor que antes porque teniendo derechos plenamente adquiridos se les incumple lo que la Constitución estipula. Parece que Cristóbal Colón ha llegado a Miraflores y se ha colocado la boina roja de la burla. La exclamación de Rodrigo de Triana “¡Tierra, tierra!” ha sido asumida como una orden marcial de echarle tierra a los derechos de los indígenas.
No puede ser que, a estas alturas, un padre jesuita de 80 años de edad, José María Korta, decida ir a una huelga de hambre para que el gobierno militar “rectifique una decisión y libere a un cacique de la etnia yukpa detenido injustamente desde hace meses”.
El anciano sacerdote expresó, en una rueda de prensa, que “dar la vida es un regalo con tal de que un amigo se libere”. En su acto de solidaridad lo acompañaron “los familiares del cacique detenido, Sabino Romero, y otros miembros de la etnia yukpa”. Las agencias de noticias aclararon que el padre Korta habló en la sede administrativa de la Asamblea Nacional, “donde lleva instalado y sin comer 48 horas”. En verdad, si queremos hablar de resistencia indígena pues la del padre Korta es la única.
Por: Redacción
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