26.7 C
Caracas
Thursday, November 21, 2024
HomeMundo & America LatinaEl Editorial: Unidad chilena, Victoria democrática

El Editorial: Unidad chilena, Victoria democrática

Victoria democrática

 

La unidad de todos los chilenos ha sido la clave del éxito del rescate exitoso de los 33 mineros que quedaron sepultados a 700 metros de profundidad en el inhóspito desierto de Atacama. Ante la adversidad de lo que parecía una tragedia, se juntaron las habilidades y esperanzas de un país para superar todos los obstáculos con habilidad y paciencia, olvidando las divisiones que todavía permanecen entre la población, como secuela de una atroz dictadura militar que duró 17 años.

Esto lo destacó el presidente de Chile, Sebastián Piñera, en medio de la rotunda euforia del retorno a la superficie del primer rescatado. Aprovechó la oportunidad para hacer un llamado a que ese espíritu de unidad, que ya se había manifestado con motivo del terrible terremoto y maremoto que azotó al país a comienzos de año, se extendiera a otros ámbitos de la acción común para asegurar la continuidad del avance económico y social experimentado durante las dos últimas décadas, desde que se recobró la democracia.

Piñera expresó, además, su agradecimiento personal y el de su pueblo por la cooperación prestada por otros países, y dijo que Chile no había dudado en solicitarla a quien sea y a donde fuera. Esto permitió que la conjunción de esfuerzos contara con el complemento de las tecnologías más avanzadas disponibles. Los medios de comunicación colaboraron para que todo el mundo siguiera democráticamente, y paso a paso, el proceso que fue transmitido con toda transparencia, a riesgo de que pudiera presentarse un problema inesperado.

También viajó a Atacama el presidente de Bolivia, Evo Morales, para estar en el rescate de un compatriota que se encontraba entre los mineros atrapados. Pero el tiro le salió por la culata pues el minero se negó a regresar a su país donde le estaban ofreciendo casa y trabajo. El demagogo de Evo, tan nacionalista de la boca para afuera, olvidó que la mina en cuestión está en un territorio que fue de Bolivia y que perdió en la guerra contra Chile.

Este despliegue de solidaridad enseña que la acción conjunta de todos los sectores de la sociedad con fines humanitarios compartidos puede dar frutos rayanos en lo inconcebible. Representa una lección para quienes promueven la división y el odio, así como para quienes toleran y se preparan y arman para la violencia en las calles y barrios de nuestras ciudades.

Para cooperar en el logro de objetivos compartidos y obtener resultados exitosos sólo es necesario saber identificarlos y actuar de buena fe. Tal fue el caso de los mineros de Atacama. Podría ser el caso, entre nosotros, de la disminución de la violencia, de los atracos y los asesinatos. No hace falta deponer ideas ni arriar banderas para hacerlo. Basta con convocar a las mejores reservas que tenemos en nuestra sociedad, con abrirse a los otros y armarse con los instrumentos de la paz y la concordia, en vez de hacerlo con las armas del odio y de la guerra.


Por: Redacción
Política | Opinión
EL NACIONAL