Gobierno terminará de construir conjuntos residenciales que sector privado dejó abandonados,afirmó el dip. Luis Gamargo
Asamblea nacional
espera propuesta
La ley de emergencia y regularización de las tierras urbanas, que el presidente Hugo Chávez propuso el domingo para permitir que el Gobierno tome el control de las construcciones de vivienda del sector privado que están paralizadas, fijará los mecanismos para calcular el valor de las obras que se expropiarán y para efectuar el pago a las empresas promotoras.
“La propuesta del Gobierno es comprar los conjuntos residenciales que están detenidos para terminarlos. Hay que recordar que algunas empresas optaron por dejar de construir después de que se prohibió cobrar cuotas vinculadas al índice de precios al consumidor”, argumentó el diputado Luis Gamargo, presidente de la Comisión de Administración y Servicios de la Asamblea Nacional.
Agregó que el nuevo marco legal es necesario porque las legislaciones vigentes son insuficientes para lograr el objetivo gubernamental: la Ley de Tierras Urbanas es solamente para lotes baldíos dentro de las ciudades, y la reforma de la Ley de Contrataciones es para las construcciones encargadas por el sector público que están paralizadas.
La propuesta de ley de emergencia y regularización de las tierras urbanas llegará al Parlamento en los próximos días, según Chávez. Gamargo afirmó que los diputados aprobarán la legislación lo más pronto posible, pues es una necesidad básica de la población.
Falta de insumos:
Aquiles Martini, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, rechazó la ley propuesta por el mandatario. “Más que amenazar y expropiar, lo que debe hacerse es implementar una política de inclusión y romper los paradigmas que no permiten avanzar hacia la superación del déficit de 2 millones de viviendas que existe en el país”.
También reprochó que se acuse al sector de paralizar las construcciones. Admitió que es posible que haya obras detenidas por “la distorsión que genera la ausencia de un mecanismo como el cobro de IPC para ajustar el precio de la vivienda en función de la inflación”, pero señaló que también existen otras razones como la falta de materiales.
Los constructores se han quejado en los últimos meses por los problemas para conseguir acero y cemento, debido a la caída en la producción de ambos rubros, controlada por empresas estatales. También han advertido sobre las dificultades en la obtención de las divisas que necesitan para adquirir insumos importados, como los ascensores.
Por: ALEJANDRO HINDS
Política | Economía
EL NACIONAL
