Para remate los Poderes del Estado
bailan al son que toca el Sátrapa

El presidente Hugo Chávez ha puesto varias tortas sobre el escenario nacional e internacional que son francamente grandes y pesadas, las cuales marcan o caracterizaran a su gobierno de una manera indeleble. No podrá borrar nunca la huella que ha dejado con equivocaciones demasiado intensas que se crecen cada día por sus acciones personalistas y autoritarias, haciendo pensar que tiene problemas psicológicos importantes que atender o por lo menos, no cumple a cabalidad con su rol de estadista.

La muerte del productor agropecuario Franklin Brito es una de ellas. Su falta de sentido común y su empecinada actitud en seguir un absurdo manual de cómo instalar un sistema comunista, ha dado al traste con los derechos fundamentales de cualquier hombre y en el caso del señor Brito, la violación de sus derechos humanos fue constante y permanente por varios años de protesta y huelga de hambre de este ciudadano, que lo llevaron a la muerte.

Para remate los otros Poderes del Estado han bailado al son que le toca Chávez, entonces la torta que se está poniendo en Venezuela es morada porque muchas personalidades e instituciones han metido sus manos en su mantenimiento. Ni la Fiscalía, ni la Defensoría del pueblo accionan con propiedad: así que el señor Brito es un muerto de Chávez.

Los muertos de “puente llaguno” también se le deben facturar a Chávez, así como la prisión de los comisarios y la expulsión de 20 mil venezolanos de la industria petrolera, debido a su política grosera y sin control que nos lleva a una dictadura violadora de los derechos elementales que recoge la constitución nacional y las cartas fundamentales de los derechos humanos.

Son muchos los presos de Chávez que constituyen una torta judicial. La doctora Afiuni es una de ellas y da pena ajena su caso, así como la persecución a medios y bancos, que no tienen parangón en nuestra historia como el cierre de rctv y un volumen importante de radiodifusoras por mero capricho.

La implementación de la lista de Tascón es también parte de su responsabilidad, así como la afectación de más de dos millones de personas que perdieron su empleo y fueron marcados y perseguidos, debido a su criterio de exclusión y pase de factura por la activación del referéndum revocatorio en el año 2004.

La gran torta alimenticia de Pdeval es parte de la columna vertebral del juicio popular que debe armarse en ese libro negro o rojo que constituye las tortas de Chávez como un escándalo de corrupción imposible de esconder. Igualmente la “regaladera” de dinero como el bochornoso manejo de dólares que financiaban campañas políticas externas y donativos de mucho dinero como si éste fuera de él y no de la nación.

La torta económica es explosiva con una paralización del país al atacar a los productores constantemente y el mal manejo de la industria petrolera da ha pensar que vamos a un colapso sin precedentes.

En estos doce años de su gobierno la cantidad de velas para los muertos debido a la inseguridad no caben en una simple torta.

LUIS ALFREDO RAPOZO
luisrapozo@yahoo.es
@luisrapozo